Película cristiana "Canción de victoria" Escena 4 - Señales del regreso del Señor Jesús
Cuando el Señor Jesús vino para llevar a cabo Su obra, Él predicó el evangelio del reino celestial por todos lados a gran escala, y éste resonó por todo el mundo religioso y la nación judía. El día en el que el Señor Jesús regresó para llevar a cabo Su obra, ésta conmocionó a las personas de todas las denominaciones y grupos y causó sensación por todo el mundo. ¿Has notado las señales del regreso del Señor? ¿Has dado la bienvenida a Su retorno?
Leer más la palabra de Dios :
Así, ya que estamos buscando las huellas de Dios, debemos buscar la voluntad de Dios, las palabras de Dios, las declaraciones de Dios, porque donde están las nuevas palabras de Dios, ahí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí está la aparición de Dios, y donde está la aparición de Dios, ahí existe la verdad, el camino y la vida.
De ‘La aparición de Dios ha traído una nueva época’ en "La Palabra manifestada en carne"
En la Era del Reino, Dios usa la palabra para iniciar una nueva era, para cambiar el método de Su obra y para realizar la obra de la era entera. Este es el principio por el cual Dios obra en la Era de la Palabra. Él se hizo carne para hablar desde diferentes perspectivas, permitiendo que el hombre pueda en verdad ver a Dios –quien es la Palabra manifestada en la carne–, Su sabiduría y Su maravilla. Este tipo de obra se realiza para lograr mejor los objetivos de conquistar al hombre, perfeccionar al hombre y eliminar al hombre. Este es el verdadero significado del uso de la palabra para obrar en la Era de la Palabra. A través de la palabra, el hombre llega a conocer la obra de Dios, el carácter de Dios, la esencia del hombre y aquello a lo que el hombre debe entrar. A través de la palabra, la obra que Dios quiere realizar en la Era de la Palabra fructifica en su totalidad. A través de la palabra, el hombre es revelado, eliminado y probado. El hombre ha visto la palabra, ha oído la palabra y ha tomado conciencia de la existencia de la palabra. Como resultado, cree en la existencia de Dios, en la omnipotencia y la sabiduría de Dios, así como en el amor de Dios por el hombre y Su deseo de salvarlo. Aunque la palabra “palabra” es simple y ordinaria, la palabra procedente de la boca del Dios encarnado sacude todo el universo; transforma el corazón, las nociones y el antiguo carácter del hombre, y la apariencia que el mundo entero solía tener. A través de las eras, sólo el Dios de la actualidad obra de esta manera, y sólo Él habla así y viene a salvar al hombre de ese modo. A partir de este momento, el hombre vive bajo la guía de la palabra, pastoreado y provisto por la palabra. La humanidad entera ha llegado a vivir en el mundo de la palabra, dentro de las maldiciones y bendiciones de la palabra de Dios, y aún más seres humanos han llegado a vivir bajo el juicio y el castigo de la palabra. Estas palabras y esta obra son todas en aras de la salvación del hombre, en aras del cumplimiento de la voluntad de Dios, y en aras del cambio del aspecto original del mundo de la antigua creación. Dios creó el mundo con la palabra, guía a los hombres de todo el universo con la palabra, y, una vez más, los conquista y los salva con la palabra. Al final, Él utilizará la palabra para llevar a la totalidad del mundo antiguo a su fin. Sólo entonces el plan de gestión está totalmente completo. A lo largo de la Era del Reino, Dios usa la palabra para llevar a cabo Su obra y lograr los resultados de la misma; no realiza maravillas ni hace milagros; simplemente lleva a cabo Su obra a través de la palabra. A causa de la palabra, el hombre es nutrido y provisto; a causa de la palabra, el hombre adquiere el conocimiento y la experiencia verdadera. En la Era de la Palabra el hombre verdaderamente ha recibido bendiciones excepcionales. El hombre no sufre ningún dolor físico y simplemente disfruta de la abundante provisión de la palabra de Dios; sin necesidad de que busque o viaje, en medio de su comodidad, ve la aparición de Dios, lo escucha hablar con Su propia boca, recibe Su provisión y lo ve personalmente realizando Su obra. En épocas pasadas, los hombres no podían disfrutar de tales cosas, y estas son bendiciones que nunca podían recibir.
De ‘La Era del Reino es la Era de la Palabra’ en "La Palabra manifestada en carne"
Fuente: Relámpago oriental
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