El Señor se ha aparecido en los últimos días y ha manifestado palabras para realizar la obra de juicio, que comienza por la casa de Dios. Esto cumple plenamente las profecías bíblicas : “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios” (Apocalipsis 2:7). “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17). Sólo las vírgenes prudentes pueden oír la voz del Señor y lo reciben.