1 Aquellos a los que Dios pretende perfeccionar recibirán todas Sus bendiciones y Su herencia. Es decir, ellos asimilan lo que Dios es y posee para que se convierta en lo que ellos llevan dentro. Tienen todas las palabras de Dios forjadas dentro de ellos; sea Dios lo que sea, vosotros tenéis la capacidad de asimilarlo todo tal y como es, y así vivir la verdad. Este es el tipo de persona que es perfeccionada y obtenida por Dios. Sólo alguien así es elegible para recibir las siguientes bendiciones otorgadas por Dios: Obtener todo el amor de Dios. Actuar de acuerdo con la voluntad de Dios en todas las cosas. Obtener la guía de Dios, vivir en la luz de Dios y obtener Su esclarecimiento.
2 Vivir en la tierra la imagen que ama Dios; amar a Dios de verdad, como hizo Pedro, crucificado por Dios y digno de morir en recompensa por Su amor; tener la misma gloria que Pedro. Ser amado, respetado y admirado por todos en la tierra. Vencer todos los aspectos de las cadenas de la muerte y el infierno, sin dar oportunidad alguna a Satanás para hacer su obra, siendo poseído por Dios, viviendo dentro de un espíritu fresco y vivaz, sin desgastarse. Poseer un inefable sentido de júbilo y emoción en todos los momentos a lo largo de la vida, como si uno hubiera presenciado la llegada del día de la gloria de Dios. Ganar gloria junto a Dios y tener un semblante que se parezca al de los amados santos de Dios. Convertirse en lo que Dios ama en la tierra, esto es, un amado hijo de Dios. Cambiar de forma, ascender con Dios al tercer cielo y trascender la carne.
Adaptado de ‘Promesas a aquellos que han sido perfeccionados’ en “La Palabra manifestada en carne”
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