Vídeo cristiano | “La Palabra de Dios” Dios te habla
Pedro siguió a Jesús durante un número de años, y vio en Él muchas cosas que las personas no tienen. […] Cada movimiento de Jesús actuaba como un ejemplo para él en su vida, y Sus sermones se grabaron particularmente en su corazón. Era muy considerado con Jesús, era fiel a Él, y nunca tuvo quejas de Él. Por esta razón, se convirtió en el compañero fiel de Jesús adondequiera que Él iba. Pedro observaba las enseñanzas de Jesús, Sus amables palabras, y lo que Él comía, vestía, Su vida diaria y Sus viajes. Seguía el ejemplo de Jesús de todas las maneras. No era un santurrón, sino que desechó todas sus cosas obsoletas anteriores, y siguió el ejemplo de Jesús en palabra y hecho. Fue entonces cuando sintió que los cielos, la tierra y todas las cosas estaban en las manos del Todopoderoso, y por ello no hizo su propia elección, sino que absorbió a todo lo que Jesús era para que actuara como su ejemplo. Él podía ver a partir de su vida que Jesús no era un santurrón en lo que hacía ni presumía de sí mismo, sino que conmovía a las personas con amor. Pedro pudo ver, en diferentes situaciones, lo que era Jesús. Esa es la razón por la que todo en Jesús se convirtió en el objeto a partir del cual Pedro imitó. En sus experiencias, sentía cada vez más la hermosura de Jesús. Dijo algo como esto: “Yo busqué al Todopoderoso en el universo, y vi las maravillas de los cielos y la tierra, y todas las cosas y, por tanto, sentí profundamente la hermosura del Todopoderoso. Pero nunca tuve amor genuino en mi corazón ni vi Su hermosura con mis propios ojos. Hoy, en los ojos del Todopoderoso, se me ha mirado con favor y he sentido finalmente la hermosura de Dios; he descubierto finalmente que para Él, crear simplemente todas las cosas no haría que la humanidad lo amara. En mi vida cotidiana he encontrado Su hermosura infinita; ¿cómo podría limitarse hoy sencillamente a esta situación?”.
Recomendación:
Comentarios
Publicar un comentario