La fe en Dios requiere de una vida espiritual normal, que es la base para experimentar las palabras de Dios y entrar en la realidad. ¿Equivale a una "vida espiritual normal" toda vuestra práctica actual de oraciones, acercarse a Dios , cantar himnos, alabanzas, meditación, y de reflexionar sobre las palabras de Dios? Ninguno de vosotros parece saberlo. Una vida espiritual normal no se limita a prácticas como orar, cantar himnos, participar en la vida de la iglesia y comer y beber de las palabras de Dios. Más bien, implica vivir una nueva y dinámica vida espiritual. Lo que importa no es cómo se practica, sino qué fruto da la práctica. La mayoría de la gente cree que una vida espiritual normal implica necesariamente orar, cantar himnos, comer y beber de las palabras de Dios o reflexionar sobre ellas, sin que importe que tales prácticas tengan algún efecto o conduzcan a un verdadero entendimiento. Estas personas se centran en seguir procedimientos superficiales sin preocuparse