Sermones y comunión: Aceptar la obra de Dios de los últimos días antes del desastre para ser arrebatados y asistir al banquete con el Señor
Ahora, en los últimos días, Dios ha aparecido y ha comenzado a obrar, es decir, el Dios Todopoderoso encarnado ha comenzado Su obra de juicio para los últimos días; por lo tanto, aquellos que puedan aceptar la obra de Dios Todopoderoso serán los más bendecidos. Algunas personas religiosas oyen esto y no lo aprueban, no reconocen esta frase y dicen: «Nuestro Señor Jesús es el Dios verdadero, el Señor Jesús es Cristo. No necesitamos creer en Dios Todopoderoso para entrar en el reino de los cielos». ¿Piensan así todas las personas religiosas? ¿Concuerda esto con las intenciones de Dios? El Señor Jesús nunca dijo que si crees en Él puedes entrar en el reino de los cielos, Él no dijo eso. Él no dijo que si aceptas la obra redentora Él perdonará tus pecados y te permitirá entrar en el reino de los cielos. Él tampoco dijo que si te apegas al nombre del Señor Jesús, a estas tres palabras, puedes entrar en el reino de los cielos. Él no dijo eso. Él dijo que en los últimos días, todos los que oigan la venida del novio y lo reciban y festejen con Él, son los bendecidos. Estas personas serán arrebatadas y tendrán la oportunidad de entrar en el reino de los cielos. Las vírgenes sabias pueden aceptar el regreso del Señor; las vírgenes necias no darán la bienvenida al regreso del Señor. ¿Cuál es la consecuencia para las vírgenes necias? ¡Serán abandonadas, eliminadas! Así que de aquellas personas que creen en el Señor, sólo las vírgenes sabias pueden aceptar la obra de Dios en los últimos días, pueden reconocer la voz de Dios de la verdad expresada por Dios Todopoderoso, y pueden ver la certeza del regreso de Dios. Con este tipo de personas, el Señor está con ellas. El Señor está con este tipo de personas. Ellas cenarán con el Señor, siendo eventualmente purificadas, salvadas y traídas al reino de los cielos.
de “Sermones y comunión acerca de la entrada a la vida (serie 131)”
La salvación de la humanidad viene principalmente en dos etapas: primero, Dios encarnado llevó a cabo la obra redentora al realizar la ofrenda de expiación. Segundo, Dios encarnado juzga, castiga y purifica al hombre. Este es el verdadero testimonio de la obra de salvación de Dios para la humanidad. Si sólo puedes aceptar la primera etapa, lo cual únicamente es aceptar la ofrenda de expiación, pero no puedes aceptar el juicio y el castigo de Dios en los últimos días, la ofrenda de expiación no tiene ningún sentido. La ofrenda de expiación no purifica al hombre; no puede hacerlo. Sólo el juicio y el castigo pueden purificar al hombre. Entonces, ¿qué es la ofrenda de expiación? Te da idoneidad. Si la aceptas y aceptas el nombre del Señor Jesús, tus pecados serán perdonados y tú estarás calificado para orar a Dios, para venir ante Él y aceptar Su obra. ¿No es esto una clase de idoneidad? Algunas personas dicen: “Eso es erróneo. En cuanto aceptamos al Señor Jesús, nuestros pecados son perdonados. ¿Cómo puedes decir que sólo es una clase de idoneidad?”. ¿Es esta la forma correcta de pensar? ¿Se sostiene este argumento? ¿El perdón de los pecados es igual a ser purificado? No lo es. Por lo tanto, el perdón de tus pecados es la gracia de Dios, la concesión de Su gracia para ti. Dios ignorará tus pecados, pero esto no significa que estés libre de pecado y, ciertamente, no significa que no cometerás pecados. Por lo tanto, los creyentes cuyos pecados son perdonados aún pueden cometerlos; aún pueden mentir y engañar como antes y permanecer atrapados en un ciclo de cometer y confesar pecados. ¿No es verdad? Si lo analizas desde la perspectiva de esta verdad, ¿la ofrenda de expiación representa entonces la purificación del hombre? ¿Es la obra de purificación? Simplemente le da idoneidad al hombre. Una vez que tienes esta idoneidad, puedes orar a Dios y disfrutar de Su gracia. Entonces, ¿qué es la gracia de Dios? Es perdonarte, pero eso no significa que estés purificado. Simplemente es un perdón. En la Era de la Gracia, después de que se hiciera la ofrenda de expiación, ¿llegó el hombre a ser apto para entrar en el reino de los cielos? No. ¿Qué prueba tenemos? El Señor Jesús dijo: “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). Si dices: “Señor, Señor”, ¿no son perdonados tus pecados? ¿Por qué no puedes entrar en el reino de los cielos? Según estas palabras, no puedes entrar en el reino de los cielos aunque tus pecados te hayan sido perdonados. Eso no te da la idoneidad para entrar en el reino; únicamente te da el derecho de orar a Dios y de venir ante Él. Entonces, ¿por qué hizo Dios la ofrenda de expiación por el hombre? Dios es santo. Si eres un pecador, alguien que comete pecados, y si eres de la clase de Satanás, no eres idóneo para ser testimonio de Dios. No eres digno ni de ser testimonio de Él ni de orarle. Si orases a Dios, lo avergonzarías y mancharías Su nombre. Así que Dios hizo la ofrenda de expiación. Él perdonó tus pecados, los ignoró y te perdonó para que seas idóneo para orarle. La obra del Señor Jesús abrió el camino al juicio y al castigo en los últimos días. Él llevó a cabo la ofrenda de expiación y, por esta, el hombre es idóneo para recibir la segunda venida de Jesús y aceptar el juicio y el castigo de Dios en los últimos días. De esto se trataba la obra de la ofrenda de expiación.
de “Sermones y comunión acerca de la entrada a la vida (serie 136)”
¿Qué tipo de obra es el juicio y castigo de Dios para el hombre en los últimos días? Es la obra de salvar y perfeccionar a la humanidad; es la obra de traer salvación a estas personas y llevarlas al reino de Dios. Uno debe ser juzgado y castigado para ser arrebatado al reino de los cielos. Experimentar el juicio y castigo de Dios es experimentar la obra práctica de ser arrebatado por Dios y llevado al reino de los cielos. ¿Qué significa ser arrebatado al reino de los cielos? Eso es aceptar el juicio y castigo de Dios, ser purificado y, de este modo, permanecer y entrar en el reino de los cielos. “De lo contrario nunca tendrás la oportunidad de que Dios te elogie”. ¿A qué tipo de persona elogia Dios? Él elogia a aquellos que son purificados y perfeccionados a través de la experimentación del juicio y castigo de Dios. ¿Has visto este asunto claramente ahora? Esta es una visión y tú debes ver claramente la visión de la obra de Dios porque esta es la única oportunidad, una oportunidad para los milenios por venir. Esta es la única oportunidad para entrar en el reino de los cielos. A los israelitas que experimentaron la obra de Dios no se les dio semejante oportunidad; durante los dos mil años de la Era de la Gracia, a los que creyeron en el Señor Jesús no se les dio esta oportunidad; en cambio, a los nacidos en los últimos días que han aceptado la obra de Dios se les ha dado esta oportunidad. Si la pierdes, nunca tendrás otra oportunidad de ser elogiado por Dios. Sin la oportunidad de ser elogiado por Dios, ¿puedes entrar en el reino de los cielos? Si este es el caso, entonces nunca entrarás porque sólo existe esta oportunidad.
de “Sermones y comunión acerca de la entrada a la vida (serie 122)”
Recomendación: el arrebatamiento
Contáctanos
Hoy en día, los desastres están ocurriendo con frecuencia en todas partes y, las profecías sobre el regreso del Señor se han cumplido básicamente. ¿Cómo podemos encontrarnos con Él y ser arrebatados antes del desastre? Si tienes dificultades o preguntas de fe, te invitamos a contactar con nosotros en cualquier momento.
Comentarios
Publicar un comentario