Independientemente sea las palabras de Dios encarnado o las del Espíritu Santo, son habladas por Dios a toda la humanidad desde lo alto, contienen el tono y características de hablar de Dios, Su autoridad y Su identidad se manifiestan en ellas. En otras palabras, contienen una manera específica de hablar del Creador. Por ejemplo, las palabras expresadas por el Señor Jesús encarnado abarcan principalmente los requisitos y las advertencias de Dios al hombre, los mandamientos y los decretos administrativos de Dios, las profecías y las promesas de Dios hacia la humanidad etc., todas estas palabras son la verdad, el camino y la vida, son la revelación de la esencia de la vida de Dios, las cuales representan el carácter de Dios y lo que Él tiene y es. De las palabras que Dios expresa podemos ver que todas Sus palabras son la verdad, tienen la autoridad y el poder.
Vamos a leer unas palabras sobre los requisitos y las advertencias del Señor Jesús hacia el hombre: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17). “Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazon, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el grande y el primer mandamiento. Y el segundo es semejante a éste: Amaras a tu projimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas” (Mateo 22:37-40).
Las palabras de los decretos administrativos del Señor Jesús: “Por eso os digo: todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. Y a cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este siglo ni en el venidero” (Mateo 12:31-32).
Las palabras de la revelación y maldición de los fariseos por parte del Señor Jesús: “Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando” (Mateo 23:13).
También hay palabras sobre las profecías y promesas, por ejemplo: “[...] voy a preparar un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros” (Juan 14:2-3). “Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final” (Juan 12:47-48).
A partir de esto, podemos ver que las palabras del Señor Jesús justamente son las que Dios habla a toda la humanidad, estas palabras expresan directamente el carácter de Dios y la voluntad de Dios hacia el hombre, el Señor Jesús usaba estas palabras para guiar y proveer a los ser humanos, sin lugar a dudas dichas palabras representan totalmente la autoridad y el poder de Dios mismo. Ya que cuando las leemos, podemos sentir que están llenas de la autoridad y el poder, que son la voz de Dios, las declaraciones de Dios a la humanidad y que nadie puede decirlas.
Por eso, en los últimos días, si queremos reconocer las palabras de Dios, debemos ver si las palabras que leemos contienen el carácter de Dios y si poseen la autoridad y el poder. Si las conclusiones son afirmativas, entonces podremos confirmar que estas son la voz de Dios.
Si quiere saber más, no dude en hacer clic en el enlace para contemplar el vídeo destacado de la película: “Llamar a la puerta (IV) – El Señor llama a la puerta. ¿Eres capaz de reconocer la voz del Señor? (1)”
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Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.lbla.com.
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