Película cristiana "Desde el trono fluye el agua de la vida" Escena 5 - ¿Quién verdaderamente concedió el camino de la vida eterna a la humanidad?
Película cristiana "Desde el trono fluye el agua de la vida" Escena 5 - ¿Quién verdaderamente concedió el camino de la vida eterna a la humanidad?
El Señor Jesús dijo: "Pero quien beba del agua que Yo le daré, nunca tendrá sed; sino que el agua que Yo le daré será en su interior una fuente de agua que fluye hacia la vida eterna" (Juan 4:14). El Señor Jesús es el manantial del agua viva de la vida, Él es el camino de vida eterna; pero, tal y como fue testigo el Relámpago de Oriente, sólo Cristo de los últimos días, Dios Todopoderoso, puede dar a las personas el camino de vida eterna. Por lo tanto, ¿proceden Dios Todopoderoso y el Señor Jesús de la misma fuente? ¿Son Sus obras llevadas a cabo por un solo Dios? ¿Por qué es sólo Cristo de los últimos días quien puede concedernos el camino de vida eterna?
La palabra de Dios dice :
Jesús y Yo venimos del mismo Espíritu. Aunque nuestras carnes no tienen relación, nuestros Espíritus son uno; aunque lo que hacemos y la obra que asumimos no sean lo mismo, somos iguales en esencia; nuestras carnes adoptan distintas formas, y esto es debido al cambio en la era y a los diferentes requisitos de nuestra obra; nuestros ministerios no son iguales, por lo que la obra que traemos y el carácter que revelamos al hombre también son diferentes. Esa es la razón por la que lo que el hombre ve y entiende hoy en día es diferente a lo del pasado; esto es así por el cambio en la era. Aunque el género y la forma de Sus carnes son diferentes, y aunque Ellos no nacieron de la misma familia, mucho menos en la misma época, Sus Espíritus son uno. Aunque Sus carnes no comparten la misma sangre ni parentesco físico de ningún tipo, esto no niega que Ellos sean la encarnación de Dios en dos períodos de tiempo diferentes. Es una verdad innegable que son las carnes encarnadas de Dios, aunque no compartan el mismo linaje o un lenguaje humano común (uno fue un varón que hablaba el lenguaje de los judíos y el otro es una mujer que sólo habla chino). Es por estas razones que Ellos realizan la obra que debe hacer cada uno en diferentes países y en períodos de tiempo distintos también. A pesar del hecho de que son el mismo Espíritu y poseen la misma esencia, no hay ninguna similitud en absoluto entre los armazones externos de Sus carnes. Simplemente comparten la misma humanidad, pero la apariencia y el nacimiento de Sus carnes no son parecidos. Esto no ejerce ningún impacto en Sus respectivas obras o en el conocimiento que el hombre tiene de Ellos, porque, después de todo, son el mismo Espíritu y nadie puede separarlos. Aunque no tienen parentesco alguno, Sus seres por entero están dirigidos por Sus Espíritus, de forma que Ellos son asignados a una obra diferente en distintos períodos de tiempo, y Sus carnes a diferentes linajes. El Espíritu de Jehová no es el padre del Espíritu de Jesús, y el Espíritu de Jesús no es el hijo del Espíritu de Jehová: ambos son el único y mismo Espíritu. Al igual que el Dios encarnado de hoy en día y Jesús. Aunque no tienen relación de sangre, son uno; esto se debe a que Sus Espíritus son uno.
De ‘Las dos encarnaciones completan el sentido de la encarnación’ en "La Palabra manifestada en carne"
Fuente: Relámpago Oriental
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