Música cristiana | Las personas no saben lo inferiores que son
I
En las mentes de los hombres,
Dios siempre es el que los maldice.
Por eso no le prestan atención,
siempre fueron fríos hacia Él.
Dios dice que son inmorales,
que son irracionales,
porque en su corazón hay errores.
Ni siquiera tienen sentimientos humanos.
No les importan los sentimientos de Dios,
usan la supuesta “justicia” para tratar con Él.
El hombre ha sido así por muchos años,
su carácter no cambió.
Los hombres no se valoran,
son inútiles y desdichados.
Sin amor propio, solo se dañan.
II
La humanidad es como una mujer malvada
que se engaña, y se entrega a otros
voluntariamente para ser violada.
Pero el hombre sigue sin ver su bajeza.
Hallan placer en trabajar para otros,
o en hablar con otros,
poniéndose bajo su dominio;
esta es la inmundicia de la humanidad.
Como los hombres no se conocen,
exhiben sus encantos y su horrible rostro;
este es el defecto que Dios detesta más.
Las personas se relacionan de forma anormal,
así no puede haber una relación normal con Dios.
Dios ha dicho tanto a la humanidad,
para habitar en su corazón,
para liberarla de todos los ídolos
que ocupan lugar en su corazón.
Entonces Dios Su poder ejercerá
sobre toda la humanidad,
y conseguirá Su propósito
de que Dios en la tierra esté.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
Tras ver el vídeo música cristiana, quiero compartir las palabras deDios con usted:
Esto es realmente decepcionante: Dios creó a la humanidad, pero cuando Él viene al mundo humano los hombres buscan resistirle, lo expulsan de su territorio, como si Él fuera un huérfano vagabundo o una persona apátrida en el mundo. Nadie se siente atado a Dios ni lo ama realmente, ni ha recibido bien Su venida. En su lugar, cuando ven la venida de Dios, sus rostros gozosos se nublan en un abrir y cerrar de ojos, como si se acercara una tormenta repentina, como si Dios fuera a quitar la felicidad de su familia, como si nunca hubiera bendecido a la humanidad, sino que en su lugar le hubiera dado solamente infortunio. Por tanto, en las mentes de los hombres, Dios no es una ayuda para ellos, sino aquel que siempre los maldice; por tanto, los hombres no le prestan atención, no lo reciben bien, siempre son fríos hacia Él, y esto nunca ha cambiado. Como la humanidad tiene estas cosas en su corazón, Dios dice que es irracional e inmoral. Ni siquiera pueden percibirse en ella los “sentimientos” con los que los seres humanos están supuestamente equipados. La humanidad no muestra consideración alguna por los sentimientos de Dios, sino que usa la pretendida “justicia” para tratar con Dios. La humanidad ha sido así durante muchos años y, por esta razón, Dios ha dicho que el carácter de los hombres no ha cambiado. Esto acaba mostrando que no tienen más sustancia que unas pocas plumas. Puede decirse que los seres humanos son unos inútiles desdichados, porque no se valoran a sí mismos. Si ni siquiera se aman a sí mismos, sino que se pisotean a sí mismos, ¿no muestra esto que son inútiles? La humanidad es como una mujer inmoral que se engaña a sí misma, y se entrega voluntariamente a otros para ser violada. Pero incluso así, los hombres siguen sin saber lo inferiores que son. Hallan placer en trabajar para otros, o en hablar con otros, poniéndose bajo el control de otros; ¿no es esta verdaderamente la inmundicia de la humanidad? Aunque no he experimentado una vida entre la humanidad, por no haber vivido realmente la vida humana, tengo un entendimiento muy claro de cada movimiento, cada acción, cada palabra, y cada hecho del hombre. Soy incluso capaz de dejar al descubierto a la humanidad hasta su vergüenza más profunda, hasta el punto de que no se atreva más a mostrar sus artimañas ni a dar paso a su lujuria. Como un caracol que se retrae a su concha, ya no se atreve a manifestar su estado abominable. Como los hombres no se conocen a sí mismos, su mayor deficiencia es exhibir voluntariamente sus encantos y su horrible rostro ante los demás; esto es algo que Dios detesta al máximo. Como las relaciones entre las personas son anormales, y no existen relaciones interpersonales normales entre las personas, menos aún tienen una relación normal[d] con Dios. Él ha dicho tanto y, al hacerlo, Su principal objetivo es ocupar un lugar en los corazones de la humanidad, hacer que las personas se deshagan de todos los ídolos que en ellos albergan, de forma que Dios pueda ejercer el poder sobre toda la humanidad, y conseguir Su propósito de estar en la tierra.
Notas al pie:
d. El texto original omite “normal”.
De ‘Capítulo 14’ en "La Palabra manifestada en carne"
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