Algunos cristianos creen que ya no son pecadores, que están justificados por creer en el Señor Jesús, y que serán enviados al reino de los cielos cuando el Señor regrese. Está escrito en la biblia, “A quien Dios ha puesto para ser una propiciación a través de la fe en su sangre, para declarar su justicia por la remisión de pecados pasados, a través de la paciencia de Dios; Para declarar, digo, en este momento su justicia: que él sea justo, y el justificador de aquel que cree en Jesús” (Romanos 3:25-26). Así es que ellos consideran que, con Jesús actuando como su redentor de pecados, y mientras ellos se arrepientan ante el Señor, sus pecados serán perdonados, y así ellos serán justificados a través de la redención de Jesús. Sin embargo, aunque nunca lo hayamos pensado: Es verdad que nuestros pecados han sido perdonados a través de nuestra fe en el señor Jesús, pero, ¿eso quiere decir que somos hombres justos y que ya no somos pecadores?
Primero, podríamos ver que fue lo que dijo sobre esto el apóstol Juan, “Pequeños niños, no dejen que ningún hombre los engañe: aquel que hace justicia es justo, como Él es justo” (1 Juan 3:7). El apóstol Juan nos advirtió a no ser tentados ni engañados por el exterior de las personas, ya que, sin hacer el bien o justicia, un predicador de ella, no es necesariamente bueno ni justo solo por promoverla, mientras el que hace el bien y justicia, es seguro bueno y justo. Es percibido que ni la promulgación de la justicia ni hacer la justicia pueden faltar. Sin embargo, si negamos poner la justicia y bondad en práctica, comenzamos a creer que, mientras soportemos hasta el final, seremos justificados por la fe, y no seremos contados como pecadores, y que también seguro entraremos al reino de los cielos. Este punto de vista no está de acuerdo con la voluntad de Dios, ni tampoco hay alguna prueba de ello en la Biblia.
Luego, mirándonos a nosotros, creyentes en el Señor Jesús al presente: Aunque tengamos algunas buenas tareas hechas por fuera luego de aceptar la redención del Señor Jesús, como dar limosna y ayudar a otros, aun así, estas tareas están lejos de probar que estamos haciendo justicia y bondad, simplemente apoyando un buen comportamiento, que aun asi puede no corresponder a las enseñanzas del Señor Jesús. Esto es porque nosotros, al tener tantas disposiciones corruptas dentro nuestro, no podemos evitar cometer pecados y seguimos todavía resistiéndonos a Dios. Por ejemplo, cuando nos encontramos con cosas en nuestra vida real, no somos capaces de caminar por el camino de Dios, y dejamos de lado sus palabras, llenos de egoísmo y bajeza, perversidad y astucia, revelando nuestras corruptas disposiciones de arrogancia y engreimiento, sin una pizca de reverencia hacia el Señor; cuando pastoreamos la iglesia y sufrimos dificultades para realizar algún trabajo para el Señor, logramos exaltar y testificar a nosotros mismos para ser venerados y respetados; cuando servimos a Dios, podemos atacar contra nosotros mismos y levantar celos y lucha entre unos y otros para competir por status; además, cuando nuestra labor y sacrificio no generan las bendiciones de Dios, podemos quejarnos y malinterpretar a Dios; cuando el trabajo de Dios no está en acuerdo con nuestras nociones, juzgamos a Dios, y más aún. ¿No son estas manifestaciones las revelaciones de una disposición corrupta?
Con tantos pecados existiendo dentro de nosotros, ¿podemos nosotros ser llamados los buenos y justos? Veamos que está escrito en la biblia, “Si así es que lo has escuchado, y has sido enseñado por Él, como la verdad que está en Jesús: que te despojes del hombre viejo, que es corrupto en su desleal lujuria; y sean renovados en el espíritu de su mente; y que se vistan con el hombre nuevo, que ha sido creado a la semejanza de Dios en justicia y verdadera santidad” (efesios 4:21-24). Estos versos también nos dicen: Ya que hemos aceptado la forma del Señor, debemos eliminar nuestros comportamientos corruptos del pasado, y vivir las formas del hombre nuevo, y ya no debemos cometer actos abominables. Deberíamos saber que los que Dios finalmente tomara son aquellos que puedan vivir y llevar a cabo las palabras y justicia de Dios desde adentro hacia afuera, en vez de solo aquellos que tienen algunos pocos comportamientos en la superficie, pero que siguen atados a pecados interiores. Nosotros, sin embargo, tenemos muchas disposiciones corruptas y satánicas, llenos de pecados. ¿Cómo entonces podemos ser llamados buenos y justos? También está documentado en la biblia, “Pero cuando el justo se aleja de la justicia, y comete maldad e inequidad, y actúa acorde con todas las abominaciones que el hombre malvado comete, ¿podrá el vivir? Toda la bondad y justicia que el ha hecho no deberá ser mencionada: en su transgresión que el ha transgredido, y en su pecado que el ha pecado, en ellos el morirá.” (Ezequiel 18:24). Como puede verse en este verso, aunque podamos ser justificados por la redención del señor Jesús y nuestra fe en él, esto solo significa que tenemos una oportunidad de ser justificados por el señor, y no ser los que representan a la gente buena y justa. Si no podemos aprovechar esta oportunidad para hacer el bien, y en cambio vivimos en pecado y le damos rienda suelta a ello, ¿Como entonces podemos ser buenos? Es entonces el porqué la fe es inseparable de la práctica. Si solo tenemos fe, pero no la experimentamos en nuestro comportamiento, entonces no podemos recibir la aprobación de Dios. Entonces, el dicho de que estamos justificados solo por la fe, es invalido.
Ahora que no podemos ser realmente justificados por la fe, entonces, ¿Cómo podemos ser justificados? De hecho, el señor Jesús ya ha impuesto el estándar para las personas buenas y justas. Se dice en revelaciones 19:7-8, “Alegrémonos y regocijémonos, y démosle honor a el: porque el matrimonio del cordero está aquí, y su esposa ya se ha preparado. Y a ella le fue concedido que deba vestirse en finos linos, blanco y radiante: porque el fino lino es la justicia de los santos” De esto vemos que lo que Dios dice acerca del estándar de la gente buena y justa está basado en si podemos hacer bondad y justicia, en otras palabras, depende de si podemos llevar a cabo y vivir la vida santa y a la imagen de un hombre justo. Suponiendo que fallamos en esto, entonces no estaremos justificados por Dios. Pero, respecto a nosotros, teniendo tantas disposiciones corruptas de Satán, si no hemos cambiado nuestras vidas, llenas de pecado en nuestras acciones, entonces no podemos glorificar y manifestar a Dios de ninguna forma, ni tampoco vivir y llevar a cabo sus palabras. Entonces, ¿Cómo podemos simplemente actuar bondadosos y justos? Entonces, debemos deshacernos de nuestra corrupción, dejar de vivir en pecado, así poder convertirnos en los que aceptan la inspección de Dios en todo, seguir su voluntad y practicarla de acuerdo a sus palabras, tener un corazón para amar y obedecer a Dios en todas nuestras acciones, alcanzar los cambios en nuestra disposición, y finalmente temer y respetar a Dios y huir del mal. Este es el tipo de personas que Dios aprueba. Tal como Job, en toda su vida se condujo a si mismo en conformidad con la forma del señor, y tenía en su corazón temor a Dios y alejaba a todo mal en todo. Ya sea que se tratara de dificultades o refinamientos, él podía obedecer la orquestación y arreglos de Dios sin quejas, sin sus propias elecciones o demandas, y podía aun alabar el nombre del señor. Asi que Job es el que verdaderamente vivió a la imagen del hombre bueno y justo y se convirtió en el hombre perfecto ante los ojos de Dios.
Nosotros pensamos que un hombre puede ser justificado por la fe. En ese caso, podemos pesar si lo que hacemos son los actos de un hombre bueno y justo. Por ejemplo, ya que creemos y seguimos a Dios hoy en día, podemos evaluar si hemos cambiado nuestra disposición, o si todavía vivimos por la antigua y vieja naturaleza satánica, si tenemos tolerancia, paciencia y amor hacia otros con las bases en el entendimiento de los principios de la verdad; ¿o, por otro lado, si actuamos estrictamente acorde a las palabras de Dios, sin mezcla de nuestra propia voluntad, nociones o imaginaciones, o si todo lo que hacemos puede estar en concordancia con Dios? ¿Cuántas, de las mencionadas, llevamos a cabo? Si quisiéramos ser justificados, debemos remover nuestra corrupción y ya dejar de vivir por las disposiciones corruptas de satán. Solo desligándonos del pecado para llevar a cabo actos de bondad y justicia podemos obtener la aprobación del Señor. Como las palabras en 1 Peter 1:15:16, “Así como el que te ha llamado es santo, se tu santo también en todos los aspectos; Porque está escrito, se tu santo; porque yo soy santo” también las palabras en hebreos 12:14, “Sigan la paz con todos los hombres, y santidad, sin ellas ningún hombre verá al señor”. Todos sabemos que Dios es sagrado. Entonces sabemos que Dios, no permite que exista nada sucio y corrupto en su reino. Solo aquellos que son purificados y salvados por Dios pueden entrar en su reino.
Comentarios
Publicar un comentario