Versículo de la Biblia sobre evangelio de hoy
Dios es espíritu, y verdad; y por lo mismo los que le adoran en espíritu y verdad deben adorarle
Juan 4:24
Reflexion del evangelio de hoy
Gracias a Dios, últimamente había hermanos y hermanas que nos escribían a través de Messenger preguntándonos cómo hacer devociones espirituales para ser aprobados por Dios. Hoy vamos a comunicar este aspecto de la verdad juntos.
Aunque muchos hermanos(as) son capaces de practicar devociones espirituales todos los días, no pueden calmar su corazón ante Dios, a veces piensan en el asunto de su familia o de su trabajo, e incluso, tienen apuro en hacerlo, siendo así, sus devociones espirituales sólo pasan por un proceso y están en las nubes. El Señor Jesús dijo: “Dios es espíritu, y verdad; y por lo mismo los que le adoran en espíritu y verdad deben adorarle” (Juan 4:24). Esto es el requisito de Dios para nosotros, si queremos recibir Su aprobación y que nuestros devocionales espirituales logren un buen efecto, debemos adorarlo con sinceridad. Si nuestro corazón está lleno de cosas del trabajo y la vida y llevando un procedimiento sin escrúpulos, entonces a pesar de que leemos las palabras de Dios, sólo podemos entender cierto significado literal en lugar de Su voluntad, y no vamos a sentir satisfechos, tales devocionales espirituales no alcanzan ningún efecto.
Aunque muchos hermanos(as) son capaces de practicar devociones espirituales todos los días, no pueden calmar su corazón ante Dios, a veces piensan en el asunto de su familia o de su trabajo, e incluso, tienen apuro en hacerlo, siendo así, sus devociones espirituales sólo pasan por un proceso y están en las nubes. El Señor Jesús dijo: “Dios es espíritu, y verdad; y por lo mismo los que le adoran en espíritu y verdad deben adorarle” (Juan 4:24). Esto es el requisito de Dios para nosotros, si queremos recibir Su aprobación y que nuestros devocionales espirituales logren un buen efecto, debemos adorarlo con sinceridad. Si nuestro corazón está lleno de cosas del trabajo y la vida y llevando un procedimiento sin escrúpulos, entonces a pesar de que leemos las palabras de Dios, sólo podemos entender cierto significado literal en lugar de Su voluntad, y no vamos a sentir satisfechos, tales devocionales espirituales no alcanzan ningún efecto.
Las palabras de Dios dicen: “[...] cada uno de vosotros debe tomar tiempo alejado de toda persona, asunto u objeto para sus devocionales espirituales personales, donde seréis capaces de traer paz a vuestro corazón y de callar ante Dios. Deberíais tener vuestras notas devocionales individuales en las que podáis recoger vuestro conocimiento de la palabra de Dios y cómo ha sido conmovido vuestro espíritu, independientemente de que lo que escribáis sea profundo o superficial. Acallad vuestro corazón ante Dios de manera intencionada. Si puedes dedicar una o dos horas a una vida espiritual verdadera cada día, tu vida durante el día se sentirá enriquecida y tu corazón será brillante y claro. Si vives esta clase de vida espiritual a diario, entonces serás capaz de entregar cada vez más tu corazón a Dios, tu espíritu se volverá más y más fuerte, tu condición será cada vez mejor, serás más capaz de recorrer la senda guiada por el Espíritu Santo y Dios te concederá más y más bendiciones”.
A partir de estas palabras podemos ver que si queremos lograr un buen efecto en la vida espiritual, es recomendable que tomemos una o dos hora al día y busquemos un lugar tranquilo para practicar conscientemente a renunciar las cosas de la familia y el trabajo por el momento, y aquietemos nuestra corazón en presencia de Dios, rezando a Dios que nos guíe a entender las verdades de Sus palabras. Cuando seamos capaces de enfocarnos con todo nuestro corazón en las palabras de Dios y de tener deseo de la búsqueda de la verdad, Él nos esclarecerá y guiará a entender Su voluntad y conocer nuestra propia rebeldía y deficiencia. Al mismo tiempo, deberíamos tener costumbre de escribir diario sobre nuestras devociones espirituales, que apuntemos el esclarecimiento y la iluminación del Espíritu Santo en cualquier momento para que podamos releerlo y meditarlo cuando tengamos un hueco. Si practicamos de esta manera todos los días, entonces podremos tranquilizar nuestra corazón delante de Dios y, nuestro espíritu se volverá cada vez más sensible, y estaremos acostumbrados a buscar la voluntad de Dios en cualquier asunto, siendo así, nuestra relación con Él será más íntima y, nuestra vida crecerá rápidamente.
A partir de estas palabras podemos ver que si queremos lograr un buen efecto en la vida espiritual, es recomendable que tomemos una o dos hora al día y busquemos un lugar tranquilo para practicar conscientemente a renunciar las cosas de la familia y el trabajo por el momento, y aquietemos nuestra corazón en presencia de Dios, rezando a Dios que nos guíe a entender las verdades de Sus palabras. Cuando seamos capaces de enfocarnos con todo nuestro corazón en las palabras de Dios y de tener deseo de la búsqueda de la verdad, Él nos esclarecerá y guiará a entender Su voluntad y conocer nuestra propia rebeldía y deficiencia. Al mismo tiempo, deberíamos tener costumbre de escribir diario sobre nuestras devociones espirituales, que apuntemos el esclarecimiento y la iluminación del Espíritu Santo en cualquier momento para que podamos releerlo y meditarlo cuando tengamos un hueco. Si practicamos de esta manera todos los días, entonces podremos tranquilizar nuestra corazón delante de Dios y, nuestro espíritu se volverá cada vez más sensible, y estaremos acostumbrados a buscar la voluntad de Dios en cualquier asunto, siendo así, nuestra relación con Él será más íntima y, nuestra vida crecerá rápidamente.
Leer más la palabra de Dios :
"Acallar el corazón de uno delante de Dios es uno de los pasos más cruciales para entrar en las palabras de Dios, y es una lección en la que en estos momentos todas las personas tienen la necesidad urgente de entrar. Los caminos de entrada para acallar el corazón delante de Dios son:
1. Retira tu corazón de las cosas externas, guarda silencio delante de Dios y ora a Él con un corazón enfocado.
2. Con tu corazón callado delante de Dios, come, bebe y disfruta de las palabras de Dios.
3. Convierte en una práctica habitual el meditar en el amor de Dios, el contemplarlo y el reflexionar en la obra de Dios.
Primero se empieza con el asunto de la oración. Se es firme, y se ora a una hora fija. Independientemente de lo apurado que se esté de tiempo, de lo ocupado o de lo que sobrevenga, se ora cada día como algo normal, se come y se bebe las palabras de Dios como de costumbre. Mientras se coma y se beba las palabras de Dios, no importa cuáles sean los entornos, el espíritu está especialmente complacido; tampoco incomodan las personas, los acontecimientos ni las cosas de alrededor. Cuando se contempla normalmente a Dios en el corazón, lo que ocurre fuera no puede molestar. Esto es lo que significa tener estatura. Primero se empieza desde la oración: orar en paz delante de Dios es muy productivo. Después de ello, comer y beber las palabras de Dios, meditar en Sus palabras e intentar obtener la luz, hallar el camino a la práctica, conocer cuáles son los objetivos de las declaraciones de Dios, y entender sin desviación. En general, acercarse a Dios con normalidad en el corazón, contemplar Su amor, y reflexionar en Sus palabras, sin ser perturbado por las cosas externas. Cuando tu corazón está en paz, hasta el punto de ser capaz de meditar, para poder contemplar dentro de ti mismo el amor de Dios, y acercarte de verdad a Él, independientemente del entorno en el que estés, y en última instancia has alcanzado el punto en el que alabas en tu corazón, y es incluso mejor que orar, entonces poseerás una cierta estatura en esto. Si puedes alcanzar el estado antes descrito, entonces esto probará que tu corazón está verdaderamente en paz ante Dios. Este es el primer paso; es una habilidad básica. Sólo cuando pueden estar en paz delante de Dios, el Espíritu Santo puede tocar a las personas y el Espíritu Santo las puede esclarecer e iluminar, sólo entonces pueden realmente tener comunión con Dios y pueden entender la voluntad de Dios y la guía del Espíritu Santo, y con esto, habrán entrado en el camino correcto en sus vidas espirituales. Ejercitarse para vivir delante de Dios para alcanzar una cierta profundidad y ser capaz de rebelarse contra uno mismo, abominar de uno mismo, y vivir en las palabras de Dios, esto es acallar de verdad el corazón delante de Dios. Ser capaz de abominar de uno mismo, maldecirse y rebelarse contra uno mismo es el resultado que alcanza la obra de Dios, y las personas no pueden hacerlo. Por consiguiente, la práctica de acallar el corazón delante de Dios es una lección en la que las personas deberían entrar de inmediato. Algunas personas no sólo no pueden acallar habitualmente su corazón delante de Dios, sino que su corazón no está callado delante de Él ni cuando oran. ¡Esto está realmente demasiado lejos de los estándares de Dios! Si el corazón del hombre no puede callarse delante de Dios, ¿puede ser movido por el Espíritu Santo? Si el hombre no puede estar callado delante de Dios, puede distraerse cuando llega alguien, cuando las personas están hablando, y su corazón puede alejarse cuando otros están haciendo cosas, entonces no es alguien que vive delante de Dios. Si tu corazón está verdaderamente callado delante de Dios, no te molestará nada de lo que esté ocurriendo en el mundo exterior, ni habrá persona, evento o cosa que te ocupe. Si tienes entrada a esto, entonces esos estados negativos o todas las cosas negativas, como las concepciones humanas, la filosofía de la vida, las relaciones anormales con las personas y los pensamientos de tu corazón desaparecerán de manera natural. Al estar siempre meditando en las palabras de Dios, al acercarse siempre tu corazón a Él, y ocuparse con Sus palabras actuales, esas cosas negativas se quitan sin que te des cuenta. Cuando las nuevas cosas positivas te ocupen, las viejas cosas negativas no tendrán lugar, así que no les prestes atención. No es necesario que hagas esfuerzos e intentes controlarlas. Céntrate en estar callado delante de Dios, come y bebe más de Sus palabras y disfrútalas; cántale más himnos de alabanza, y deja que Él tenga la oportunidad de obrar en ti, porque, en el presente, Dios quiere perfeccionar personalmente a las personas, quiere ganar tu corazón, Su Espíritu conmueve tu corazón; si vives delante de Dios, y sigues la guía del Espíritu Santo, satisfarás a Dios. Si prestas atención a vivir en las palabras de Dios, y a hablar más en comunión sobre la verdad para obtener el esclarecimiento y la iluminación del Espíritu Santo, entonces esas concepciones religiosas, la santurronería y la prepotencia desaparecerán todas, y sabrás cómo erogar para Dios, y cómo amarlo y satisfacerlo. Esas cosas fuera de Dios se olvidan, entonces, de manera inconsciente." ("La Palabra manifestada en carne")
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