Solo sabes que el Señor Jesús es Dios encarnado, pero quizás no conozcas el misterio de la encarnación

Mailo que viene de México nos escribió mensaje privado, diciendo: “A menudo oro en el nombre del Señor Jesucristo y también sé que solo Cristo puede dar al hombre la verdad, el camino y la vida. Pero respecto a qué es Cristo, solo conozco que el Señor Jesús es Cristo, el Dios encarnado, no tengo idea de qué son la verdad y el misterio acerca de la encarnación. ¿Me podéis explicarme?”.

De hecho, la respuesta está en las palabras de Dios. Dios dice: “El Dios encarnado se llama Cristo y Cristo es la carne que se viste con el Espíritu de Dios. Esta carne es diferente a cualquier hombre que es de la carne. La diferencia es porque Cristo no es de carne y hueso, sino que es la personificación del Espíritu. Tiene tanto una humanidad normal como una divinidad completa. Su divinidad no la posee ningún hombre. Su humanidad normal sustenta todas Sus actividades normales en la carne mientras que Su divinidad lleva a cabo la obra de Dios mismo” （"La Palabra manifestada en carne"）.

“El Dios que se hizo carne se llama Cristo, y así el Cristo que les puede dar a las personas la verdad se llama Dios. No hay nada excesivo en esto porque Él posee la esencia de Dios, y posee el carácter de Dios, y posee la sabiduría en Su obra, que el hombre no puede alcanzar. Los que así mismos se llaman Cristo, pero que no pueden hacer la obra de Dios, son fraudes. Cristo no es sólo la manifestación de Dios en la tierra, sino también es la carne particular asumida por Dios a medida que cumple y completa Su obra entre los hombres. Esta carne no es una que cualquier hombre pueda reemplazar, sino una que pueda adecuadamente llevar la obra de Dios en la tierra y expresar el carácter de Dios y representar bien a Dios y proveer al hombre con la vida” （"La Palabra manifestada en carne"）.

De las palabras de Dios se puede ver que Cristo es la carne encarnada por Dios, es Aquel que el espíritu de Dios se materializa en la carne, Él es una persona ordinaria y normal en apariencia, pero posee la esencia divina y puede expresar la verdad en todo tiempo y hacer la obra de Dios mismo. Por ejemplo, las palabras y obra del Señor Jesús están llenas de autoridad y poder. Todo se cumpliría tan pronto como las palabras del Señor fueran habladas, tales como: resucitar a un muerto, calmar el viento y el mar, curar diversas enfermedades y perdonar los pecados del hombre, etc., el Señor Jesús abrió la Era de la Gracia, trayendo el camino del arrepentimiento, desvelando el misterio del reino de los cielos y expresando el carácter de la misericordia y el amor, y fue clavado en la cruz para redimir a toda la humanidad y perdonó los pecados del hombre. Todo esto muestra que las palabras y obra del Señor Jesús son las de Dios mismo, que Él es el Dios encarnado.

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