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versículos de la biblia sobre el matrimonio

Versículos bíblicos para fortalecer su matrimonio; todos esperan tener un matrimonio feliz. Pero debido a diferentes estilos de vida, intereses, personalidades y puntos de vista o algunos asuntos familiares insignificantes, los conflictos aparecen y los cónyuges pueden incluso sospechar y pelear entre sí, lo que pondría a su familia en guerra y a su matrimonio en un callejón sin salida. Entonces, ¿qué podemos hacer para manejar nuestro matrimonio? Aquí me gustaría compartir con ustedes 23 versículos bíblicos para ayudarlos a tratar correctamente su matrimonio y vivir una vida pacífica con su cónyuge.

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    • Reconocer que el matrimonio está predestinado por el Creador
    • Perdonar y guiar a otros a la senda de creer y adorar a Dios
    • Ser leal en el matrimonio
    • Dejar a un lado las sospechas
    • Los esposos deben mostrar consideración y respeto entre sí cuando hallan conflictos
    • Apoyarse uno al otro en tiempos de debilidad
    • Confía en Dios en todo momento

Reconocer que el matrimonio está predestinado por el Creador

Marcos 10:8 y los dos seran una sola carne; por consiguiente, ya no son dos, sino una sola carne.
Colosenses 3:18 Mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.


¿Quién será nuestro cónyuge? Esto no puede ser decidido por nosotros mismos, sino que es controlado y predestinado por el Creador. Así como dice la palabra de Dios: “Un matrimonio no es el producto de las familias de ambos miembros, las circunstancias en las que crecieron, sus aspectos, sus edades, sus cualidades, sus talentos ni cualquier otro factor; más bien, surge de una misión compartida y un destino relacionado. Este es el origen del matrimonio, un producto del destino humano orquestado y organizado por el Creador”. El matrimonio que Dios arregla para nosotros es el mejor y más adecuado. Por lo tanto, un esposo y una esposa deben entender, respetar y cuidarse mutuamente, obedecer la soberanía y los arreglos de Dios, llevar las obligaciones y responsabilidades del otro en el matrimonio juntos y cumplir la misión que Dios nos ha confiado con una sola mente. Esta es la voluntad de Dios. A continuación, se muestran algunos versículos bíblicos que debemos entender.

Perdonar y guiar a otros a la senda de creer y adorar a Dios

Mateo 6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros.
Lucas 5:32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
Después de que fuéramos corrompidos por Satanás, a menudo revelamos el carácter satánico corrupto, egoísta y despreciable y no podemos llevarnos bien con nuestro cónyuge, lo que daña nuestro matrimonio. Solo Dios puede salvarnos de el carácter corrupto y satánico. Por lo tanto, debemos guiar a nuestro cónyuge para creer y adorar a Dios. Cuando revelemos corrupciones, podemos orar a Dios para arrepentirnos con nuestro cónyuge, perdonar y renunciar a los errores de nuestro cónyuge, de acuerdo con las exigencias de Dios. Solo así podemos tener un matrimonio feliz.

Ser leal en el matrimonio

Génesis 2:24 Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
1 Pedro 3:7 Y vosotros, maridos, igualmente, convivid de manera comprensiva con vuestras mujeres, como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas.
1 Corintios 7:2 No obstante, por razón de las inmoralidades, que cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido.
Hebreos 13:4 Sea el matrimonio honroso en todos, y el lecho matrimonial sin mancilla, porque a los inmorales y a los adúlteros los juzgará Dios.
En esta sociedad materialista y centrada en el dinero, debido a la influencia de las malas tendencias, los esposos que tienen relaciones fuera del matrimonio, las mujeres jóvenes que se divierten con los ricos, los hombres que mantienen a las amantes, y más aún se han convertido en un fenómeno social general. La lealtad de los cónyuges al matrimonio enfrenta un desafío extremo. En tal ambiente, ¿cómo podemos ser leales al matrimonio? Primero, debemos ver a través del matrimonio que está predestinado por Dios. Ser desleal al matrimonio es una forma maligna de comportamiento que viola los principios morales y es odiado por Dios. Además, “como el cielo vigila lo que haces”. Así que debemos tener un corazón temeroso de Dios, aceptar la observación de Dios en todo, orar más a Dios por Su protección y practicar para vivir a menudo delante de Dios. Sólo así podremos vencer a Satanás y dar testimonio al encontrarse con las tentaciones de Satanás.

Dejar a un lado las sospechas

Amós 3:3  ¿Andan dos hombres juntos si no se han puesto de acuerdo?
Salmos 85:10 La misericordia y la verdad se han encontrado, la justicia y la paz se han besado.
1 Juan 3:18 Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
1 Pedro 3:8 En conclusión, sed todos de un mismo sentir, compasivos, fraternales, misericordiosos y de espíritu humilde;
Sin el verdadero amor, los cónyuges sospecharán y se protegerán entre sí, y no podrán ser una sola mente, lo que hará que los cónyuges se distancien entre ellos e incluso llevarán su matrimonio hacia el final. En realidad, sospechar de otros a menudo no es la semejanza que una persona normal debe tener, pero una persona de mente estrecha y engañosa lo hace. Esas personas viven una vida muy miserable. A Dios le gustan las personas honestas que no sospechan de otras. Así que necesitamos ser honestos en el matrimonio. Al encontrar algunas cosas que no podemos ver o entender, debemos orar y buscar más a Dios y suplicarle que nos guíe. Al mismo tiempo, debemos abrir nuestro corazón y hablar con la verdad en nuestro corazón a nuestro cónyuge para comprendernos mutuamente. De esa manera, las sospechas no lastimaran el afecto matrimonial.

Los esposos deben mostrar consideración y respeto entre sí cuando hallan conflictos

Lucas 6:41 ¿Y por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo?
1 Juan 4:7 Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios.
Mateo 11:29 Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas.
Efesios 4:29 No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.
Efesios 5:33 En todo caso, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido.
Los conflictos son inevitables en la vida matrimonial. Culpar y quejarse uno del otro no va a resolver ningún problema. Los esposos cristianos no sólo pueden mirar las deficiencias del otro, sino que deben reflexionar sobre nosotros mismos según las exigencias de Dios, aprender a comprender, mostrar consideración y respeto el uno por el otro. De esta manera los cónyuges pueden amarse mutuamente en lugar de dañar la relación.

Apoyarse uno al otro en tiempos de debilidad

Génesis 2:18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; haréle ayuda idónea para él.
Eclesiastés 4:9-12 Más valen dos que uno solo, pues tienen mejor remuneración por su trabajo. Porque si uno de ellos cae, el otro levantará a su compañero; pero ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante! Además, si dos se acuestan juntos se mantienen calientes, pero uno solo ¿cómo se calentará? Y si alguien puede prevalecer contra el que está solo, dos lo resistirán. Un cordel de tres hilos no se rompe fácilmente.
Proverbios 18:22 El que halló esposa halló el bien, Y alcanzó la benevolencia de Jehová.
Efesios 4:2 con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos unos a otros en amor,
En nuestra vida cotidiana, algunas cosas malas pasan y nos hacen débiles y negativos. En este momento, los cónyuges deben ayudarse y alentarse mutuamente y confiar en Dios para superar estas dificultades juntos, para que podamos librarnos pronto de la negatividad y de la debilidad. Esto es amarse y respetarse mutuamente y es la semejanza que los cristianos deben tener.

Confía en Dios en todo momento

Zacarías 4:6 Entonces respondió y hablóme, diciendo: Esta es palabra de Jehová á Zorobabel, en que se dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Josué 1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente: no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios será contigo en donde quiera que fueres.
La Biblia indica: “Sed de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8). En este mundo oscuro y malvado, los peligros y las tentaciones vienen sobre nosotros en cualquier momento. Sin el cuidado y la protección de Dios, seremos fácilmente devorados por Satanás. Así que, dondequiera y cuando sea, debemos confiar en Dios y a menudo vivir en presencia de Dios. Sólo por ser cuidados y protegidos por Dios podemos distanciarnos de las diversas tentaciones de Satanás. Que los versículos bíblicos a continuación nos recuerden: Dios está a nuestro lado y es nuestra ayuda siempre presente.
(Traducido del original en inglés al español por Xinia Arias Quirós)
Some Scriptures taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation

Fuente: Estudiar la Biblia
 

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La palabra de Dios dice:

El matrimonio es una importante coyuntura en la vida de una persona. Es el producto de su destino, un vínculo crucial en el mismo; no se fundamenta en la voluntad o las preferencias individuales de cualquier persona, y no está influenciado por ningún factor externo, sino que está determinado totalmente por los destinos de las dos partes, por los arreglos y las predeterminaciones del Creador relativos a los destinos de la pareja. En su superficie, el propósito del matrimonio es continuar la raza humana, pero en realidad el matrimonio no es otra cosa que un ritual por el que uno pasa en el proceso de cumplir su misión. Los papeles que las personas desempeñan en el matrimonio no son simplemente los de criar a la siguiente generación; son los diversos roles que uno asume y las misiones que uno debe cumplir en el curso de mantener un matrimonio. Así como el nacimiento de uno influye en el cambio de las personas, los acontecimientos y las cosas a su alrededor, su matrimonio también los afectará y, además, los transformará de diversas formas distintas.
Cuando uno pasa a ser independiente, comienza su propio viaje en la vida, que le lleva paso a paso hacia las personas, los acontecimientos y las cosas relacionadas con su matrimonio; y, al mismo tiempo, la otra persona que formará ese matrimonio se está acercando, paso a paso, a esas mismas personas, acontecimientos y cosas. Bajo la soberanía del Creador, dos personas sin relación que comparten un destino relacionado entran gradualmente en el matrimonio y pasan a ser, milagrosamente, una familia, “dos langostas agarrándose a la misma cuerda”. Por tanto, cuando uno entra en el matrimonio, su viaje en la vida influirá y tocará a la otra mitad y, de igual forma, el viaje en la vida del compañero o la compañera influirá y tocará el destino en la vida de uno. En otras palabras, los destinos humanos están interconectados, y nadie puede cumplir su misión en la vida o desempeñar su papel de forma completamente independiente de los demás. El nacimiento de uno tiene influencia en una inmensa cadena de relaciones; el crecimiento también implica una compleja cadena de relaciones; y, de forma parecida, un matrimonio existe y se mantiene inevitablemente en una vasta y compleja red de relaciones humanas, implicando a cada miembro e influenciando el destino de todo aquel que forma parte de la misma. Un matrimonio no es el producto de las familias de ambos miembros, las circunstancias en las que crecieron, sus aspectos, sus edades, sus cualidades, sus talentos ni cualquier otro factor; más bien, surge de una misión compartida y un destino relacionado. Este es el origen del matrimonio, un producto del destino humano orquestado y organizado por el Creador.
De "La Palabra manifestada en carne"

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