Una persona que puede amar verdaderamente a Dios en la batalla contra Satanás es perfeccionada por Dios
Una persona que entiende la verdad ya se ha dado cuenta de que la lección más profunda con respecto a la creencia en Dios es amar y someterse a Dios, así como conocerlo, y hay muchas verdades y misterios debajo de todos ellos. Amar y someterse a Dios y conocerlo, son mucho más profundos, más hondos y más significativos que cualquier conocimiento científico, porque una persona que conoce verdaderamente a Dios ve el hecho y la verdad acerca de que Dios haya creado el cielo y la tierra y todo lo que hay en ella, además de Su dominio sobre todas las cosas en el universo; ella sabe que la omnipotencia y sabiduría de Dios están más allá de la comprensión; conoce el carácter de justicia de Dios y Su esencia de santidad y bondad; sabe que la maravillosa obra de Dios es grande y a ser temida, y es insondable; sabe que todo lo que el hombre llega a disfrutar ha sido predestinado y arreglado por Dios; sabe que Satanás es el que ha corrompido y pisoteado a la humanidad y que está devorando a la humanidad justo ahora y el que hace que esta se hunda profundamente en el pecado y la destrucción aplastante, sabe que la humanidad habría sido devorada y destruida por Satanás hace mucho tiempo si no hubiera sido por la dirección y protección de Dios; y ve claramente que Satanás y las fuerzas del mal del gran dragón rojo son la raíz de la oscuridad y el mal en el mundo y que la humanidad no sería capaz de volverse de verdad a Dios y recibir la salvación si no puede escapar de la oscura influencia de Satanás. Una persona que conoce verdaderamente a Dios sabe que Dios es el más adorable y siempre el más digno de la alabanza y la adoración del hombre. La humanidad es capaz de disfrutar, amar, obedecer y adorar a Dios al máximo cuando tiene un verdadero conocimiento de Dios. La humanidad es entonces capaz de entrar verdaderamente en el reposo y nunca necesita ir de aquí para allá afanosa y agotadoramente en busca de ello. Como el hombre naturalmente disfrutaría el amor de Dios y recibiría Su salvación completa cuando de verdad lo conozca, por consiguiente se convierte en una persona que realmente ama a Dios. Esta es la verdadera señal de tener un cambio en el propio carácter de vida después de haber sido perfeccionado por Dios. Sólo una persona que ama, obedece y adora a Dios es capaz de vivir una vida verdadera y experimentar el verdadero significado de Sus promesas y bendiciones. Esta es la única manera de que la humanidad reciba la salvación y escape de la oscura influencia de Satanás. Cuanto más el hombre ame y satisfaga a Dios, más sentirá que Dios es, en efecto, demasiado digno de adoración y podrá ver que la vida que Dios da al hombre está llena de la verdad y del amor a Dios. Ciertamente es muy abundante. Por lo tanto, cuanto más el hombre busque la verdad, más verdadero, más puro y más fuerte se volverá su corazón para amar a Dios y más absoluta y fielmente lo obedecerá. Amará a Dios al máximo y se someterá a Él, incluso hasta la muerte al igual que Pedro. Entonces vivirá completamente la semejanza de un verdadero hombre. Este también es el verdadero significado de que el hombre busque la verdad y sea perfeccionado por Dios.
Después de haber experimentado el ataque frenético y la cruel persecución del gran dragón rojo, el pueblo escogido de Dios ha visto que este es el entrenamiento real del reino. El pueblo escogido de Dios tiene profundos sentimientos al respecto. Al hacer memoria, se hace consciente de que no tiene un entendimiento real de la obra de Dios, incluso después de haber creído en Él por unos cuantos años. Aunque entiende de la teoría que Dios está, en efecto, salvando y perfeccionando a las personas, todavía es negativo y se queja contra Dios cuando se enfrenta al ataque frenético y a la cruel persecución del gran dragón rojo, y no da testimonios rotundos de Él. Su estatura es, ciertamente, pequeña y no se ha convertido en los soldados élite de Cristo. No son personas que de verdad aman a Dios y están lejos de los estándares de los vencedores. Esto prueba suficientemente que el hombre no entiende lo suficiente la importancia detrás del uso que Dios hace del gran dragón rojo como un contraste y un objeto de servicio. Aunque la mayoría del pueblo escogido de Dios ha experimentado la persecución y opresión del gran dragón rojo y otras varias tribulaciones, ha desarrollado un odio real y maldiciones por el gran dragón rojo y ha visto que este es, en efecto, Satanás el diablo, el enemigo de Dios, sin embargo, no muchos de ellos han sido capaces de buscar la verdad y amar a Dios realmente. El propósito de Dios de usar al gran dragón rojo para servir como un contraste, es para que el pueblo escogido de Dios conozca su maldad, la esencia reaccionaria de Satanás el diablo. Dios quiere despertar a Su pueblo escogido para que desarrolle una sed y búsqueda de la luz y la justica, para que pueda realmente amar la verdad y realmente amar, obedecer y adorar a Dios. Este es el amor de Dios. “¿Cómo aprendéis cómo amar a Dios? Sin la tribulación ni el refinamiento, sin las pruebas dolorosas, y si, aparte de esto, todo lo que Dios le diera al hombre fuera la gracia, el amor y la misericordia, ¿serías capaz de alcanzar el verdadero amor de Dios? Por un lado, durante las pruebas que Dios permite, el hombre llega a conocer sus deficiencias y ve que es insignificante, despreciable y vil, que no tiene nada y que no es nada; por el otro, durante Sus pruebas Dios crea para el hombre entornos diferentes que hacen que el hombre pueda experimentar más la hermosura de Dios. Aunque el dolor es grande y a veces insuperable, e incluso alcanza el nivel de un dolor abrumador, después de haberlo experimentado, el hombre ve qué preciosa es la obra de Dios en él y sólo sobre este fundamento nace en el hombre el amor verdadero por Dios”. ¿No es este Dios perfeccionando a Sus escogidos a través de pruebas y refinamiento?
Todos aquellos que han sido perseguidos y oprimidos por el gran dragón rojo lo han comenzado a odiar y a maldecir en sus corazones. Este es el efecto preliminar logrado al escapar de la oscura influencia de Satanás. El verdadero odio por el gran dragón rojo es el comienzo de abandonarlo, porque el verdadero odio por el gran dragón rojo hace que una persona odie todo lo que proviene de él. Definitivamente no es solamente odiar sus mentiras, malas obras y acciones violentas; lo más importante es odiar su carácter de Satanás, al igual que su naturaleza demoniaca y diferentes venenos. Sólo de esta manera puede una persona hacer realidad su rebelión del gran dragón rojo y recibir toda la verdad y las encomiendas dadas por Dios y cumplir con todos los deberes que Su creación debe cumplir. Esta es la acción real de la rebelión del gran dragón rojo y la verdadera entrada en ella. Cuando el hombre entienda y practique la verdad y cumpla con sus deberes competentemente, verá muchos más lados de Dios dignos de adoración. No sólo tendría un verdadero conocimiento del carácter de justicia de Dios y de Su omnipotencia y sabiduría, sino que al mismo tiempo tendría sed y anhelo por lo que Él es y tiene. Esperaría vivir la imagen de la verdad tan pronto como sea posible, estar equipado con la realidad de la verdad y convertirse en una persona que ama a Dios para ser perfeccionada por Él. Cuando el hombre sea capaz de en verdad amar a Dios, podrá entender completamente la importancia de Su uso del gran dragón rojo como un contraste y un objeto de servicio. Por lo tanto, el hombre es capaz de buscar la verdad para lograr un verdadero amor a Dios y para exaltarlo y ser testigo de Él al mismo tiempo que odia y maldice al gran dragón rojo y busca ser apto para el uso por Dios para ser capaz de servir Su voluntad. Tal experiencia de la obra de Dios y sumisión a ella lo llevaría al camino de ser perfeccionado.
“Hoy, cuando buscáis amar y conocer a Dios, en un aspecto debéis soportar dificultad y refinamiento, y en otro, pagar un precio. Ninguna lección es más profunda que la de amar a Dios, y puede decirse que la lección que las personas aprenden de una vida de creencia es cómo amar a Dios. Es decir, si crees en Dios debes amarlo. Si sólo crees en Él pero no lo amas, no has alcanzado el conocimiento de Él, y nunca lo has amado con un amor verdadero que procede de tu corazón, entonces tu creencia en Él es fútil; si, en tu creencia en Dios, no lo amas, vives en vano, y tu vida al completo es la más inferior de todas. Si, a lo largo de toda tu vida, nunca has amado o satisfecho a Dios, ¿cuál es, pues, el sentido de que vivas? ¿Y cuál es el sentido de tu creencia en Dios? ¿No es esto un esfuerzo desperdiciado?”. El pueblo escogido de Dios ha visto el verdadero rostro malvado, brutal, cruel, despreciable y feo del gran dragón rojo en su captura frenética y cruel persecución de él y se ha percatado completamente de la esencia demoniaca de su naturaleza. Sólo aquellos que busquen la verdad serán capaces de someterse al control de Dios cuando estén pasando por pruebas y tribulaciones y podrán abandonar su carne y tomar la decisión de preferir morir satisfaciendo a Dios. Podrán abandonar la carne y soportar el dolor sufrido durante la tortura infligida por el gran dragón rojo mientras están en prisión, y preferirán pudrirse en prisión antes de someterse a Satanás. Al final, el gran dragón rojo será completamente avergonzado y derrotado y el pueblo escogido de Dios dará un hermoso y rotundo testimonio de Él. Estas son las personas que verdaderamente odian y abandonan al gran dragón rojo. Por consiguiente, habrán escapado de la influencia de Satanás y en verdad se habrán vuelto y sometido a Dios y amarán de verdad a Dios en sus corazones. Entonces estarán en la senda de ser perfeccionadas y sus vidas estarán creciendo y madurando de día en día. Sin embargo, cuando aquellas que no tienen ni siquiera un poco de amor por Dios en sus corazones sufran dolor y tortura en su carne tras su captura, rogarán al gran dragón rojo que tenga misericordia y compasión de ellas y de este modo estarán derrotadas y habrán caído. Por lo tanto, sólo las que realmente aman la verdad y pueden amar a Dios en su corazón, son capaces de resistir las torturas que son infligidas, pueden someterse incluso hasta su muerte y dar un hermoso y rotundo testimonio de Dios para avergonzar a Satanás. Aunque aquellos que no aman la verdad y que ni siquiera tienen un poco de amor por Dios en sus corazones, también odian al gran dragón rojo, no pueden aguantar el dolor sufrido por la carne. Incluso negarán y traicionarán a Dios y caerán bajo el campo de acción de Satanás. Ya sea que el hombre tenga amor a Dios o no, se revelará por completo de esta manera. El pueblo escogido de Dios debe pensar y reflexionar sobre sus experiencias seriamente. ¿Por qué los otros fueron capaces de resistir todo lo que han experimentado, mientras que ellos mismos han caído y han sido derrotados? ¿Por qué los otros han sido capaces de dar un testimonio rotundo mientras que ellos fracasaron? ¿Cuál es la raíz del problema? Una persona no tendría ni siquiera un poco de amor por Dios si no amara la verdad, por lo que caería y sería derrotada durante las pruebas y las tribulaciones y no tendría testimonios verdaderos. La manera como el pueblo escogido de Dios busca la verdad durante las pruebas y tribulaciones para amar de verdad a Dios, se refiere directamente a si es capaz o no de ser perfeccionado por Dios. Algunas personas sencillamente no entienden por qué Dios usa al gran dragón rojo como un contraste para perfeccionar a Sus escogidos y no podrán ver en absoluto que esta es la mejor manera y el momento crítico con el cual Dios las perfecciona. Queda claro que el hombre no sabe cómo buscar la verdad para poder ser testimonio y ser perfeccionado por Dios si no conoce Su obra. Una persona no podrá estar en la senda de buscar la verdad con el objetivo de ser perfeccionada por Dios si no entiende Su voluntad.
Durante las varias pruebas y tribulaciones, especialmente durante el momento crítico de experimentar la cruel persecución del gran dragón rojo, la cual tanto perfecciona como revela al hombre, que el hombre esté, en efecto, buscando realmente la verdad, está determinado por si su corazón ama en verdad a Dios. Esta es la clave de si el hombre es capaz de dar un hermoso y rotundo testimonio de Dios. Dios está usando el contraste y objeto de servicio, que es el gran dragón rojo, para revelar si el hombre lo ama y le es fiel a Él y si realmente le teme y se somete a Él. No importa lo bien que el hombre hable durante los tiempos normales, eso no signficia que practique lo que predica. Si el hombre es capaz de dar un testimonio victorioso de Dios ante el gran dragón rojo, es lo más revelador de si el hombre tiene la realidad de la verdad. Una persona que realmente busca la verdad es capaz de orar a Dios para buscar la verdad mientras pasa por pruebas y tribulaciones y puede hablar verdaderamente con Dios para recibir Su iluminación y esclarecimiento. Ella entonces será capaz de descubrir cuán afable y digno de adoración es Dios y su corazón será capaz de verdaderamente amarlo y someterse a Él. Entonces será capaz de soportar todo dolor y sufrimiento para satisfacer a Dios y podrá abandonar la carne y abandonar su futuro y destino. Podrá, ofrecer su vida a Dios y dejar que Él se haga cargo de ella, y no tendrá ninguna queja, incluso si fuera a perder su vida. Tal obediencia y amor trascienden las restricciones de la muerte y triunfan sobre la oscura influencia de Satanás. Tal amor a Dios es, por lo tanto, verdadero amor a Él. La mayoría de las personas pone primero su futuro y destino en los momentos críticos y hasta toma el permanecer viva como el único objetivo. Tal persona no es una que verdaderamente ame a Dios y no posee ninguna realidad de la verdad en absoluto. No es, por consiguiente, capaz de mantenerse firme. En los últimos días, es decir, antes de que esta era de oscuridad y maldad sea destruida, Dios está decidido a perfeccionar y ganar aún a más personas que lo amen para hacerlas conformes a Su corazón. Por lo tanto, “Dios está ansioso de que el hombre lo ame pero cuanto más ame el hombre a Dios, mayor es su sufrimiento, y cuanto más el hombre lo ame, mayores sus pruebas. Si tú lo amas, entonces todo tipo de sufrimiento te acontecerá, y si no, entonces tal vez todo marchará sin problemas para ti y a tu alrededor todo estará tranquilo. Cuando amas a Dios, vas a sentir que mucho de lo que hay a tu alrededor es insuperable, y como tu estatura es muy pequeña, vas a ser refinado e incapaz de satisfacer a Dios; vas a sentir que la voluntad de Dios es muy elevada, que está más allá del alcance del hombre. Por todo esto vas a ser refinado, porque hay mucha debilidad dentro de ti y mucho que no puede satisfacer la voluntad de Dios, vas a ser refinado en el interior. Sin embargo vosotros debéis ver con claridad que la purificación sólo se logra a través del refinamiento. Por lo tanto, durante estos últimos días debéis dar testimonio de Dios. No importa qué tan grande sea vuestro sufrimiento, debéis seguir hasta el final, e incluso hasta vuestro último suspiro, debéis seguir siendo fieles a Dios y debéis seguir estando a merced de Dios; sólo esto es amar verdaderamente a Dios, y sólo esto es el testimonio fuerte y rotundo”. Si el hombre no pasa por tales persecución y opresión locas y crueles, como las infligidas por el gran dragón rojo, se dejaría enredar en una charla ruidosa y vacía, estaría satisfecho consigo mismo y sería arrogante y odioso. Dios usa el contraste y servicio del gran dragón rojo para poner al descubierto al hombre, con el propósito de ayudar a Sus escogidos a entrar en la vida y ser perfeccionados. La mayoría de las personas que son liberadas de la prisión sentirán que son de pequeña estatura y que son débiles y negativas, o incluso harapientas y andrajosas durante las pruebas y tribulaciones. Entonces sabrán la importancia de buscar la verdad y que no tener un amor a Dios es la raíz de su fracaso. Es como si en ese momento supieran lo que significa poseer la realidad de la verdad, pero no todo es demasiado tarde porque la obra de Dios no termina mientras que el gran dragón rojo no se haya derrumbado. Ahora es una buena oportunidad para buscar la verdad. Fracasar y caer una o dos veces no es nada que temer; es más aterrador que el hombre se dé por vencido y que niegue y traicione a Dios, porque eso está más allá de la redención. Las personas que son demasiado negativas tienen la naturaleza de negar y traicionar a Dios y no tienen verdadera fe. Estarán más allá de la redención si no buscan la verdad ni se arrepienten realmente. Así que, buscar la verdad no es, en efecto, algo que sea sencillo. Se debe pasar por todo tipo de pruebas y tribulaciones antes de ser capaz de entrar a la realidad de la verdad con el fin de convertirse en alguien que realmente ama a Dios. Frente al ataque frenético y la cruel persución del gran dragón rojo, el hombre no podrá manterse firme si no posee la realidad de la verdad. Si no busca la verdad ni ama a Dios verdaderamente, no tendrá un testimonio que sea realmente rotundo y no será una persona que sea exitosa en creer en Dios. Traicionaría a la iglesia y a sus líderes si fuera capturado. Sería un traidor a Dios y sería castigado por Él. Si no se arrepiente de verdad y no expía sus pecados con mérito, será completamente eliminado. Dios hará pasar al hombre por toda clase de pruebas y refinamiento si él ama a Dios verdaderamente, para que sufra toda clase de dolores, con el propósito de perfeccionar a aquellos que aman a Dios. Si el hombre da un testimonio rotundo de Dios, está calificado para ser uno del pueblo del reino y cumple con los criterios para ser perfeccionado por Dios. Por lo tanto, cuanto más pase el hombre por pruebas y tribulaciones, más será perfeccionado y más altos serán los criterios que él podrá cumplir. Este es el amor de Dios, Su hacer una excepción para levantar al hombre y mostrarle gracia y gran amor.
El pueblo escogido de Dios ha experimentado la lucha entre el bien y el mal en su vida de iglesia en el pasado y se ha percatado de los verdaderos rostros de toda clase de espíritus malignos y personas malvadas, al igual que de anticristos, y se ha vuelto más perceptivo. También ha visto el horror y el peligro del dominio del diablo luego de haber pasado por la persecución y opresión por el gran dragón rojo. Todos estos eventos negativos han conmocionado enormemente las almas del pueblo escogido de Dios. Es como si hubiera sido despertado de golpe de un sueño y que la verdad hubiera salido a la luz. Se ha dado cuenta de que: el hombre no puede amar verdaderamente a Dios si no busca la verdad mientras esté vivo y no tendrá humanidad real. No será capaz de dar un testimonio rotundo. El hombre habrá desperdiciado toda su vida si no es capaz de amar a Dios mientras esté vivo. Él es una persona que es egoísta, despreciable y del valor más bajo, y nunca recibirá las bendiciones de Dios. Es sólo ahora que el pueblo escogido de Dios ve que buscar la verdad no es algo que sea sencillo. De hecho, le es absolutamente necesario pasar por muchas persecuciones, tribulaciones y pruebas con el objetivo de poder amar a Dios. Finalmente entiende que el contraste y el servicio del gran dragón rojo son, en efecto, necesarios para que él pueda buscar la verdad y ganar la vida con el fin de alcanzar el amor verdadero a Dios. Parece que pasar por la persecución y opresión del gran dragón rojo para que el pueblo escogido de Dios conozca Su obra es ciertamente muy significativo. Una persona que en verdad ama a Dios es la que cree realmente en Él y la que tiene humanidad. Que el hombre sea capaz de amar y obedecer verdaderamente a Dios, es algo que es de lo más significativo. Tiene que pasar la persecución y opresión del gran dragón rojo con el fin de amar de verdad a Dios y tener un testimonio rotundo antes de ser considerado exitoso. Esto es precisamente la realidad de la verdad a la que el pueblo escogido de Dios tiene que entrar ahora mismo. Podemos decir que el objetivo de buscar la verdad es conocer a Dios, y el resultado de ello es amar verdaderamente a Dios. El propósito de buscar la verdad es el de realmente obedecer, dar testimonio, servir y adorar a Dios. Esto es muy cierto. El hombre no tendría absolutamente ninguna realidad de la verdad si no fuera capaz de amar a Dios con su corazón. Una persona que no ama de verdad a Dios, con seguridad no tiene un conocimiento real de Él. El hombre no podrá mantenerse firme en las tribulaciones y pruebas si no puede amar realmente a Dios en su corazón y será aún menos capaz de dar un testimonio bueno y rotundo de Él.
La mayoría del pueblo escogido de Dios ahora es capaz de odiar al gran dragón rojo y también es capaz de hacer hincapié en practicar la verdad y obedecer a Dios al cumplir con sus deberes. Hace todo lo que puede para librarse de los venenos del gran dragón rojo y comienza a abandonarlo. Comienza a hacer hincapié en entrar a la realidad de la verdad. Pero la mayoría de las personas no entiende la intención de Dios cuando Él requiere que el hombre de verdad lo ame. El requisito de Dios como tal tiene una importancia honda y profunda y definitivamente no es tan sencillo como lo que el hombre imagina. El requisito de Dios al hombre de amarlo en verdad es para que él ore y se comunique con Él y para que acepte y busque la verdad con el fin de conocer a Dios. Dios requiere que el hombre lo ame para que este pueda descubrir cuán digno de adoración es Él, para que pueda entender la verdad, entrar en la realidad y correr hacia la luz. Entonces recibiría todo el amor de Dios al final. Este es realmente Dios haciendo una excepción para levantar al hombre y para mostrarle gracia y gran amor. El hombre sabe que la humanidad corrupta no merece el amor de Dios, pero ¿por qué Él todavía requiere que el hombre lo ame? Aquí es exactamente donde Dios es digno de adoración. Dios está dispuesto a rebajarse y a descender del cielo porque Él ama a la humanidad y quiere salvarla. Se viste de carne mortal ordinaria, sufre gran humillación, vive humildemente escondido entre los hombres y con ellos, y viene cara a cara y corazón a corazón frente a ellos con el objetivo de salvarlos y perfeccionarlos. Este es el amor de Dios por la humanidad. El amor de Dios es tan real y grande que ninguna palabra puede describirlo. Si Dios no se hubiera hecho carne, ¿cómo podría el hombre interactuar con Dios y conocerlo? Si Dios permanece en el cielo donde ningún hombre lo puede ver, el hombre no podría amarlo de manera práctica. Debido a que él no lo puede alcanzar, ¿cómo podría amar a Dios quien está en el cielo? El hombre es polvo delante de Dios en primer lugar, es Su creación, es un microorganismo. ¿Cómo merece el hombre amar a Dios en el cielo? Por lo tanto, Dios requiere que el hombre lo ame durante el periodo cuando Él está en la carne y tal requisito sólo tiene importancia práctica de esta manera. Es sólo ahora que el hombre ve que Dios requiere que él lo ame porque Dios quiere perfeccionar y ganar al hombre. Por lo tanto, el hombre sabe que el que Dios venga a perfeccionarlo durante los últimos días es una oportunidad única en la vida. Muchas personas están dispuestas a buscar la verdad, pero no saben que la importancia de hacerlo es, en esencia, la búsqueda de amar a Dios. La esencia de buscar amar a Dios es la búsqueda de ser perfeccionado. El entendimiento e imaginación del hombre sobre el requisito de Dios para que él lo ame son demasiado sencillos. Él sólo entenderá la verdadera importancia de amar a Dios después de haber pasado algunas pruebas y tribulaciones y de haber recibido la iluminación y esclarecimiento del Espíritu Santo. El requisito de Dios para que el hombre lo ame se debió al hecho de que Dios ama al hombre demasiado. Dios ama al hombre como a Su propia carne y sangre, como a la niña de Sus ojos, y Él hace esto para despertar el amor del hombre por Él. Aquellos que no conocen el amor de Dios ciertamente tampoco tienen amor por Dios. Cuando el hombre haya realmente visto muchos lados dignos de adoración de Dios, sentirá que sólo Dios es capaz de amar verdaderamente al hombre de esta manera y que el hombre tiene, en efecto, demasiado poco amor por Él, que su amor por Dios es impuro y que de verdad no tiene conciencia ni racionalidad. ¿Por qué Dios usa el amor para describir la relación entre Él y el hombre? ¿Por qué Dios requiere que el hombre lo ame, una y otra vez? El hombre nunca podría terminar de hablar acerca de los lados dignos de adoración de Dios en esto. Si el hombre fuera realmente capaz de describir de alguna manera el amor de Dios, habría tenido un amor verdadero por Él hace mucho tiempo y no retendría nada al corresponder al amor de Dios. El hombre nunca estará consciente de esto si no tiene conciencia y racionalidad. Dios quiere perfeccionar a un grupo de personas que verdaderamente lo amen y que sean de un mismo sentir con Él en Su obra durante los últimos días. Serán un grupo de vencedores que serán las primicias cuando la obra de Dios en China se termine, y serán un grupo de personas que en verdad aman a Dios. Así que, el requisito de Dios para que el hombre lo ame es una excepción que Él hace para levantar a la humanidad y mostrarle gracia y gran amor. El hombre en realidad no merece amar a Dios, pero Él aun así requiere que el hombre busque la verdad y se convierta en alguien que lo ame. La importancia en eso sencillamente es demasiado profunda. Dios requiere que el hombre lo ame porque Él ama al hombre demasiado. Al hombre le queda claro que Dios sencillamente es demasiado digno de adoración y que sólo Dios es digno de la alabanza y la adoración del hombre.
¿Por qué el gran dragón rojo se resiste a Dios con locura y persigue cruelmente a Sus escogidos? Para decirlo sin rodeos, es porque el gran dragón rojo tiene mucho miedo de que Dios se haga carne para salvar a la humanidad, de que las palabras dichas por Dios se esparzan por incontables hogares y sean conocidas por todos y de que el pueblo escogido de Dios entienda y obtenga la verdad, sea perfeccionado y ganado por Dios. El gran dragón rojo, por consiguiente, resiste, juzga y profana a Dios con frenético desenfreno, y captura y persigue cruelmente al pueblo escogido de Dios. Los escogidos de Dios han visto cómo el gran dragón rojo propaga mentiras por todas partes para calumniar, resistir y profanar a Dios. También hacen todo lo que puede para juzgar y atacar al hombre que el Espíritu Santo usa. Esto es prueba de que la fuerza del mal del gran dragón rojo está muy temerosa de la obra de Dios y de Su verdad. Es el enemigo de Dios y de Sus escogidos. Dios requiere que el hombre lo ame porque Él quiere perfeccionar y ganar al hombre, mientras que el gran dragón rojo tiene mucho miedo de que el pueblo escogido de Dios sea ganado y perfeccionado por Dios. Por consiguiente, sale con toda fuerza y ataca de manera desenfrenada. De esta manera, Dios, quien se hizo carne, y el hombre usado por el Espíritu Santo, se convierten en los focos y blancos para los ataques, calumnias y profanación del gran dragón rojo. El objetivo del gran dragón rojo es hacer que la humanidad se distancie de Dios y lo abandone por esto. Esta es la malvada maquinación del gran dragón rojo. Por lo tanto, el pueblo escogido de Dios debe dar hermosos y rotundos testimonios si quiere ser perfeccionado por Dios y debe tener un amor verdadero por Cristo y absoluta sumisión a Él. Debe mantenerse firme en amar, ser fiel y obedecer a Dios sin importar cómo el gran dragón rojo lo ataque y lo profane a Él. No debe rendirse a Satanás, incluso si eso significa su muerte, y debe mantenerse firme en amar, ser fiel y obedecer a Dios sin importar cuánto dolor sufra. Este es el testimonio hermoso y rotundo que debe dar con el fin de ser perfeccionado por Dios. El pueblo escogido de Dios naturalmente dará hermosos y rotundos testimonios si tiene un verdadero amor por Cristo y absoluta sumisión a Él, el Dios práctico. Aquellos que no tengan amor verdadero por Cristo y absoluta sumisión a Él no podrán ser salvados ni perfeccionados por Dios y serán unos fracasados en la creencia en Dios. No sería práctico, por mucho que verdaderamente crean en un Dios vago y por mucho que se sometan a él. No serían elogiados por Dios. Si el pueblo escogido de Dios tiene amor verdadero por Cristo y absoluta sumisión a Él, el Dios práctico, se aferrará al camino verdadero y permanecerá firme en su amor por Dios sin importar cómo las fuerzas del mal del gran dragón rojo lo ataquen, calumnien y profanen a Él. El pueblo escogido de Dios no será perturbado en su verdadero amor y sumisión a Dios, sin importar cómo el gran dragón rojo lo engañe, amenace y persiga. Creerá sólo la verdad y a Dios y definitivamente no escuchará en absoluto todas las mentiras y tonterías de Satanás. Personas así son capaces de dar un testimonio realmente rotundo.
Los líderes y colaboradores de varios niveles en la iglesia han experimentado la revelación de algunos meses del alcance del evangelio, y la mayoría de ellos han llegado a darse cuenta de que en efecto no es posible hacer ningún trabajo práctico sin la verdad. No considerarán la voluntad de Dios ni se someterán de verdad a Él, incluso si cumplieran con sus deberes, si no tienen amor a Dios. Sólo se comportarán con su trabajo según su propia voluntad sin considerar las consecuencias y prestarán atención a crear sensación y a las formalidades externas, embaucando a cada superior y subordinado con información falsa. Cuando Dios inesperadamente requiere que el hombre preste atención a nutrir a los nuevos creyentes y a las personas que estudian el camino verdadero, y lleve a cabo trabajo práctico y crítico, al igual que le requiere reportar el número real de personas adquiridas, todos se quedan atascados. La mayoría de las personas piensa que será capaz de recibir el elogio de Dios cuando reporte información falsa y cree una pequeña sensación y que eso la hará verse bien también. No esperaba que Dios no viera nada de esto en absoluto. El hombre no entiende ni sabe por qué Dios le pide al hombre llevar a cabo trabajo práctico y crítico una y otra vez y no entiende la voluntad de Dios en absoluto. Todo lo que sabe es hacerse ver bien y aparentar. ¿No es esto engañar y resistir a Dios abierta y descaradamente? ¿Cumplir con el deber propio de una manera tan absurda sirve para llevar a cabo la voluntad de Dios? ¿Tiene tal persona siquiera un poco de amor verdadero por Dios? El hombre es avergonzado por la revelación de Dios. Los repetidos arrestos frenéticos y las crueles persecuciones del gran dragón rojo han revelado a todos. Aquellos que no son capaces de cumplir con sus deberes en estricto acuerdo con los arreglos de la obra no tienen el corazón que ama y obedece a Dios. El hombre sólo trabaja para su propio estatus y reputación, además de para sus deseos y necesidades. ¿Es esto considerar la voluntad de Dios y obedecerlo? ¿Califica esto como cumplir con los deberes propios? No sólo algunas personas son fraudulentas, sino que incluso difunden el evangelio usando herejías y falacias y permiten el uso de falsos rumores de los incrédulos para difundir el evangelio. Tales personas ni siquiera son capaces de discernir las herejías y falacias de Satanás. ¿Cómo pueden exaltar y dar testimonio de Dios? Algunas personas hacen cosas a su propia manera durante los momentos críticos de las batallas espirituales y hasta engañan a las personas y tratan de perturbar, destruir y dañar la obra de difundir el evangelio usando herejías y falacias. Tales personas son los secuaces de Satanás. Cualquier líder y colaborador que no es capaz de distinguir las varias herejías y falacias, no tiene la realidad de la verdad. Realmente sería una violación de la verdad si fueran también capaces de difundir el evangelio con rumores infundados. Sería engañar, humillar y resistir a Dios abierta y descaradamente. La naturaleza de tal cuestión no es simplemente la de meramente usar todo tipo de métodos despreciables y bajos para difundir el evangelio. Debajo de todo ello están las maquinaciones de Satanás y la naturaleza de estas personas es el anticristo. Incluso ahora, todavía hay personas que insisten en usar métodos despreciables y bajos para difundir el evangelio. Tales personas no tienen la realidad de la verdad en absoluto y, por consiguiente, recurren a engañar y a hacerle trampa a Dios por medio de medios herejes y torcidos. Esto es meramente la interrupción y perturbación de la obra de difundir el evangelio por parte de los espíritus malignos. Tales personas deben ser despedidas si no se arrepienten. Cualquiera que no difunda el evangelio por medio de practicar la verdad, sino a través de medios herejes y torcidos, es sospechoso y debe ser odiado. Estará en grave peligro si no se arrepiente y no podrá recibir la salvación ni ser perfeccionado. “Si no conoces el carácter de Dios, caerás inevitablemente durante las pruebas, porque no sabes cómo perfecciona Él a las personas ni por qué medios lo hace; y cuando Sus pruebas te sobrevengan y no concuerden con tus conceptos, serás incapaz de mantenerte firme. El amor verdadero de Dios es todo Su carácter, y cuando este se te muestra, ¿qué proporciona esto a tu carne? Cuando se te muestre el carácter justo de Dios, tu carne sufrirá inevitablemente mucho dolor. Si no lo padeces, Dios no puede perfeccionarte ni serás capaz de dedicarle amor sincero. Si Dios te perfecciona, te mostrará sin duda todo Su carácter. Desde el momento de la creación hasta hoy, Él nunca ha mostrado todo Su carácter; sin embargo, durante los últimos días se lo revelará a este grupo de personas a las que ha predestinado y seleccionado. Perfeccionando a las personas deja al descubierto Su carácter, por medio de esto completa a un grupo de personas. Ese es el amor verdadero de Dios por las personas. Experimentar el verdadero amor de Dios por ellas requiere que los seres humanos soporten un dolor extremo, y paguen un alto precio. Sólo después de esto las ganará Dios y serán capaces de devolverle su amor sincero; sólo entonces quedará satisfecho el corazón de Dios. Si las personas desean que Dios las perfeccione, cumplir Su voluntad y darle todo su amor sincero, deben experimentar mucho sufrimiento y muchos tormentos en las diversas circunstancias, sufrir un dolor peor que la muerte y, en última instancia, se verán obligados a devolverle a Dios su corazón sincero. Durante las dificultades y el refinamiento se revela si alguien ama a Dios con sinceridad o no. Dios purifica el amor de las personas, y esto también se logra en medio de los sufrimientos y el refinamiento”.
En verdad, hay algunos líderes y colaboradores en la iglesia que básicamente pueden persistir en cumplir con sus deberes de acuerdo con los arreglos de la obra. Estas personas son las que hacen trabajo práctico de una manera realista. Una vez que entienden la verdad y entran en la realidad, realmente serán perfeccionadas por Dios. Aquellas que realmente aman a Dios tienen una característica distintiva, que es que buscan la verdad y consideran la voluntad de Dios en lo que sea que hagan. Nunca harían cosas que resistan y humillen a Dios. Estas son las personas que temen a Dios y que se apartan del mal. Las que en verdad aman a Dios tienen un corazón que le teme. Ellas serán capaces de abandonar y mantenerse lejos de las acciones malvadas que violan la verdad o de las falacias que no se conforman a la verdad, si encuentran alguna. Sólo llevan a cabo trabajo práctico que se conforme a los requisitos de Dios y buscan y practican la verdad en todas las cosas. Tienen miedo de hacer sin querer cosas que entristezcan y ofendan a Dios. Sólo aquellas que consideran la voluntad de Dios de esta manera son las que de verdad aman a Dios. La clave para saber si una persona tiene amor verdadero por Dios radica en si es capaz de llevar a cabo trabajo práctico de una forma realista al cumplir con sus deberes, y si es capaz de cumplir con sus deberes de acuerdo a la verdad y a los arreglos de la obra; y que ni codicia reputación superficial ni estatus, ni tampoco escucha los comentarios irresponsables de otras personas, sino que sólo le preocupa si Dios está satisfecho, y es capaz de temer a Dios y apartarse del mal. Esa es una persona que realmente ama a Dios. De esto queda claro que si un hombre tiene amor por Dios, se revelará completamente en el cumplimiento de sus deberes.
El amor por Dios se logra gradualmente por medio de buscar la verdad y entrar en la realidad en el transcurso de cumplir con los deberes propios. De hecho, cualquiera que en verdad ama a Dios tiene muchas impurezas dentro de él. Estas impurezas provienen de su naturaleza y carácter satánicos, por lo que aquellos que realmente aman a Dios deben aceptar Su juicio y castigo, al igual que las pruebas y refinamiento, antes de que puedan ser perfeccionados por Él. Es sólo cuando el hombre busca y persigue la verdad, y es podado y tratado durante las pruebas y tribulaciones, que su amor por Dios se volverá más puro y sus impurezas seguramente se reducirán. Si el hombre no busca la verdad, sus impurezas con seguridad serán muchas, aunque fuera capaz de amar a Dios en su corazón. Sólo una persona que está dispuesta a buscar y seguir la verdad en todas las cosas, tiene la realidad de la verdad. Sólo una persona así de verdad ama y obedece a Dios y seguramente tendrá pocas impurezas. Esas personas arrogantes que hacen lo que quieren y no aman ni practican la verdad en absoluto, son las que con certeza tienen demasiadas impurezas y están llenas de carácter satánico. Las impurezas del hombre se manifiestan principalmente en los siguientes cuatros aspectos.
1. Siempre tiene sus propias ideas. En particular, él siempre actúa según su propia voluntad en base a la imaginación del hombre al cumplir con sus deberes y es incapaz de practicar la verdad.
2. Cumple con sus deberes sólo con el propósito de obtener estatus y reputación para satisfacer su vanidad. No es capaz de hacerlo fielmente para corresponder a Dios por Su amor y para satisfacerlo.
3. No practica la verdad de manera concienzuda y presta atención sólo a crear una sensación y a hacer las cosas por inercia para satisfacer sus propios deseos. No piensa en la voluntad de Dios en absoluto.
4. Siempre piensa en su propia salida al cumplir con sus deberes. Cumple con sus deberes sólo con el propósito de obtener recompensas y bendiciones y lograr sus propios fines en vez de llevar a cabo la voluntad de Dios.
Los cuatro aspectos anteriores son las principales impurezas en el hombre al cumplir con sus deberes. Que el hombre tenga estas impurezas demuestra que todavía está viviendo bajo el campo de acción de Satanás y no ha escapado de las cadenas y restricciones de la carne corrupta. No cumple con sus deberes con el propósito de llevar a cabo la voluntad de Dios. Trabaja para su propio estatus al igual que para su futuro y destino. Esto demuestra que el hombre no tiene amor por Dios y que es demasiado egoísta y despreciable. El hombre no debe pensar en su propio futuro y destino si tiene amor a Dios y no debe maquinar ni esforzarse por buscar su propio estatus, vanidad y reputación. Debe cumplir con sus deberes con el propósito de llevar a cabo la voluntad de Dios y satisfacer a Dios. Debe ser capaz de temer a Dios y de apartarse del mal sin importar cómo lo vean y lo traten los demás. Esto es verdadero amor a Dios. ¿Por qué es tan difícil para algunas personas hacer un poco de trabajo práctico, pero crear falsas sensaciones externas les parece como pan comido? Son tan entusiastas cuando se trata de asuntos externos, pero torpes, inútiles y sosas cuando se trata de hacer trabajo práctico. Lo que es la cuestión realmente merece una profunda contemplación. Aquellos que no aman o incluso odian la verdad, tienen demasiada enfermedad e impurezas. Sólo emplean medios herejes y torcidos, lo que es realmente problemático. Las personas que son verdaderamente pragmáticas y que sólo hacen trabajo práctico nunca prestan atención a crear sensación para que otros las puedan admirar. Prestan atención sólo a si hay resultados prácticos y a si satisfacen a Dios. Sólo quieren los resultados prácticos para mejorar aún más y trabajan sólo para llevar a cabo la voluntad de Dios. No les importan las sensaciones ni las formalidades. Tales personas son las que hacen trabajo práctico. Las personas que en verdad aman a Dios prestan la mayor atención a la practicidad y lo que definitivamente más les preocupa es practicar la verdad, porque no hay sensación e incluso menos formalidades superficiales al hacerlo, sólo resultados prácticos. Cuanto más exacta sea la práctica de la verdad, mejores serán los resultados prácticos. Aquellos que no son capaces de amar realmente a Dios al final son personas como Pablo que caminan en la senda del anticristo. Todos los anticristos prestan atención a crear sensación y a hacer un trabajo importante para que los demás puedan respetarlos y admirarlos. Todo lo que hacen es con el propósito de recibir recompensas y la corona. Sencillamente no son capaces de considerar la voluntad de Dios y hacer trabajo práctico por el bien de la entrada en la vida del pueblo escogido de Dios. Esto es extremadamente egoísta y despreciable. Podemos ver que, aunque las personas con hermosas apariencias llaman la atención, tal belleza no dura tanto como un espíritu hermoso. Aunque una hermosa apariencia capta la atención, no puede aguantar permanecer junta por un largo periodo de tiempo. Cuando se ve que el espíritu de una persona no es hermoso o que tiene demasiados defectos, otros lo encontrarán asqueroso y repugnante. Aunque una persona con un espíritu hermoso no llama la atención, ella se podrá mantener firme si tiene humanidad y comenzará a atraer a más personas con el tiempo y a la mayoría de las personas les agradará al final. La búsqueda de amar a Dios es la búsqueda de un espíritu hermoso, la búsqueda de la verdad para vivir una imagen de amar a Dios. Tal persona con certeza será elogiada por Dios y amada por la mayoría de las personas. En el curso de experimentar la obra de Dios, aquellos con dones espirituales que sólo prestan atención a ejercitarlos, descubrirán que sus habilidades se están quedando cada vez más cortas con relación a sus deseos y son realmente incapaces de hacer cualquier trabajo práctico. Los que buscan la verdad, por otro lado, encuentran aún más posibilidades para sí mismos y se vuelven incluso más capaces. Son capaces de hacer trabajo práctico y de mantenerse firmes al final. Que el hombre sea capaz de cumplir con sus deberes como una creación de Dios afecta directamente que tenga un testimonio real. La clave a si el hombre cumple con sus deberes correctamente radica en si tiene amor verdadero por Dios. Que el hombre sea capaz de amar a Dios lo determina todo. Una persona que verdaderamente ama a Dios es una que realmente busca la verdad y una persona que busca la verdad seguramente tendrá verdadero amor por Dios. Queda claro que el verdadero amor a Dios y la búsqueda de la verdad están estrechamente relacionados y son inseparables. Una persona que en verdad ama a Dios es una que realmente tiene la verdad y humanidad. Es una que es amable y que tiene el espíritu más hermoso. Aquellas que han creído en Dios por muchos años, pero no han sido capaces de amarlo, son personas malvadas que son egoístas y despreciables. Todas son como Pablo, que estuvo en la senda del anticristo. Tales personas sólo serán puestas al descubierto y eliminadas al final.
El verdadero amor a Dios se alcanza por medio de entender la verdad y conocerlo a Él. Cuando el hombre sabe que el carácter de Dios es justicia, santidad, rectitud y bondad, naturalmente sentirá Su hermosura. Cuando el hombre ve que lo que Dios tiene y es son todas cosas positivas y la verdad, naturalmente sentirá que Él es realmente demasiado hermoso. Cuando el hombre ve que Dios es sencillamente demasiado hermoso, naturalmente lo amará en su corazón. ¿Qué, entonces, es el verdadero amor? “‘Amor’, como se le dice, se refiere a una emoción pura sin mancha, donde usas tu corazón para amar, sentir y ser considerado. En el amor no hay condiciones, no hay barreras y no hay distancia. En el amor no hay sospecha ni engaño ni malicia. En el amor no hay distancia ni nada impuro. Si amas, entonces no engañas, no te quejas, no traicionas, no te rebelas, no tomas ni pides para recibir algo o una cierta cantidad. Si amas, entonces alegremente te sacrificas, soportas dificultades y eres compatible conmigo. Darías tu todo por Mí: tu familia, tu futuro, tu juventud y tu matrimonio. ¡De otro modo tu amor para nada es amor sino engaño y traición!”. Cuando el corazón del hombre es capaz de amar en verdad a Dios, podrá considerar Su voluntad y estar de Su lado en todo, obedeciendo sólo la verdad y la palabra de Dios, así como haciendo todo lo que pueda para ser fiel a Él. Entonces será capaz de amar lo que Dios ama y de odiar lo que Él odia. Podrá pensar lo que Dios piensa y preocuparse por lo que a Dios le preocupa al cumplir con sus deberes. Satisfacer a Dios es lo más importante para él. Entonces será capaz de temer a Dios, de apartarse del mal y de odiar a todas las personas, asuntos y cosas que provengan de Satanás. Cuanto más una persona ame de verdad a Dios, más fuerte será su temor de Dios. Tiene miedo de entristecer a Dios en lo que hace, por lo que es capaz de buscar la verdad en todo. Nunca hará nada malvado que vaya en contra de la voluntad de Dios y que lo resista. Se enfoca solamente en hacer trabajo práctico para lograr resultados prácticos con el fin de satisfacer a Dios. Una persona que de verdad ama Dios será capaz de entender Su voluntad y podrá actuar en concordancia con Él y ofrecerse para entregarse sinceramente a Él. Dedicará su vida a llevar a cabo la voluntad de Dios y a completar lo que Él le ha confiado. Este es el mayor deseo y búsqueda de su vida y, por consiguiente, una persona que realmente ama a Dios es capaz de abandonar la carne y completar lo que Dios le ha confiado, sin importar cuánto dolor tenga que sufrir, con el objetivo de desempeñar sus deberes a la altura del estándar. Preferirá morir antes que someterse a Satanás cuando se encuentra con pruebas y tribulaciones. Permanecerá fiel a Dios y lo obedecerá hasta su último aliento y dará un hermoso y rotundo testimonio al final. El verdadero amor a Dios se logra poco a poco por medio de buscar la verdad y es perfeccionado por medio de sufrir el juicio y castigo de Dios, así como pruebas y refinamiento. El hombre será capaz de amar verdaderamente a Dios cuando tenga un corazón que quiere amarle y temerle, y cuando sea capaz de buscar la verdad y de someterse a la obra de Dios, porque Dios ha decidido perfeccionar a un grupo de personas que lo aman en Su obra durante los últimos días. El hombre será perfeccionado por la obra del Espíritu Santo siempre y cuando en verdad ame a Dios y desee convertirse en alguien que lo ame. Esto es seguro.
El pueblo escogido de Dios ha descubierto verdaderamente que Dios es el más hermoso, sólo después de haber pasado por la cruel persecución por el gran dragón rojo. El hombre nunca sería capaz de conocer realmente la obra de Dios si no hubiera sido por la cruel persecución y opresión del gran dragón rojo y nunca sería capaz de descubrir aún más de la hermosura de Dios. El gran dragón rojo como un contraste y un objeto de servicio ha logrado ciertamente su efecto deseado. “Que las personas sean capaces de descubrir la hermosura de Dios, de buscar el camino de amar a Dios en esta era y que estén dispuestas a aceptar el entrenamiento del reino de hoy, todo esto es la gracia de Dios y, aún más, es Él levantando a la humanidad. Siempre que pienso en esto, siento con fuerza la hermosura de Dios. Es de verdad que Dios nos ama. De lo contrario, ¿quién podría descubrir Su hermosura?”. Es Dios quien nos ha guiado en el camino hacia Su reino. Todo el pueblo escogido de Dios ha sentido que el camino a Su reino es realmente arduo y traicionero después de haber pasado por la persecución y opresión del gran dragón rojo. Es un camino plagado de dificultades y peligros, así como de batallas espirituales. El hombre debe ser obligado a buscar la verdad y cumplir con sus deberes cuando se enfrenta con la verdadera salvación de Dios. Sin embargo, el gran dragón rojo sigue en pie de guerra para obstruir y restringir al pueblo escogido de Dios en todos los sentidos y lo captura y persigue de una manera frenética. Esto nos hace recordar cómo los israelitas fueron obstruidos por las fuerzas malvadas del faraón cuando se preparaban para salir de Egipto hacia la tierra de Canaán durante la Era de la Ley. El faraón fue obligado a ceder al final, sólo después de que Dios había enviado diez plagas a Egipto y fue cuando él les permitió a los israelitas seguir y servir a Dios. Los israelitas fueron rodeados por el ejército del faraón cuando estaban cruzando el Mar Rojo. El ejército del faraón fue diezmado al final cuando Dios intervino con Sus milagros. Ahora, el pueblo escogido de Dios en China también debe pasar por la frenética persecución y opresión del gran dragón rojo antes de que pueda ser salvado y perfeccionado. Quien sea capaz de trascender al engaño, servidumbre, opresión y persecución del gran dragón rojo y triunfar sobre su influencia, y continuar siendo capaz de seguir y obedecer a Dios para cumplir con sus deberes adecuadamente a pesar de la frenética persecución y oposición del gran dragón rojo, será quien sea salvado y perfeccionado por Dios y será una persona calificada del pueblo de Dios en el reino. Quien se desmorone con miedo ante el engaño, servidumbre, arresto y persecución del gran dragón rojo y se someta a él completamente, habrá fracasado y será eliminado. Este es el hecho y realmente así sucederá. Por lo tanto, el hombre no será capaz de estar en el camino a la salvación si no ama la verdad. Si el hombre tiene miedo al ver la persecución y opresión del gran dragón rojo y se retira aterrado y vive en cobardía, no recibirá la salvación de Dios. Su destino final será el ser destruido junto con las fuerzas del mal del gran dragón rojo. Esto se debe a que el hombre no será capaz de verdaderamente seguir y obedecer a Dios si es engañado, atado y controlado por el gran dragón rojo y no podrá amarlo y adorarlo a Él. Este es el hecho. Si el hombre sigue siendo capaz de adorar al gran dragón rojo y de buscar estatus, reputación y futuro, con seguridad lo seguirá. Entonces no podrá recibir la salvación y será el objeto de la perdición y destrucción. El hombre debe, por lo tanto, tomar una decisión entre el gran dragón rojo y Dios. Tendría que abandonar al gran dragón rojo si decidiera seguir y obedecer a Dios. No hay senda intermedia por la cual andar. Todos los sumisos, los que no toman partido y los que se quedan mirando desde la barrera, están del lado de Satanás. Son personas que no se han vuelto realmente a Dios y definitivamente no podrán recibir la salvación. Una persona primero tiene que ver las intenciones de la maldad y fealdad del gran dragón rojo antes de poder odiarlo y abandonarlo, si decide buscar la verdad y recibir la salvación. Sería difícil para el hombre descubrir las cosas positivas y la naturaleza de la verdad que es belleza, bondad y luz, sin el contraste ofrecido por esto negativo, el gran dragón rojo. Sería incluso más difícil para el hombre descubrir el verdadero amor de Dios por él. Sería difícil para el hombre conocer verdaderamente el carácter de justicia de Dios y Su hermosa y benigna esencia. Por lo tanto, Dios usa al gran dragón rojo como un contraste y un objeto de servicio completamente con el propósito de perfeccionar a Sus escogidos para que lo puedan conocer, amar, obedecer y adorar a Él. El arreglo de Dios y Su utilización del gran dragón rojo como un contraste y un objeto de servicio simplemente son demasiado significativos. El pueblo escogido de Dios definitivamente debe pelear en contra de las fuerzas de Satanás si decide buscar la verdad y experimentar la obra de Dios. Debe buscar la verdad para amar a Dios realmente antes de que pueda ser capaz de mantenerse firme en la batalla contra las fuerzas de Satanás. Por lo tanto, debe buscar y seguir la verdad a pesar del frenético ataque y la cruel persecución del gran dragón rojo. No debe ser asustado por el gran dragón rojo ni abandonar la verdad, sino que debe aprender a conocer la voluntad de Dios y Su obra en las batallas espirituales. Sólo podrá cumplir con los requisitos de Dios de esta manera y entrar a la realidad de la verdad para convertirse en personas que en verdad aman a Dios y que dan testimonios hermosos y rotundos.
El pueblo escogido de Dios debe saber cuáles son los principales efectos que Dios quiere lograr cuando Él usa al gran dragón rojo como un contraste y un objeto de servicio para la entrada en la vida de Sus escogidos en Su obra durante los últimos días, si ellos decidieran buscar la verdad para convertirse en personas que realmente aman a Dios y para ser perfeccionadas por Él. El pueblo escogido de Dios debe estar claro sobre esto. Expondré ahora los siete efectos principales en detalle, de la siguiente manera:
1. Cuanto más el gran dragón rojo capture y persiga cruel y desvergonzadamente al pueblo escogido de Dios, llevando a cabo búsquedas y arrestos, confiscando sus propiedades, cometiendo robos y tomando por la fuerza sus bienes muebles, al igual que torturándolo y persiguiéndolo con toda clase de herramientas de tortura y métodos vandálicos, más podrán ver los elegidos de Dios que el verdadero rostro de Satanás del gran dragón rojo está lleno de maldad y es completamente inhumano, y más podrán ver que el gran dragón rojo es, en efecto, el enemigo y oponente de Dios, y que es Satanás el diablo el que corrompe y devora a la humanidad. El estatus del gran dragón rojo en los corazones de las personas caerá rotundamente y nadie lo adorará ni lo seguirá otra vez, porque el hombre habrá visto el verdadero rostro del gran dragón rojo. Lo odiará hasta la médula y lo abandonará.
2. Después de haber experimentado los arrestos desenfrenados y las persecuciones crueles del gran dragón rojo, el pueblo escogido de Dios ha visto que el gran dragón rojo es las fuerzas del mal de Satanás. Todo lo que hace va en contra del cielo y es perverso. Los escogidos de Dios finalmente son capaces de discernir lo que es la justicia y lo que es el mal, lo que es la oscuridad y lo que es la luz, lo que son la belleza y la bondad y lo que es la fealdad, lo que es la mentira y lo que es la verdad, lo que es la humanidad y lo que es el diablo, lo que es la dignidad y lo que es la esclavitud, lo que es la felicidad y lo que es el dolor, así como lo que son las cosas positivas y lo que son las cosas negativas. Sin el gran dragón rojo sirviendo como un contraste, los escogidos de Dios no podrán entender tales verdades ni podrán volverse realmente a Dios y ser salvados.
3. Es gracias a los ataques desenfrenados y a las persecuciones crueles del gran dragón rojo que el pueblo escogido de Dios puede sentir aún más que sólo Dios es hermoso, que sólo Dios ama verdaderamente al hombre y que sólo Dios puede salvar al hombre de la influencia de Satanás y traer verdadera felicidad a la vida de la humanidad. Las fuerzas del mal del gran dragón rojo son el rey demonio que corrompe, engatusa, ata y devora a la humanidad. El pueblo escogido de Dios hará una clara distinción entre amor y odio de esta manera, y será capaz de ver que sólo Dios es amor, salvación, justicia y luz. Entonces podrá amar lo que Dios ama y odiar lo que Él odia. No será engañado por el gran dragón rojo y será capaz de hacer todo lo posible para abandonarlo y escapar de la influencia de la oscuridad de Satanás tan rápido como pueda. De esta manera, los elegidos de Dios podrán volverse en verdad a Dios y ser salvados.
4. Cuanto más el gran dragón rojo ataque maníacamente y persiga cruelmente al pueblo escogido de Dios, más instará a los elegidos de Dios a reflexionar sobre haber sido engañados y corrompidos por él por tantos años. Entonces llegarán a conocer que están llenos de los venenos del gran dragón rojo y que se han sido transformados completamente en los demonios que resisten a Dios y no tienen semejanza humana en absoluto. Tal reflexión y despertar hará que los escogidos de Dios vean la verdad de haber sido corrompidos por Satanás y sepan que su naturaleza y esencia llena del carácter de Satanás, es por completo el resultado trágico de haber sido corrompidos y afligidos por el gran dragón rojo. Esto ha provocado más todavía el odio del pueblo escogido de Dios por el gran dragón rojo y sus maldiciones contra él. También ha conmovido sus corazones para abandonarlo y para seguir y someterse a Dios. No descansarán ni morirán en paz si su creencia en Dios no resulta en su salvación y perfección por Dios.
5. La cruel persecución del gran dragón rojo hace que el pueblo escogido de Dios vea claramente por sí mismo la oscuridad y el mal del mundo, al igual que sepa que la raíz de la corrupción de la humanidad son las fuerzas satánicas del gran dragón rojo. Todas las calamidades con las que el pueblo chino se ha encontrado han sido provocadas por la oposición desenfrenada del gran dragón rojo en contra de Dios, sus perversos actos contra el cielo y sus pecados atroces. Como los elegidos de Dios odian y maldicen al gran dragón rojo con pasión, esto refuerza su fe al seguir y someterse a Dios. Son capaces de abandonar el mundo y sus tendencias, ofrecerse para entregarse sinceramente a Dios, dedicarse a la difusión de Su evangelio del reino, pasar el resto de sus vidas esforzándose duro en las causas justas para corresponder al amor de Dios y alcanzar sus metas de buscar la verdad y vivir una vida verdadera.
6. Las persecuciones y opresión del gran dragón rojo han hecho pasar al pueblo escogido de Dios por mucho dolor y sufrimiento y este ha llegado a saber que estaría decepcionando a Dios si no cumple bien con sus deberes, y que sólo es cumpliendo bien con sus deberes, que puede corresponder al amor de Dios y consolar Su corazón. Cuanto más el hombre sea torturado y afligido por el gran dragón rojo, más pensará en el amor de Dios; cuanto más vea cuán hermoso es Dios, más querrá entonces cumplir bien con sus deberes para corresponder al amor de Dios y satisfacerlo. Las persecuciones y opresión del gran dragón rojo han llevado al pueblo escogido de Dios a profundizar su amor por Él y han encendido su voluntad para seguirlo y servirlo. Han hecho que los elegidos de Dios sean capaces de buscar la verdad, así como de buscar conocer a Dios, amarlo y vivir la imagen de ellos amando a Dios. Estos son los efectos que resultaron de las crueles persecuciones y opresión del gran dragón rojo.
7. Cuanto más el gran dragón rojo persigue cruelmente al pueblo elegido de Dios, este más lo odia. El pueblo escogido de Dios será, por consiguiente, capaz de hacer todo lo posible por buscar la verdad y cumplir con sus deberes como creación de Dios y por ser perfeccionado por Él en medio de toda clase de pruebas y tribulaciones. Son tales pruebas y tribulaciones resultantes de las persecuciones y opresión del gran dragón rojo las que crearon las condiciones para la perfección de Dios de Su pueblo escogido. Aunque las persecuciones y cruel opresión del gran dragón rojo han hecho que el pueblo escogido de Dios pase por incontables sufrimientos y torturas, ellas han ayudado a los escogidos de Dios a entender la verdad y a lograr un cambio en su carácter para convertirse en personas que realmente aman a Dios. Estas pruebas y tribulaciones provocadas por las persecuciones y opresión del gran dragón rojo han sido usadas por Dios para Su propósito de perfeccionar a Su pueblo escogido. Es claro ver cómo la sabiduría de Dios se ejerce en base a las maquinaciones de Satanás.
Los efectos en los siete aspectos anteriores son el resultado de que el gran dragón rojo sea el contraste y objeto de servicio. Hemos visto que muchos del pueblo escogido de Dios han obtenido la certeza del camino verdadero, han encontrado su determinación y han desarrollado su valentía a través de experimentar la persecución y opresión del gran dragón rojo. Esto es un hecho. El hombre no sería motivado en su creencia en Dios sin presión. Debido a los arrestos desenfrenados y a las persecuciones crueles del gran dragón rojo, el pueblo escogido de Dios ha abandonado su búsqueda de vidas cómodas y decadentes. Ha abandonado y dejado las tendencias del mundo para unirse a las filas de las personas que experimentan la obra de Dios. La senda de retirada para seguir al mundo ha sido acordonada y sólo podrá dedicarse a seguir a Dios y a buscar la verdad para estar en la senda que conduce al reino de Dios. Tal efecto habría sido difícil de lograr si no hubiera sido por las persecuciones y opresión del gran dragón rojo. Hemos leído los testimonios escritos por los escogidos de Dios que han sufrido los arrestos y persecuciones del gran dragón rojo. Todos los recuentos vívidos expresaban su odio por el gran dragón rojo y su verdadero amor por Dios. Todas las personas que aman la verdad están aún más decididas a seguir a Dios cuando se enfrentan con las tribulaciones de las persecuciones del gran dragón rojo. No sólo no están aterradas ni derrotadas por la influencia del gran dragón rojo, sino que su voluntad, fe y lealtad en seguir y someterse a Dios más bien están siendo conmovidas. No descansarán hasta que hayan obtenido la verdad y ganado a Dios. Estos son los efectos logrados por Dios cuando Él usa al gran dragón rojo como un contraste y un objeto de servicio. Estas diferentes pruebas, refinamientos, persecuciones y tribulaciones creados por el gran dragón rojo, enseñaron a los escogidos de Dios muchas lecciones y ellos comienzan a entender la verdad y entrar en la realidad. “Entre mayor sea el refinamiento que Dios lleve a cabo, más pueden los corazones de las personas amar a Dios. El tormento en sus corazones es benéfico para sus vidas, son más capaces de estar en paz delante de Dios, su relación con Dios es más cercana y están más capacitados para ver el amor supremo de Dios y Su suprema salvación. Pedro experimentó el refinamiento cientos de veces y Job pasó por varias pruebas. Si vosotros queréis que Dios os perfeccione, también debéis pasar por el refinamiento cientos de veces; sólo si tenéis que pasar por este proceso, y tenéis que depender de este paso, podréis ser capaces de satisfacer la voluntad de Dios y de que Dios os perfeccione. El refinamiento es el mejor medio por el cual Dios hace perfectas a las personas; sólo el refinamiento y las pruebas amargas pueden suscitar el verdadero amor por Dios en los corazones de las personas. Sin las dificultades, las personas carecen del verdadero amor por Dios; si no son probadas en su interior ni son realmente sometidas al refinamiento, entonces sus corazones siempre estarán flotando en el mundo exterior. Después de haber sido refinado hasta cierto punto, verás tu propia debilidad y dificultades, verás cuánto te hace falta, no podrás vencer los muchos problemas con los que te encuentres y verás qué tan grande es tu desobediencia. Sólo durante las pruebas podrás realmente conocer tu verdadera condición y las pruebas te capacitarán mejor para ser perfeccionado”.
El pueblo escogido de Dios está comenzando a buscar la verdad mientras está cumpliendo con sus deberes. Ha pasado por mucho sufrimiento, especialmente por causa de las persecuciones, opresión y toda clase de tribulaciones del gran dragón rojo. Aunque estos sufrimientos han sido causados por la oposición desenfrenada a Dios del gran dragón rojo, han sido muy beneficiosos y significativos para completar el cambio en el carácter de vida de los escogidos de Dios. Estos sufrimientos se convertirán en la riqueza de sus vidas. El pueblo escogido de Dios será perfeccionado en el pueblo de Dios una vez que haya terminado de pasar por estos sufrimientos. Así como dice la palabra de Dios: “Tal vez vosotros recordáis estas palabras: ‘Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación’. En el pasado, vosotros habéis oído esta sentencia, sin embargo, nadie comprendió su verdadero significado. Hoy en día, vosotros conocéis bien el verdadero significado que ella posee. Estas palabras reflejan lo que Dios logrará en los últimos días. Y serán cumplidas sobre aquellos cruelmente afligidos por el gran dragón rojo en la tierra donde se encuentra. El gran dragón rojo persigue a Dios y es el enemigo de Dios, por lo que, en esta tierra, los que creen en Dios son sometidos a humillación y persecución. Es por ello que estas palabras se volverán ciertas en vuestro grupo de personas. A medida que la obra se lleva a cabo en una tierra que se opone a Dios, toda Su obra se encuentra con un obstáculo desmesurado, y muchas de Sus palabras no pueden cumplirse en el momento oportuno; por lo que la gente es refinada a causa de las palabras de Dios. Esto también es un elemento de sufrimiento. Es muy arduo para Dios llevar a cabo Su obra en la tierra del gran dragón rojo, pero es a través de esta dificultad que Dios realiza una etapa de Su obra para manifestar Su sabiduría y acciones maravillosas. Dios aprovecha esta oportunidad para hacer que este grupo de personas sean completadas. Debido al sufrimiento de la gente, su calibre, y todo el carácter satánico de la gente en esta tierra impura, Dios lleva a cabo Su obra de purificación y conquista, de manera que, al hacerlo así, Él pueda obtener la gloria y ganar a los que dan el testimonio de Sus obras. Esta es la relevancia completa de todos los sacrificios que Dios ha hecho para este grupo de personas. Es decir, Dios hace la obra de conquista sólo a través de los que se oponen a Él. Por tanto, sólo al hacerlo de esta manera, el gran poder de Dios puede manifestarse. En otras palabras, sólo los que están en la tierra impura son dignos de heredar la gloria de Dios, y sólo esto puede dar prominencia al gran poder de Dios. Por eso digo que la gloria de Dios se obtiene en la tierra impura y de aquellos que viven en su interior. Esta es la voluntad de Dios. Esto es igual a la etapa de la obra de Jesús; Él solamente podía ser glorificado entre aquellos fariseos que lo persiguieron. Si no hubiese sido por dicha persecución y por la traición de Judas, Jesús no habría sido ridiculizado o calumniado, ni mucho menos crucificado, y por tanto nunca hubiese obtenido la gloria. Dondequiera que Dios obra en cada era, y dondequiera que Él realiza Su obra en la carne, Él obtiene la gloria allí y allí también se gana a quienes Él tiene la intención de ganar. Este es el plan de la obra de Dios, y esta es Su gestión”. “Entre vosotros, no hay un solo hombre que reciba la protección de la ley; más bien, estáis penalizados por la ley, y la mayor dificultad es que ningún hombre os comprende, ya sea vuestros familiares, vuestros padres, vuestros amigos o vuestros colegas. Nadie os comprende. Cuando Dios os rechaza, no hay manera de que continuéis viviendo en la tierra. Pero, aun así, la gente no puede soportar dejar a Dios; esta es la relevancia de la conquista de Dios sobre la gente, y esto es la gloria de Dios. Lo que habéis heredado en el presente supera lo heredado por todos los antiguos apóstoles y profetas, y es incluso más grande que lo heredado por Moisés y Pedro. Las bendiciones no pueden ser recibidas en un día o dos; deben ser ganadas por medio de mucho sacrificio. Es decir, debéis poseer un amor refinado, una gran fe, y las muchas verdades que Dios os pide que alcancéis. Además, debéis ser capaces de dirigir vuestro rostro hacia la justicia y nunca dejaros intimidar o ser sometidos, y debéis mantener un amor constante e inquebrantable por Dios. Se os exige resolución, como también un cambio en vuestro carácter de la vida; vuestra corrupción debe ser curada, y debéis aceptar toda la orquestación de Dios sin quejaros, e incluso ser obedientes hasta la muerte. Esto es lo que debéis lograr. Este es el objetivo final de Dios y las exigencias que Dios pide a este grupo de personas. A medida que Él os confiere, también Él debe pediros cosas a cambio y haceros las exigencias apropiadas. Por tanto, toda la obra de Dios no es sin razón, y desde allí puede verse por qué Dios, una y otra vez, realiza una obra de altos estándares y requisitos estrictos. Es por ello que vosotros debéis estar llenos de fe en Dios. En resumen, toda la obra de Dios es hecha por vuestro bien, para que seáis dignos de recibir Su heredad. Esto no es tanto por el bien de la propia gloria de Dios, sino por el bien de vuestra salvación y para el perfeccionamiento de este grupo de personas que sufren profundamente en la tierra impura. Debéis comprender la voluntad de Dios”. “Deberéis ver que la voluntad y la obra de Dios no son tan simples como la creación de los cielos y de la tierra y de todas las cosas. Porque la obra del presente es transformar a los que han sido corrompidos, a los que han llegado a ser extremadamente insensibles, y purificar a los que fueron creados y luego procesados por Satanás; no es crear a Adán y a Eva, y mucho menos tiene que ver con crear la luz o crear todo tipo de plantas y animales. Su obra en el presente es purificar todo lo que ha sido corrompido por Satanás a fin de poderlo rescatar y convertirlo en Su posesión y Su gloria. Dicha obra no es tan sencilla como el hombre imagina la creación de los cielos y la tierra y de todas las cosas, y no es equivalente a la obra de maldecir a Satanás y enviarlo al abismo, como el hombre imagina. Más bien, tiene que ver con transformar al hombre, con volver lo que es negativo en positivo, y obtener posesión sobre aquello que no le pertenece. Esta es la verdad interna de esta etapa de la obra de Dios. Debéis daros cuenta de ello, y no debéis simplificar las cosas. La obra de Dios no es como ninguna obra ordinaria. Su maravilla no puede ser concebida por la mente del hombre, y su sabiduría no puede ser alcanzada por el hombre. Dios no está creando todas las cosas, y tampoco las está destruyendo. Más bien, Él está cambiando toda Su creación y purificando todas las cosas que han sido contaminadas por Satanás. Por lo tanto, Dios iniciará una obra de gran magnitud, y esta es la relevancia total de la obra de Dios. De estas palabras, ¿crees que la obra de Dios es tan sencilla?”. “Toda la obra de Dios en el universo entero se ha centrado en este grupo de personas. Él ha dedicado todos Sus esfuerzos a vosotros y ha sacrificado todo por vosotros; Él ha reclamado y os ha dado toda la obra del Espíritu sobre todo el universo. Por eso es que os digo que sois afortunados. Más aún, Él ha desplazado Su gloria de Israel, Su pueblo elegido, a vosotros, con el fin de lograr que el propósito de Su plan se manifieste completamente a través de vuestro grupo de personas. Por lo tanto, vosotros sois los que vais a recibir la herencia de Dios, y aún más, vosotros sois los herederos de la gloria de Dios”.
El pueblo escogido de Dios ahora sabe que debe cumplir con sus deberes como creación de Dios al experimentar Su obra, para poder obtener más de la obra del Espíritu Santo. Es muy importante cumplir con los criterios para cumplir con los deberes propios al buscar la verdad, porque si el hombre cumple con sus deberes adecuadamente, involucra la cuestión de si tiene la realidad de la verdad, así como de si es capaz de practicar la verdad y de obedecer a Dios. Esto afecta directamente si una persona es capaz de convertirse en una persona honesta. Una persona que no busque la verdad no cumplirá con sus deberes adecuadamente. Debido a que el hombre tiene un carácter corrupto, no le será posible someterse verdaderamente a Dios y tampoco le será posible ser absolutamente fiel. Por lo tanto, el hombre sólo puede conocer la esencia de su propia naturaleza, así como la verdad de su corrupción, buscando la verdad y pasando por varias pruebas y refinamiento. Sólo entonces podrá entender realmente la verdad y abandonar completamente su carne; podrá lograr los criterios para cumplir con sus deberes en concordancia con la palabra de Dios y obedeciéndolo sin ser restringido por ningún hombre, asunto o cosa; y podrá vivir la semejanza de un verdadero hombre. Es imposible para el hombre obedecer verdaderamente a Dios si no tiene un corazón que lo ame ni tampoco tendrá la determinación de practicar la verdad. El hombre no podría cumplir con su deber de una manera calificada de esta manera. Que el hombre tenga un corazón que ame a Dios, es simplemente demasiado crucial. “Por tanto, buscar activamente cumplir con el propio deber como criatura de Dios es la senda hacia el éxito; buscar la senda de un amor verdadero a Dios es la senda más correcta; buscar cambios en el viejo carácter propio y un amor puro a Dios, es la senda hacia el éxito”.
Las personas que realmente aman a Dios son capaces de cuidar de la voluntad de Dios en todas las cosas. Todo lo que les preocupa es cómo satisfacer a Dios y cómo terminar todo lo que Él les ha confiado. Aquellos que aman a Dios se enfocarán en cumplir bien con sus deberes y finalizar todo lo que Él les ha confiado. Esta es la práctica básica de amar a Dios. Una persona no tiene un corazón que realmente ame a Dios si no cumple con sus deberes de una manera calificada. Incluso si asegura amar a Dios, todo es charla vacía. Amar verdaderamente a Dios es satisfacerlo, y satisfacer a Dios sólo se puede lograr con el cumplimiento de los deberes propios, porque Dios no tiene otros requisitos y el cumplimiento de los deberes propios de una manera calificada es precisamente la voluntad y el requisito de Dios. Por lo tanto, las personas que realmente aman a Dios harán el esfuerzo de buscar la verdad y de resolver los problemas de hacer las cosas por inercia al igual que los de fraude y engaño en el cumplimiento de sus deberes, con el fin de cumplir fielmente con sus deberes, satisfacer a Dios y ganar la aprobación de los escogidos de Dios. Este es el criterio para cumplir con los deberes propios de una manera calificada. Una persona verdaderamente obedece a Dios cuando es capaz de cumplir con sus deberes de una manera calificada. Sólo entonces es una que realmente ama a Dios y que ha vivido la semejanza de un hombre verdadero. “Debes experimentar de forma que Dios sea tu vida, que si te lo quitan sea como perder tu vida; Él debe ser tu vida y tienes que ser incapaz de abandonarlo. De esta forma, lo habrás experimentado realmente; en este momento, cuando lo ames de nuevo, lo harás sinceramente y será un amor puro, singular. Un día, cuando tus experiencias sean tales que tu vida haya alcanzado un determinado punto, orarás a Dios, comerás y beberás Sus palabras, y serás incapaz en tu interior de dejarlo; aunque quisieras, no podrías olvidarlo. Él se habrá convertido en tu vida; puedes olvidar al mundo, a tu esposa y a tus hijos, pero tendrás problemas para olvidar a Dios. Es imposible, esta es tu vida real y tu amor sincero por Dios. Cuando el amor de las personas hacia Él ha alcanzado cierto punto, nada de lo que aman es igual a su amor a Dios, Él es su amor número uno, y así son capaces de entregar todo lo demás. Están dispuestos a aceptar todo tratamiento y poda por parte de Él. Cuando hayas conseguido un amor a Dios que sobrepase a todo lo demás, vivirás en la realidad y en el amor de Dios”.
El pueblo escogido de Dios ahora ha sentido que la búsqueda de la verdad es fundamental en la creencia de Dios. El verdadero amor por Dios es la realidad de esa creencia y, aún más, la práctica y entrada de la obediencia a Él. Si el hombre no busca la verdad, su creencia en Dios estará vacía. El hombre no tiene humanidad si no es capaz de amar a Dios. Sólo una persona que busca la verdad es capaz de amar y obedecer a Dios en su creencia en Dios. El objetivo de la búsqueda de la verdad es, por lo tanto, conocer a Dios y el efecto de esto es ser capaz de amarlo realmente a Él. El propósito de la búsqueda de la verdad es, por consiguiente, ser capaz de verdaderamente obedecer, dar testimonio, servir y adorar a Dios. Queda claro entonces que la búsqueda de la verdad es simplemente demasiado significativa. Una persona que en verdad ama a Dios seguramente estará equipada con tres criterios:
Primero, teme y reverencia a Dios y se aparta del mal. No será engañada ni influenciada por las fuerzas del mal de Satanás ni por toda clase de falacias. Sólo es obediente y fiel a Dios.
Segundo, es capaz de cumplir con sus deberes de una manera calificada, lo cual es exaltar y dar testimonio de Dios y servir Su voluntad con el fin de finalizar todo lo que Dios le ha confiado.
Tercero, es capaz de ser una persona honesta y de tener relaciones interpersonales normales. Es capaz de vivir en amor y en la luz, al igual que vivir la semejanza de un hombre verdadero.
Una persona que en verdad ama a Dios es una que es salvada y perfeccionada por Dios. Es una que recibe toda la gracia salvadora de Dios y es capaz de heredar las promesas y bendiciones de Dios. “Si, en el camino hacia el amor a Dios, eres capaz de ponerte de Su lado cuando lucha con Satanás, y no acudes a este, habrás conseguido el amor de Dios, y te habrás mantenido firme en tu testimonio”. “Todos los que verdaderamente aman a Dios al final permanecerán en el reino y Dios no maltratará a ninguno que verdaderamente lo ame”.
El pueblo escogido de Dios ahora ha sentido en el cumplimiento de sus deberes, que no será capaz de cumplir con sus deberes de una manera calificada si su entendimiento de la verdad es demasiado superficial. Ha llegado, por consiguiente, a conocer la importancia de buscar la verdad. El hombre poco a poco desarrolla obediencia y fidelidad a Dios debido a su determinación de buscar la verdad. Es capaz de obedecer y aceptar cualquier poda y trato que enfrente y podrá ver lo que a él mismo le falta mientras ayuda a otros. Él también se está ayudando a sí mismo de esta manera. Es capaz de tratar a los hermanos y hermanas con amor cuando busca la verdad y practica el amor a Dios. Es capaz de apoyar y ayudar con amor a aquellos que tienen sólo un rayo de esperanza de recibir la salvación, sin restringirlos ni oprimirlos en absoluto. Es capaz de llevarse armoniosamente bien con los hermanos y hermanas y vivir en amor y en la luz, así como de ser de un mismo corazón y sentir con ellos. De esta manera, el reino de Cristo realmente aparecerá. Este es el resultado logrado por la experiencia del pueblo escogido de Dios de la obra de Dios y de la búsqueda de la verdad, de lo cual el papel del gran dragón rojo como un contraste y un objeto de servicio es un contribuyente. Es por eso que los escogidos de Dios definitivamente no podrán lograr semejante resultado tan rápidamente si no hubiera sido por las varias pruebas, refinamientos y tribulaciones provocadas por los ataques desenfrenados y las persecuciones crueles del gran dragón rojo. Aunque la calidad de lo que sea que produzca el gran dragón rojo es mediocre, las pruebas, refinamientos y tribulaciones que él crea son, en efecto, los suficientemente malos, oscuros y atroces. Se desarrollan a partir de la naturaleza diabólica del gran dragón rojo y son completamente adecuados para ser usados para probar y refinar a los escogidos de Dios que son, subsecuentemente, perfeccionados por medio de la iluminación, esclarecimiento y la obra del Espíritu Santo. Esta es, por lo tanto, una oportunidad extremadamente buena para que el pueblo escogido de Dios experimente la obra de Dios para lograr la perfección por parte de Dios. “Dios realiza la obra de juicio y castigo para que el hombre pueda conocerle, y por amor a Su testimonio. Sin Su juicio sobre el carácter corrupto del ser humano, el hombre no conocería Su carácter justo que no permite ofensa alguna, y no podría apartarse de su viejo conocimiento de Dios para adoptar el nuevo. Por amor a Su testimonio y a Su gestión, Él hace pública Su totalidad, capacitando así al hombre para lograr el conocimiento de Dios, cambiar su carácter y dar un resonante testimonio de Él por medio de Su aparición pública. El cambio se logra en el carácter del hombre a través de distintos tipos de la obra de Dios; sin estos cambios en el carácter del hombre, este sería incapaz de dar testimonio de Dios y no podría ser conforme a Su corazón. Los cambios en el carácter del hombre significan que se ha liberado de la atadura de Satanás, de la influencia de la oscuridad, y que se ha convertido de verdad en un modelo y una muestra de la obra de Dios, que de verdad ha llegado a ser un testigo suyo y alguien que es conforme a Su corazón. Hoy, el Dios encarnado ha venido a hacer Su obra en la tierra, y exige que el hombre logre conocerle, obedecerle, y dé testimonio de Él; que conozca Su obra práctica y normal, que obedezca todas Sus palabras y Su obra que no concuerdan con los conceptos del hombre, y dé testimonio de toda Su obra de salvación del hombre, y todos los hechos que Él hace y que vencen al hombre. Los que dan testimonio de Dios tienen que poseer un conocimiento de Él; sólo este tipo de testimonio es preciso, práctico y el único que puede avergonzar a Satanás. Dios usa a aquellos que han llegado a conocerle pasando por Su juicio y Su castigo, por Su trato y Su poda, para que lleven testimonio de Él; Él usa a los que han sido corrompidos por Satanás para que den testimonio de Él; así también usa a aquellos cuyo carácter ha cambiado y que se han ganado, así, Sus bendiciones, para que den testimonio de Él. No necesita que el hombre lo alabe sólo de palabras ni la alabanza y el testimonio del tipo de Satanás, que no ha sido salvada por Él. Sólo aquellos que conocen a Dios, y cuyo carácter ha cambiado, están cualificados para dar testimonio de Él, y Él no permitirá que el hombre acarree vergüenza deliberadamente sobre Su nombre”.
Con el fin de lograr la perfección por Dios, el hombre debe buscar la verdad en el cumplimiento de sus deberes. Debe hacer un esfuerzo particular al hacerlo, especialmente durante las pruebas y tribulaciones. Tendrá la senda de seguir por medio de entender la voluntad de Dios. El hombre será capaz de obtener la obra del Espíritu Santo si tiene un corazón que ame a Dios. Entonces será capaz de ser esclarecido e iluminado por el Espíritu Santo en todas las cosas, podrá descubrir más de cuán hermoso es Dios y ver la intención que Él ha puesto en amar al hombre. Todo esto emana de la iluminación y esclarecimiento del Espíritu Santo. La capacidad del hombre para amar a Dios se debe aún más a la gracia y al gran amor de Dios. De lo contrario, el hombre no es digno de amar a Dios. Es una verdadera bendición que el hombre sea capaz de amar realmente a Dios. Es, en efecto, la exaltación por Dios. El hombre ya está en la senda de ser perfeccionado cuando tiene un corazón que ama a Dios. Nadie es capaz de asustar ni derrotar a una persona que ama a Dios. Una persona que ama a Dios es recta y franca. Sólo una persona que ama a Dios es una que en verdad lo exalta, da testimonio de Él y lo sirve. Si el hombre es capaz de amar de verdad a Dios en su corazón, nunca acatará las regulaciones. Hará las cosas con amar y satisfacer a Dios como sus principios. Esto se conforma completamente a la voluntad de Dios. Una persona que ama a Dios no tiene dificultades. Pedro escapó completamente de la influencia de Satanás cuando amó a Dios al extremo y permaneció obediente hasta la muerte. Por lo tanto, lo consideró su honor, sin importar los sufrimientos por los que pasó, incluso el ser clavado invertido en la cruz por Dios. Había trascendido completamente los confinamientos de la muerte y fue ganado por Dios. Si alguien tuviera que preguntar: “¿A qué se refiere el cambio en el carácter?”, puedes contestar que el hombre llega a entender y obtener la verdad comiendo y bebiendo la palabra de Dios. El cambio en la esencia de la vida del hombre trae consigo un cambio en el carácter de vida. Hay dos aspectos principales en los criterios para el cambio en el carácter de vida. Uno es el verdadero amor por Dios, y el otro es la obediencia absoluta a Dios. El criterio más elevado para amar a Dios es amarlo al extremo, y el criterio más elevado para obedecer a Dios es ser obediente hasta la muerte. Este es el resultado que Dios logró cuando Él perfeccionó a Pedro. El carácter de una persona se cambia cuando estos dos criterios se cumplen. “Si las personas creen en Dios y experimentan Sus palabras con un corazón que le teme, puede verse en ellas la salvación de Dios y Su amor. Estas personas pueden testificar de Dios, vivir la verdad y lo que testifican es también la verdad, lo que Dios es, Su carácter, y viven en medio del amor de Dios y han visto Su amor. Si las personas desean amar a Dios, deben probar Su encanto y verlo; sólo entonces puede despertarse en ellas un corazón que ame a Dios y que esté dispuesto a gastarse fielmente para Él. Dios no hace que las personas lo amen por medio de palabras y expresiones, o de su imaginación, y no obliga a las personas a amarlo. En su lugar, hace que lo amen por su propia voluntad, y que vean Su encanto en Su obra y declaraciones, tras lo cual nace en ellos el amor a Dios. Sólo de esta forma pueden las personas dar verdaderamente testimonio de Dios. Las personas no aman a Dios porque otros las hayan instado a ello ni por un impulso emocional momentáneo. Aman a Dios porque han visto Su encanto, han visto que hay mucho de Él digno del amor de las personas, porque han visto la salvación, la sabiduría y los maravillosos hechos de Dios; en consecuencia, lo alaban con sinceridad, lo anhelan de verdad y se despierta en ellas tal pasión que no podrían sobrevivir sin ganar a Dios. La razón por la que quienes testifican realmente de Dios son capaces de dar un testimonio rotundo de Él es que su testimonio se basa en el fundamento del verdadero conocimiento y anhelo de Dios. Este no es acorde a un impulso emocional, sino al conocimiento de Dios y Su carácter. Como han llegado a conocer a Dios, sienten que deben testificar sin duda de Él; hacen que todos los que lo anhelan lo conozcan y sean conscientes de Su encanto y de Su realidad. Como el amor de las personas por Dios, su testimonio es espontáneo, real, y tiene un sentido y una valía reales. No es pasivo, vacío o sin sentido”. Todo lo que hace una persona que verdaderamente ama a Dios son seguramente testimonios rotundos que glorifican a Dios. Todo lo que una persona que ama a Dios dice y hace es significativo. Una persona que ama a Dios es particularmente práctica cuando comunica la verdad y da testimonio de Dios. Es vigorosa y está llena de vida y todos están dispuestos a escucharla. Cada palabra que dice apoya y ayuda a las personas, es beneficiosa para los demás y edifica a otros. Por lo tanto, una persona que ama a Dios es una que verdaderamente da testimonio de y sirve a Dios. Todo lo que dice y hace es en cumplimiento de sus deberes, incluso si no es de un estatus elevado como un líder o un colaborador. También está sirviendo y proveyendo para otros. Una persona que ama a Dios es bienquerida donde quiera que va, por lo que sólo una persona que ama a Dios es un verdadero hermano o hermana. Cuando otros ven a una persona que ama a Dios, es como si vieran a un ser querido, como si vieran a un mensajero de Dios. Por lo tanto, buscar la verdad para convertirse en una persona que ama a Dios es el verdadero objetivo de los escogidos de Dios. No importa si uno es de alto o bajo calibre, Dios está completamente satisfecho siempre y cuando se tenga un corazón que realmente ame a Dios. Sólo una persona que en verdad ama a Dios posee una humanidad verdadera y completa, y está equipada con todas las realidades de la verdad requeridas por Dios. Es alguien que realmente ha vivido la imagen de la verdad, una persona santificada y justa perfeccionada por Dios. Sólo una persona que ama a Dios es una amada y verdaderamente bendecida por Dios. Es la que recibe la promesa de Dios. Una persona que en verdad ama a Dios en su corazón no vendría bajo el control de personas, asuntos y cosas. Es absolutamente fiel y obediente a Dios y nadie la puede detener ni restringir. Una persona que ama a Dios es más capaz de preocuparse por la voluntad de Dios y sabe mejor cómo cumplir con sus deberes y satisfacer a Dios. Una persona que ama a Dios presta la mayor atención a hacer trabajo práctico para lograr resultados prácticos; es alguien que de verdad teme y reverencia a Dios y se aparta del mal, que realmente es una persona honesta, que verdaderamente obedece a Dios y que es un verdadero testigo de Dios. El verdadero cambio en el carácter de una persona sucede cuando el corazón del hombre puede realmente amar a Dios y es sólo entonces cuando es capaz de vivir la semejanza de un verdadero hombre. Esto es absolutamente cierto.
“Durante su vida Pedro experimentó el refinamiento cientos de veces y pasó por muchos sufrimientos dolorosos. Este refinamiento se convirtió en el fundamento de su amor supremo por Dios y se convirtió en la experiencia más significativa de toda su vida. Que pudiera tener un amor supremo por Dios se debió, en un sentido, a su determinación de amar a Dios; más importante aún, sin embargo, se debió al refinamiento y al sufrimiento por el que pasó. Este sufrimiento se convirtió en su guía en el camino de amar a Dios y llegó a ser lo más memorable para él. Si las personas no pasan por el dolor del refinamiento cuando aman a Dios, entonces su amor está lleno de naturalidad y de sus preferencias; amor como este está lleno de las ideas de Satanás y es sencillamente incapaz de satisfacer la voluntad de Dios. Tener la determinación de amar a Dios no es lo mismo que amar verdaderamente a Dios. Aunque todo lo que piensen en sus corazones sea por el bien de amar a Dios y de satisfacer a Dios, como si sus pensamientos no tuvieran ninguna idea humana, como si todos fueran por el bien de Dios, cuando sus pensamientos son llevados delante de Dios, tales pensamientos Dios no los elogia ni los bendice. Incluso cuando las personas han comprendido plenamente todas las verdades, cuando han llegado a conocerlas todas, no se puede decir que esto sea una señal de que aman a Dios, no se puede decir que estas personas realmente aman a Dios. A pesar de haber entendido muchas verdades sin pasar por el refinamiento, las personas son incapaces de poner estas verdades en práctica; sólo durante el refinamiento las personas pueden entender el verdadero significado de estas verdades, sólo entonces pueden las personas genuinamente apreciar su significado interno. En ese momento, cuando lo vuelven a intentar, pueden poner en práctica las verdades de manera correcta y de acuerdo con la voluntad de Dios; en ese momento, sus ideas humanas han menguado, su naturalidad humana se ha reducido y sus emociones humanas han disminuido; sólo en ese momento su práctica es una verdadera manifestación del amor a Dios. El efecto de la verdad del amor a Dios no se logra a través del conocimiento hablado o de la buena disposición mental, ni tampoco se puede lograr sólo porque se entienda. Se requiere que las personas paguen un precio y que pasen por mucha amargura durante el refinamiento y sólo entonces su amor se volverá puro y conforme al propio corazón de Dios. En Su exigencia de que el hombre lo ame, Dios no demanda que el hombre lo ame usando la pasión o la naturalidad; sólo a través de la lealtad y el uso de la verdad para servirle puede el hombre verdaderamente amarlo”.
La perfección del hombre por parte de Dios es hecha principalmente a través del juicio y castigo de Su palabra y Su uso del gran dragón rojo como el contraste y objeto de servicio. Ahora es el momento cuando el gran dragón rojo está resistiendo a Dios locamente, por lo que esta es la oportunidad única en la vida para que Dios perfeccione al hombre. Es una oportunidad que no se debe desaprovechar porque puede que nunca vuelva a venir. El pueblo escogido de Dios debe buscar la verdad y prestar atención a ser equipado con la verdad y a cumplir bien con sus deberes. Debe aprender a descubrir más de la hermosura de Dios y ser capaz de desarrollar un corazón que verdaderamente ame a Dios. Esto es lo más importante. También debe aprender a fluir con el curso de la naturaleza cuando experimenta la obra de Dios, al igual que a hacer las cosas en obediencia a la guía del Espíritu Santo. Nunca debe buscar problemas ni correr sus propios riesgos para crear los entornos para tales experiencias. Las pruebas que provienen de Dios te agarrarán desprevenido y nunca podrás huir de ellas. Simplemente someteos a las orquestaciones y arreglos de Dios. Si deseas ser perfeccionado por Dios, simplemente enfócate en buscar la verdad, presta atención a practicar la verdad y a cumplir con tus deberes, trabaja en estricta concordancia con los arreglos de la obra y aprende a preocuparte por la voluntad de Dios, ten la determinación de pasar por sufrimientos y obedecer y satisfacer a Dios en todas las cosas, y naturalmente tendrás la obra y guía del Espíritu Santo. Deja que Dios haga los arreglos en cuanto a cuándo te enfrentarías con pruebas y tribulaciones. Todo lo que el hombre tiene que hacer es hacer lo mejor posible, al igual que obedecer las instrucciones de Dios. En resumidas cuentas, si eres una persona que realmente busca la verdad, Dios seguro querrá perfeccionarte y no hay manera de que puedas huir de eso. Esto es cierto. Si entendiste el significado de la perfección del hombre por parte de Dios, dedicarás tu vida a buscar la verdad y no retendrás nada para amar y satisfacer a Dios. Te enfocarás y te comprometerás a realmente amar a Dios y seguramente no escatimarás esfuerzos y no temerás ningún obstáculo al hacerlo. Esto se debe a que sabes perfectamente bien en tu corazón, que sólo una persona que verdaderamente ama a Dios es una a quien Dios ama y bendice. “Todos aquellos ganados por Dios son los que persiguen la verdad. Lo que Dios gana no es la carne del hombre ni sus posesiones, sino la parte dentro de él que pertenece a Dios. Es por esto que digo que Dios no perfecciona la carne del hombre sino su corazón, para que el corazón del hombre pueda ser ganado por Dios. En otras palabras, la esencia de decir que Dios perfecciona al hombre es que Dios perfecciona el corazón del hombre para que este se vuelva a Dios y lo ame.
La carne del hombre es mortal. A Dios no le sirve de nada ganar la carne del hombre, puesto que eso es lo que inevitablemente se descompondrá. No puede recibir la herencia de Dios o Sus bendiciones. Si Dios sólo gana la carne del hombre y la mantiene en esa vía, el hombre estaría en tal vía en nombre, pero su corazón pertenecería a Satanás. De esa manera no solamente el hombre sería incapaz de convertirse en la expresión de Dios, sino que además se convertiría en Su carga. En consecuencia, el que Dios eligiera a los hombres sería insignificante. Aquellos que serán perfeccionados por Dios son los que recibirán las bendiciones de Dios y Su herencia. Es decir, ellos asimilan lo que Dios es y posee para que se convierta en lo que ellos llevan dentro. Tienen todas las palabras de Dios forjadas dentro de ellos; cualquiera que sea lo que Dios es, vosotros tenéis la capacidad de asimilarlo todo tal y como es, y así vivir la verdad. Este es el tipo de hombre perfeccionado por Dios y obtenido por Dios. Sólo este tipo de hombre es elegible para heredar las siguientes bendiciones otorgadas por Dios:
1. Recibir todo el amor de Dios.
2. Actuar de acuerdo con la voluntad de Dios en todas las cosas.
3. Recibir la guía de Dios, vivir bajo la luz de Dios y ser esclarecido por Dios.
4. Vivir la imagen amada por Dios en la tierra, amando a Dios verdaderamente como hizo Pedro, crucificado por Dios y digno de morir en recompensa del amor de Dios, teniendo la misma gloria que Pedro.
5. Ser amado, respetado y admirado por todos en la tierra.
6. Vencer todas las cadenas de la muerte y el infierno, sin dar oportunidad alguna a las obras de Satanás, siendo poseído por Dios, viviendo dentro de un espíritu fresco y alegre sin ningún sentimiento de cansancio.
7. Poseer un indescriptible sentido de júbilo y emoción en todos los momentos a lo largo de la vida como si se vislumbrara el día de la venida de la gloria de Dios.
8. Recibir gloria con Dios y tener un semblante parecido a los amados santos de Dios.
9. Convertirse en lo que Dios ama en la tierra, esto es, el amado hijo de Dios.
10. Cambiar la forma y ascender con Dios al tercer cielo trascendiendo la carne.
Sólo aquellos que sean capaces de heredar las bendiciones de Dios son perfeccionados por Dios y ganados por Dios. ¿Has ganado algo? ¿Hasta qué punto te ha perfeccionado Dios? Dios no perfecciona al hombre al azar. Hay condiciones y resultados aparentes que pueden ser vistos por el hombre. No es como cree el hombre, que mientras él tenga fe en Dios, puede ser perfeccionado y ganado por Dios y puede recibir en la tierra las bendiciones y herencia de Dios. Tales asuntos son extremadamente difíciles y mucho más cuando se refieren al cambio de forma. Por ahora, aquello que vosotros deberíais buscar es ser perfeccionados por Dios en todas las cosas, y ser perfeccionados por Dios a través de toda la gente, asuntos y cosas con las que os enfrentáis, para que más de lo que Dios es sea incorporado en vosotros. Vosotros primero debéis recibir la herencia de Dios en la tierra antes de ser elegibles a heredar más y mayores bendiciones de Dios. Todas estas cosas son las que vosotros deberíais buscar y entender primero”.
Este sermón se debe comunicar junto con los siguientes pasajes de la palabra de Dios (21 pasajes en total).
Dar un testimonio contundente de Dios tiene relación principalmente con que tengas o no un entendimiento del Dios práctico, y con que seas o no capaz de obedecer ante esa persona que no sólo es corriente, sino normal, e incluso obedecer hasta la muerte. Si das verdaderamente un testimonio de Dios por medio de esta obediencia, eso significa que Dios te ha obtenido. Ser capaz de obedecer hasta la muerte, y estar libre de quejas ante Él, no emitir juicios, no difamar, no tener nociones ni ningún otro propósito, esta es la forma en que Dios obtendrá gloria. La obediencia ante una persona corriente, a la que el hombre mira con desprecio, y ser capaz de obedecer hasta la muerte sin noción alguna, esto es un testimonio verdadero.
de ‘Las personas que pueden ser absolutamente obedientes a la practicidad de Dios son quienes aman verdaderamente a Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
Cuando tú no tienes noción alguna de la practicidad del Dios encarnado, es decir, cuando te mantienes firme en esta prueba, entonces das un buen testimonio. Si algún día tienes un entendimiento pleno del Dios práctico y puedes obedecer hasta la muerte como Pedro, Dios te ganará, y te perfeccionará.
de ‘Las personas que pueden ser absolutamente obedientes a la practicidad de Dios son quienes aman verdaderamente a Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
Para rendir testimonio de Dios y avergonzar al gran dragón rojo, tú debes tener un principio y una condición: en vuestro corazón debes amar a Dios, y debes entrar en las palabras de Dios. Si no te introduces dentro de las palabras de Dios, entonces no tendrás forma de avergonzar a Satanás. A lo largo de vuestro crecimiento en la vida, renuncias al gran dragón rojo y traes humillación sobre él, y sólo entonces será el gran dragón rojo verdaderamente avergonzado.
de ‘Sólo los que conocen la obra de Dios hoy pueden servir a Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
Cuanto más sea el hombre capaz de cooperar realmente con Dios, más glorifica a Dios. La cooperación del hombre es el testimonio que se le exige dar, y el testimonio que él da es la práctica del hombre. Y así, sea o no que la obra de Dios tenga el efecto debido, y sea o no que pueda haber un verdadero testimonio, esto está ligado de un modo inextricable a la cooperación y el testimonio del hombre.
de ‘La obra de Dios y la práctica del hombre’ en “La Palabra manifestada en carne”
Las personas que tienen la verdad son aquellas que, en sus experiencias reales, pueden mantenerse firmes en su testimonio, en su posición, permanecer en el lado de Dios, sin retirarse nunca, y pueden tener una relación normal con las personas que aman a Dios, que, cuando les acontecen cosas, son capaces de obedecer totalmente a Dios y pueden hacerlo hasta la muerte.
de ‘Los que aman a Dios vivirán siempre en Su luz’ en “La Palabra manifestada en carne”
Aquellos a los que Dios alude como vencedores son los que siguen siendo capaces de mantenerse como testigos, de conservar su confianza, y su devoción a Dios cuando están bajo la influencia de Satanás y bajo su asedio, es decir, cuando están entre las fuerzas de las tinieblas. Si sigues siendo capaz de mantener un corazón puro y tu amor genuino por Dios pase lo que pase, te mantienes como testigo ante Él, y esto es a lo que Él se refiere como ser un vencedor.
de ‘Debes mantener tu lealtad a Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
Si eres como Job, quien en medio de las pruebas maldijo su propia carne, no se quejó contra Dios y fue capaz de detestar su propia carne sin quejarse ni pecar por medio de sus palabras, eso es ser testigo. Cuando pasas por refinamientos hasta un cierto grado y puedes seguir siendo como Job, totalmente obediente delante de Dios y sin otras exigencias de Él y sin tus propias nociones, Dios se te aparecerá.
de ‘Los que serán hechos perfectos deben someterse al refinamiento’ en “La Palabra manifestada en carne”
Por lo tanto, durante estos últimos días debéis dar testimonio de Dios. No importa qué tan grande sea vuestro sufrimiento, debéis seguir hasta el final, e incluso hasta vuestro último suspiro, debéis seguir siendo fieles a Dios y debéis seguir estando a merced de Dios; sólo esto es amar verdaderamente a Dios, y sólo esto es el testimonio fuerte y rotundo.
de ‘Sólo al experimentar pruebas dolorosas puedes conocer el encanto de Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
Ahora, todas las personas han visto que alguien que sirve a Dios no debería saber tan sólo cómo sufrir por Su causa, sino que, además, debería entender que creer en Dios es para procurar amarlo. El uso que Dios hace de ti no es sólo para refinarte ni para hacerte sufrir, sino para que conozcas Sus acciones, el verdadero sentido de la vida humana y, de forma particular, para que sepas que servir a Dios no es tarea fácil. Experimentar a Dios no se trata de disfrutar Su gracia, sino más bien de sufrir por tu amor por Él. Ya que disfrutas la gracia de Dios, también debes disfrutar el castigo de Dios, debes experimentar todas estas cosas.
de ‘Los que serán hechos perfectos deben someterse al refinamiento’ en “La Palabra manifestada en carne”
Los que sirven a Dios deben ser íntimos con Él; deberían ser amados por Dios y que puedan tener lealtad absoluta hacia Él. Independientemente de si actúas a espaldas de las personas, o delante de ellas, eres capaz de obtener el gozo de Dios delante de Él, de mantenerte firme delante de Él, e independientemente de cómo te traten otras personas, siempre caminarás por tu propia senda, y consideras la responsabilidad de Dios. Sólo así se es un íntimo de Dios. Que los íntimos de Dios sean capaces de servirle directamente se debe a que se les ha dado Su gran comisión y Su carga, a que son capaces de tomar el corazón de Dios como suyo, y la carga de Dios como suya, y no analizan si ganan o pierden perspectiva: incluso cuando no tengan expectativas ni obtengan nada, siempre creerán en Dios con un corazón amoroso. Por tanto, este tipo de persona es un íntimo de Dios; asimismo, son también Sus confidentes; sólo estos podrían compartir Su inquietud, y Sus necesidades, y aunque su carne es dolorosa y débil, son capaces de soportar el dolor y abandonar lo que aman para satisfacer a Dios. Él da más cargas a esas personas, y lo que Él hará se expresa por medio de ellas. Así, estas personas serán amadas por Dios, son siervos de Dios según Su corazón, y sólo ellos pueden gobernar junto a Él.
de ‘Cómo servir en armonía con la voluntad de Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
En esta etapa de la obra se nos exige una gran fe y un gran amor. Podemos tropezar en el más ligero descuido, porque esta etapa de la obra es diferente de todas las anteriores. Lo que Dios está perfeccionando es la fe de la humanidad; no se puede ver ni tocar. Lo que Dios hace es convertir las palabras en fe, amor y vida. Las personas deben alcanzar un punto en el que hayan soportado centenares de refinamientos, y poseído una fe mayor que la de Job. Es necesario que soporten un sufrimiento increíble y toda clase de torturas, sin apartarse de Dios en ningún momento. Cuando son obedientes hasta la muerte, y tienen una gran fe en Dios, esta etapa de la obra de Dios se completa.
de ‘La senda… (8)’ en “La Palabra manifestada en carne”
Hoy, cuando buscáis amar y conocer a Dios, en un aspecto debéis soportar dificultad y refinamiento, y en otro, pagar un precio. Ninguna lección es más profunda que la de amar a Dios, y puede decirse que la lección que las personas aprenden de una vida de creencia es cómo amar a Dios. Es decir, si crees en Dios debes amarlo. Si sólo crees en Él pero no lo amas, no has alcanzado el conocimiento de Él, y nunca lo has amado con un amor verdadero que procede de tu corazón, entonces tu creencia en Él es fútil; si, en tu creencia en Dios, no lo amas, vives en vano, y tu vida al completo es la más inferior de todas.
de ‘Sólo amar a Dios es realmente creer en Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
Debes saber que perfeccionar a los hombres, completar a los hombres y ganar a los hombres no ha traído nada sino espadas y golpes para su carne y ha traído sufrimiento sin fin, el fuego ardiente, juicio sin misericordia, castigo sin misericordia y maldición sin misericordia, así como pruebas sin límite. Tal es la historia interna y la verdad de la obra de gestionar al hombre. […] Por lo tanto, tal vez noventa por ciento de lo que las personas experimentan son sufrimientos y pruebas de fuego, pero hay muy pocos días dulces y felices, o ni siquiera los hay, que la carne del hombre haya anhelado, y son aún más incapaces de disfrutar momentos felices en la carne pasando preciosos momentos con Dios. La carne es inmunda así que lo que la carne del hombre ve o disfruta no es nada sino el castigo de Dios que no es favorecido por el hombre y es como si le faltara la razón normal. Esto porque Él manifestará Su carácter justo que no es favorecido por el hombre, no tolera las ofensas del hombre y abomina a los enemigos. Dios abiertamente revela todo Su carácter a través de cualquier medio necesario, concluyendo así la obra de Su batalla de seis mil años con Satanás, ¡la obra de la salvación de toda la humanidad y la destrucción del viejo Satanás!
de ‘El propósito de gestionar a la humanidad’ en “La Palabra manifestada en carne”
Si quieres que Dios te use y te perfeccione, debes poseerlo todo: la voluntad de sufrir, la fe, la paciencia, la obediencia, así como la capacidad de experimentar la obra de Dios, de ganar una comprensión de Su voluntad y de ser considerado con Su pesar. Perfeccionar a una persona no es fácil, y cada refinamiento que experimentas requiere de tu fe y de tu amor.
de ‘Los que serán hechos perfectos deben someterse al refinamiento’ en “La Palabra manifestada en carne”
Si las personas desean que Dios las perfeccione, cumplir Su voluntad y darle todo su amor sincero, deben experimentar mucho sufrimiento y muchos tormentos en las diversas circunstancias, sufrir un dolor peor que la muerte y, en última instancia, se verán obligados a devolverle a Dios su corazón sincero. Durante las dificultades y el refinamiento se revela si alguien ama a Dios con sinceridad o no. Dios purifica el amor de las personas, y esto también se logra en medio de los sufrimientos y el refinamiento.
de ‘Sólo amar a Dios es realmente creer en Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
Si quiere amar a Dios, debe despojarse de su autocomplacencia, prepotencia, arrogancia, engreimiento, y los cuales que pertenecen al carácter de Satanás. De lo contrario, el amor del hombre es impuro, totalmente el amor de Satanás, uno que no puede recibir en absoluto la aprobación de Dios. Si el Espíritu Santo no perfecciona, se ocupa de, quebranta, poda, disciplina, castiga o refina directamente al hombre, nadie puede amar sinceramente a Dios.
de ‘El hombre corrupto no es capaz de representar a Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
Entre mayor sea el refinamiento que Dios lleve a cabo, más pueden los corazones de las personas amar a Dios. El tormento en sus corazones es benéfico para sus vidas, son más capaces de estar en paz delante de Dios, su relación con Dios es más cercana y están más capacitados para ver el amor supremo de Dios y Su suprema salvación. Pedro experimentó el refinamiento cientos de veces y Job pasó por varias pruebas. Si vosotros queréis que Dios os perfeccione, también debéis pasar por el refinamiento cientos de veces; sólo si tenéis que pasar por este proceso, y tenéis que depender de este paso, podréis ser capaces de satisfacer la voluntad de Dios y de que Dios os perfeccione.
de ‘Sólo experimentando el refinamiento el hombre puede amar verdaderamente a Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
Los que son asediados por la tribulación no tienen la obra del Espíritu Santo y la guía de Dios, pero los que han sido realmente conquistados y ciertamente buscan a Dios, al final se mantienen firmes; son los que poseen una humanidad y que verdaderamente aman a Dios. No importa qué haga Dios, estos victoriosos no serán despojados de las visiones y seguirán poniendo en práctica la verdad sin fallar en su testimonio. Son los que al final emergerán de la gran tribulación.
de ‘La obra de Dios y la práctica del hombre’ en “La Palabra manifestada en carne”
Creyendo en Dios, el hombre debería perseguir que Él lo perfeccione, ser capaz de someterse a Él y la obediencia completa a Él. Si puedes obedecerle sin quejarte, tener en cuenta Sus deseos, alcanzar la estatura de Pedro y poseer el estilo de este del que Dios habla, será el momento en que habrás logrado el éxito en tu creencia en Dios, y esto significará que Dios te ha ganado.
de ‘Todo se realiza por la palabra de Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
El cambio se logra en el carácter del hombre a través de distintos tipos de la obra de Dios; sin estos cambios en el carácter del hombre, este sería incapaz de dar testimonio de Dios y no podría ser conforme a Su corazón. Los cambios en el carácter del hombre significan que se ha liberado de la atadura de Satanás, de la influencia de la oscuridad, y que se ha convertido de verdad en un modelo y una muestra de la obra de Dios, que de verdad ha llegado a ser un testigo suyo y alguien que es conforme a Su corazón.
de ‘Sólo aquellos que conocen a Dios pueden dar testimonio de Él’ en “La Palabra manifestada en carne”
Si lo que buscas es la verdad, lo que pones en práctica es la verdad y lo que obtienes es un cambio en tu carácter, entonces, la senda que transitas es la correcta. Si lo que buscas son las bendiciones de la carne, si lo que pones en práctica es la verdad de tus propias nociones y no hay un cambio en tu carácter ni eres en absoluto obediente a Dios en la carne, sino que sigues viviendo en la ambigüedad, entonces lo que buscas te llevará sin duda al infierno, porque la senda por la que caminas es la del fracaso. Que seas perfeccionado o eliminado depende de tu propia búsqueda, lo que equivale a decir que el éxito o el fracaso dependen de la senda que el hombre camine.
de ‘El éxito o el fracaso dependen de la senda que el hombre camine’ en “La Palabra manifestada en carne”
2 de febrero de 2013
Fuente del artículo:Iglesia de Dios Todopoderoso
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