Zhang Yitao Provincia de Henan “Oh Dios , Tu juicio es real, justo y sagrado. Tus palabras son la luz que revela las corrupciones del hombre. Una vez creí pero no sabía cómo te apenaba mi rebeldía. Con pena y arrepentido, en deuda contigo, me siento, lo entiendo hoy. Tu juicio me despierta y puedo ver Tu amor. Sólo conociendo Tu justicia percibo mi corrupción. […] Oh Dios, Ante Tu amor, con gratitud y en deuda contigo. Sin Tu juicio yo no podría ser transformado. ¡Es Tu obra la que me salva y me cambia! Oh, practicando Tus palabras, experimentando su verdad, mi corazón se llena de alegría infinita” (‘Oh Dios, tú me das tanto amor’ en “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”). Cada vez que canto esta canción, pienso en la salvación de Dios para mí a lo largo de todos estos años, y estoy lleno de gratitud hacia Él. Fue el juicio y castigo de Dios lo que me cambió. Hizo que yo —un hijo arrogante, ambicioso y rebelde— pareciera un poco más humano. ¡Sinceramente doy gra...