En otro tiempo, las personas se instruían para estar con Dios y vivir en el espíritu en todo momento. Comparado con la práctica de hoy en día, esa es una forma simple de instrucción espiritual; es la forma más superficial y simple de practicar antes de que la gente entre en el camino correcto de la vida, y constituye la primera fase de todas de práctica en la fe de la gente. Si las personas siempre confían en este tipo de práctica en sus vidas, tendrán muchos sentimientos y probablemente cometerán errores y serán incapaces de entrar en las verdaderas experiencias vitales; sólo serán capaces de instruir sus espíritus, acercarse a Dios de manera normal en sus corazones, y siempre encontrarán un gozo tremendo en tener a Dios con ellas. Se limitarán a sí mismas al pequeño ámbito de su unión con Dios, y serán incapaces de acceder a nada más profundo. Las personas que viven dentro de estos límites son incapaces de hacer grandes progresos. En cualquier momento tienen la tendencia a clamar: “