Como pastor, he predicado y trabajado para el Señor durante años, pero existe un enigma que constantemente ha permanecido en mi corazón: ¿por qué el Señor Jesús vino de una persona corriente para vivir y desarrollar Su obra entre los hombres? Debido a Su apariencia de hombre normal y corriente, mucha gente ha negado y rechazado que es Dios en sí mismo y le han considerado simplemente como un hombre más. En particular los principales sacerdotes, las escribas y fariseos, quienes no sólo se negaron a tratar al Señor Jesús como Dios, sino que le trataron como hijo de un carpintero pobre y le difamaron diciendo que había sanado enfermos y había echado fuera demonios mediante el poder del príncipe de los demonios. Hicieron todo lo que pudieron para negar que Jesucristo era Dios en sí mismo. No puedo evitar preguntarme, ¿cómo le hubiera tratado yo de haber vivido en aquella época? ¿Hubiera negado y juzgado al Señor Jesús de acuerdo a su sencillez, al igual que ellos? Al pensar en ello, me ...