Verdad del Evangelio | Que la humanidad corrupta debe recibir la salvación de la encarnación de Dios es un aspecto de la verdad que el hombre ha de entender urgentemente
Pregunta 7: Leo las palabras de Dios Todopoderoso: “La humanidad corrupta necesita más que nadie la salvación del Dios encarnado”. Creo que este es un maravilloso pasaje de la palabra de Dios, muy práctico y muy importante. Que la humanidad corrupta debe recibir la salvación de la encarnación de Dios es un aspecto de la verdad que el hombre ha de entender urgentemente. Por favor, comunicadnos un poco más sobre ello.
“La humanidad corrupta necesita más que nadie la salvación del Dios encarnado”, este pasaje de la palabra de Dios
explica por completo el significado de la salvación de la humanidad corrupta por parte de la encarnación de Dios. Leamos la palabra de Dios Todopoderoso. Dios Todopoderoso dice:
“Precisamente porque Satanás ha corrompido la carne del hombre y al ser este a quien Dios pretende salvar, Él tiene que adoptar forma de carne para librar batalla contra Satanás y pastorear personalmente al ser humano. Sólo esto es beneficioso para Su obra” (‘Restaurar la vida normal del hombre y llevarlo a un destino maravilloso’ en “La Palabra manifestada en carne”).
“La carne del hombre ha sido profundamente corrompida y se ha convertido en algo que se opone a Dios, que incluso abiertamente se opone y niega la existencia de Dios. Esta carne corrupta es simplemente demasiado indisciplinada y no hay nada más difícil con lo cual tratar o cambiar que el carácter corrupto de la carne. Satanás viene a la carne del hombre para provocar disturbios y usa la carne del hombre para perturbar la obra de Dios y perjudicar el plan de Dios y de esta manera el hombre se ha vuelto Satanás y el enemigo de Dios. Para que el hombre sea salvado primero debe ser conquistado. Es por esto por lo que Dios acepta el reto y viene a la carne para hacer la obra que tiene la intención de hacer y librar la batalla contra Satanás. Su meta es la salvación de la humanidad que se ha corrompido y la derrota y aniquilación de Satanás que se rebela contra Él. Derrota a Satanás por medio de Su obra de conquistar al hombre y de manera simultánea salva a la humanidad corrupta. Así, Dios resuelve dos problemas de una vez” (‘La humanidad corrupta necesita más que nadie la salvación del Dios encarnado’ en “La Palabra manifestada en carne”).
“Satanás ha corrompido la carne del hombre y la ha cegado profundamente y la ha dañado terriblemente. La razón fundamental por la que Dios obra personalmente en la carne es porque el objeto de Su salvación es el hombre, que es de la carne, y porque Satanás también usa la carne del hombre para turbar la obra de Dios. La batalla contra Satanás es en realidad la obra de conquistar al hombre y, al mismo tiempo, el hombre también es el objeto de la salvación de Dios. De esta manera, la obra de Dios encarnado es esencial. Satanás corrompió la carne del hombre y el hombre se convirtió en la personificación de Satanás y se volvió el objeto que Dios debe derrotar. Así, la obra de librar la batalla contra Satanás y salvar a la humanidad ocurre en la tierra y Dios se debe hacer humano con el fin de librar la batalla contra Satanás. Esta es una obra de la máxima realidad. Cuando Dios está obrando en la carne, en realidad está librando la batalla contra Satanás en la carne. Cuando obra en la carne, está haciendo Su obra en el reino espiritual y hace toda Su obra en el reino espiritual real en la tierra. El que es conquistado es el hombre, que lo desobedece a Él, el que es derrotado es la personificación de Satanás (por supuesto, este también es el hombre), que está en enemistad con Él, y el que al fin de cuentas es salvado también es el hombre. De esta manera, es hasta más necesario que Él se haga un hombre que tenga el caparazón externo de una criatura, para que pueda librar la batalla real contra Satanás, conquistando al hombre, que lo desobedece y posee el mismo caparazón externo que Él, y salvando al hombre, que es del mismo caparazón externo que Él y a quien Satanás ha dañado. Su enemigo es el hombre, el objeto de Su conquista es el hombre, y el objeto de Su salvación es el hombre que creó. Así que debe volverse hombre y, de esta manera, Su obra se hace mucho más fácil. Es capaz de derrotar a Satanás y conquistar a la humanidad y, además, es capaz de salvar a la humanidad” (‘La humanidad corrupta necesita más que nadie la salvación del Dios encarnado’ en “La Palabra manifestada en carne”).
La palabra de Dios Todopoderoso nos permite reconocer que la razón por la que la humanidad corrupta debe ser salvada por la encarnación de Dios, es que la carne del hombre ha sido totalmente engañada y corrompida por Satanás. Toda la humanidad vive bajo el campo de acción de Satanás, no distinguen el bien del mal, la belleza de la fealdad. No ven la diferencia entre lo positivo y lo negativo; Viven conforme a la filosofía, la ley, y la naturaleza de Satanás, son arrogantes, petulantes, imprudentes y anárquicos. Son personificaciones de Satanás y se han convertido en degenerados que conspiran con él para oponerse a Dios, pero no lo saben. Dios es el Creador, sólo Él conoce a fondo la auténtica naturaleza de la humanidad, y hasta qué punto se ha corrompido. Y sólo Dios puede exponer y diseccionarla naturaleza satánica y el carácter corrupto del hombre, puede decirle al hombre cómo vivir y comportarse y puede conquistar, purificar y salvar completamente a la humanidad. Aparte de Dios, ningún hombre creado puede comprender la esencia de la corrupción del hombre y, desde luego, tampoco puede otorgar al hombre la verdad sobre cómo actuar como un ser humano. Por tanto, si Dios desea arrancar de las garras de Satanás a la humanidad profundamente corrupta y salvarla, entonces sólo si la encarnación de Dios personalmente expresa la verdad y el carácter de Dios, y le dice al hombre todas las verdades que debe poseer, para ser salvo, permitiéndole comprender la verdad, conocer a Dios y entender las malvadas estrategias de Satanás; y sus diversas ideas absurdas, sólo entonces, el hombre podrá abandonar y rechazar a Satanás y regresar ante Dios. Además, la obra de la encarnación de Dios expone a todos los tipos de hombres. Porque todos ellos son arrogantes y se niegan a ceder, cuando Dios se encarna para expresar la verdad, los hombres siempre responden con sus nociones, su oposición e incluso con la guerra. Así, la verdad de la oposición y la traición de la humanidad corrupta hacia Dios, queda totalmente expuesta; y Dios juzga a los hombres, basado la corrupción que revelan y a su naturaleza y esencia. Sólo así, Dios puede llevar a cabo, sin problemas la conquista, la salvación y el perfeccionamiento de la humanidad. El hombre es conquistado y purificado poco a poco mediante el juicio por las palabras de Dios. Cuando el hombre es conquistado totalmente, comienza a obedecer a Dios encarnado, comienza a aceptar y a obedecer el juicio y castigo de Dios, y a experimentar Su obra, y él decide buscar la verdad y no volver a vivir jamás por a la filosofía y la ley de Satanás. Cuando el hombre vive totalmente conforme a la palabra de Dios, entonces Dios ha derrotado por completo a Satanás y el hombre corrupto es el botín de Su victoria contra Satanás. Básicamente, Dios libera a la humanidad corrupta, del control de Satanás. Sólo la obra de Dios encarnado puede tener ese resultado. Esta es la necesidad absoluta de la encarnación de Dios para salvar a la humanidad y sólo la encarnación de Dios puede conquistarla y salvarla completamente. Las personas utilizadas por Dios no pueden hacer la obra de redimir y salvar a la humanidad.
El hombre corrupto realmente quiere ser salvo, necesita que Dios se haga carne para que Él, personalmente, lo juzgue y lo purifique. En el transcurso del contacto del hombre con el Dios encarnado, Él le permite que lo entienda y lo conozca frente a frente. Como los verdaderos buscadores de la verdad aceptan el juicio y la purificación de Cristo de los últimos días, naturalmente pueden obedecer a Dios, sentir amor por Él en sus corazones y son rescatados completamente del campo de acción de Satanás. ¿No es esta la mejor manera para que Dios salve y perfeccione a la humanidad? Como Dios está encarnado, tenemos la oportunidad de presentarnos frente a frente ante Él, de experimentar Su obra real, y de recibir la provisión de la palabra certera de Dios y ser pastoreados y regados directamente por Él, de modo que empecemos a apoyarnos en Él, a obedecerlo y a amarlo de verdad. Este resultado práctico no sería posible si Dios no se encarnara para realizar la obra de salvación de la humanidad. Dios Todopoderoso dice: “Lo mejor de Su obra en la carne es que Él puede dejar palabras y exhortaciones exactas y Su voluntad precisa para la humanidad para los que lo siguen, para que después Sus seguidores puedan, de una manera más exacta y más concreta, transmitir toda Su obra en la carne y Su voluntad a toda la humanidad para los que aceptan este camino. Sólo la obra de Dios en la carne entre los hombres logra realmente el hecho de que Dios esté y viva junto con el hombre. Sólo esta obra cumple el deseo del hombre de contemplar el rostro de Dios, de presenciar la obra de Dios, y de escuchar la palabra personal de Dios” (‘La humanidad corrupta necesita más que nadie la salvación del Dios encarnado’ en “La Palabra manifestada en carne”). “La obra que es de mayor valor para el hombre corrupto es la que le proporciona palabras exactas, metas claras que perseguir y que puede ver y tocar. Sólo la obra realista y la guía oportuna son idóneas para los gustos del hombre y sólo la obra real puede salvar al hombre de su carácter corrupto y depravado. Esto sólo lo puede lograr el Dios encarnado; sólo el Dios encarnado puede salvar al hombre de su antiguo carácter corrupto y depravado” (‘La humanidad corrupta necesita más que nadie la salvación del Dios encarnado’ en “La Palabra manifestada en carne”). “La humanidad corrupta está más necesitada de la salvación del Dios encarnado y está más necesitada de la obra directa del Dios encarnado. La humanidad necesita al Dios encarnado para que la pastoree, la apoye, la riegue, la alimente, la juzgue y la castigue y ella necesita más gracia y una mayor redención del Dios encarnado. Sólo Dios en la carne puede ser el confidente del hombre, el pastor del hombre, el pronto auxilio del hombre, y todo esto es la necesidad que se tiene de la encarnación hoy y en el tiempo pasado” (‘La humanidad corrupta necesita más que nadie la salvación del Dios encarnado’ en “La Palabra manifestada en carne”).
Cuando Dios se hace carne para salvar a la humanidad corrupta, puede utilizar el lenguaje de los hombres para expresarles claramente Sus exigencias, Su voluntad, Su carácter y todo lo que Él tiene y es. De esta forma, el hombre puede entender la voluntad de Dios sin tener que buscar y buscar, puede conocer Sus exigencias y el modo en que debe practicar. Así también, puede tener una comprensión y un conocimiento prácticos de Dios. Lo mismo ocurrió en la Era de la Gracia, cuando Pedro le preguntó al Señor Jesús: “Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces?” (Mateo 18:21). El Señor Jesús le dijo directamente a Pedro: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete” (Mateo 18:22). Con esto vemos que el Señor Jesús encarnado nutrió y ayudó a los hombres siempre y donde quiera que Él iba, brindándoles la provisión más práctica y clara. En los últimos días, Dios Todopoderoso se ha encarnado entre los hombres, expresando la verdad de acuerdo con su condición real y expresando el carácter de Dios y todo lo que Él tiene y es para apoyar y proveer a la humanidad, señalando todas las inexactitudes e ideas absurdas de la fe del hombre en Dios, informando al hombre de la voluntad y las exigencias de Dios y otorgándole la provisión de vida y el sustento más prácticos y acertados. Por ejemplo, cuando vivimos en rebelión y nos oponemos a Dios sin saberlo, la palabra de Dios nos expone y juzga directamente, lo que nos permite ver, en Su palabra, que nuestra propia naturaleza satánica va contra Él. Cuando seguimos a Dios por nuestro propio beneficio y de forma engreída, Dios nos expone con base en lo que nos hace falta y nos dice qué creencias debemos abrazar para seguirlo. Cuando malinterpretamos a Dios al experimentar Su juicio, Su palabra nos recuerda las sinceras intenciones con las que juzga y salva a la humanidad, resolviendo nuestros malentendidos sobre Dios, etc. Todos los elegidos de Dios han experimentado profundamente cómo Dios encarnado nos ayuda y nos provee constantemente para que no tengamos que andar buscando. Lo único que debemos hacer es leer más la palabra de Dios Todopoderoso para recibir el sustento y la crianza más prácticos de Dios. Mediante la palabra que Dios expresa obtenemos una verdadera comprensión de Su voluntad, Su carácter y todo lo que Él tiene y es, y con ello entendemos cómo buscar para vivir una vida verdadera, y aprendemos a descubrir las maliciosas estrategias de Satanás, viendo claramente que Satanás nos ha corrompido por completo y así nos vamos liberando del pecado y de la oscura influencia de Satanás. En consecuencia, nuestro carácter de vida cambia, tomamos el buen camino y vivimos la realidad de la verdad. La encarnación de Dios ha hecho posible todo esto.
Dios se ha encarnado para obrar y expresar Su palabra, de modo que el hombre reciba la provisión de vida y el sustento más prácticos. Pese a que el hombre tiene muchas nociones sobre la obra del juicio de Dios encarnado, Él ha traído al hombre el camino de la vida y la salvación eterna, ¡y el hombre ha llegado a depender de Él! Leamos otro pasaje de la palabra de Dios Todopoderoso.
Dios Todopoderoso dice: “No hay manera de imaginar o medir la obra que hace en la carne, porque Su carne es diferente a la de cualquier hombre carnal; aunque el caparazón externo es idéntico, la esencia no es la misma. Su carne produce entre los hombres muchas nociones acerca de Dios, sin embargo, Su carne también le puede permitir al hombre adquirir mucho conocimiento y puede, incluso, conquistar a cualquier hombre que posea un caparazón externo similar. Porque no es solamente un hombre, sino que es Dios con el caparazón externo de un hombre y nadie puede desentrañarlo o entenderlo por completo” (‘La humanidad corrupta necesita más que nadie la salvación del Dios encarnado’ en “La Palabra manifestada en carne”).
“Es por causa de la obra de Dios encarnado que Dios se hace una carne que tiene una forma tangible y que el hombre puede ver y tocar. No es un Espíritu sin forma, sino una carne con quien el hombre puede tener contacto y que puede ver. Sin embargo, la mayoría de los Dioses en los que la gente cree son deidades sin carne que no tienen forma, que también son de una forma libre. De esta manera, el Dios encarnado se ha vuelto el enemigo de la mayoría de los que creen en Dios y los que no pueden aceptar el hecho de la encarnación de Dios se han vuelto, de manera similar, los adversarios de Dios. […] Aunque la mayoría de las personas se han vuelto enemigas de Dios por causa de esta carne, cuando Él concluya Su obra, los que están en Su contra no sólo dejarán de ser Sus enemigos sino que, por el contrario, se convertirán en Sus testigos. Se convertirán en los testigos a los que ha conquistado, los testigos que son compatibles con Él e inseparables de Él. Hará que el hombre sepa la importancia de Su obra en la carne para él y el hombre sabrá la importancia de esta carne para el significado de su existencia, conocerá Su valor real para el crecimiento de su vida y, además, sabrá que esta carne se convertirá en una fuente viva de vida de la que el hombre no soportará apartarse” (‘La humanidad corrupta necesita más que nadie la salvación del Dios encarnado’ en “La Palabra manifestada en carne”).
A pesar que Dios, en Su encarnación en los últimos días, ha tomado la forma de un Hijo del hombre normal y corriente para salvar y perfeccionar a la humanidad; a pesar de que Él no obra señales ni prodigios, y de que no tiene cualidades sobrehumanas ni una gran prestancia, y de que Él es el objetivo de las ideas, la negación, la oposición y el rechazo del hombre, la verdad que expresa Cristo y la obra del juicio que Él lleva a cabo, le han dado al hombre una provisión de la palabra de Dios y le han permitido alcanzar la verdad y ver Su aparición. Aunque no hemos visto a la persona real de Dios, hemos visto Su carácter inherente y Su esencia santa, que es como si hubiéramos visto Su persona real. Hemos visto que Dios vive entre nosotros de forma real y viva. De verdad sentimos que hemos sido arrebatados ante el trono, experimentando la obra de Dios frente a frente con Él y disfrutando del suministro de agua de vida que fluye del trono. Al experimentar la obra del juicio de Dios en los últimos días, poco a poco llegamos a entender la sinceridad de Dios al salvar a la humanidad. Vemos lo grande que es el sufrimiento de dios, qué precio paga con el fin de salvar a la humanidad. Todo lo que Dios hace por nosotros es amor; todo es salvación. Todos odiamos lo rebeldes y poco razonables que fuimos en el pasado y ahora tenemos genuino amor y obediencia a Dios. Ahora que hemos llegado a este punto, todos reconocemos realmente que hemos experimentado completamente nuestra actual transformación debido a la salvación de Dios encarnado. Cristo de los últimos días es verdaderamente la mayor salvación de la humanidad corrupta y la única senda para que el hombre conozca a Dios y obtenga Su aprobación. Leamos la palabra de Dios Todopoderoso.
Dios Todopoderoso dice: “Esta vez, Dios viene a hacer la obra no en un cuerpo espiritual, sino en uno muy corriente. No sólo es el cuerpo de la segunda encarnación de Dios, sino también el cuerpo en el que Él regresa. Es una carne muy corriente. En Él, no puedes ver nada que sea diferente de los demás, pero puedes recibir de Él las verdades que nunca antes has oído. Esta carne insignificante es la personificación de todas las palabras de la verdad de Dios, la que emprende Su obra en los últimos días y una expresión de todo el carácter de Dios para que el hombre lo llegue a conocer. ¿No deseabas enormemente ver al Dios del cielo? ¿No deseabas enormemente entender al Dios del cielo? ¿No deseabas enormemente ver el destino de la humanidad? Él te contará todos estos secretos que ningún hombre ha sido capaz de contarte y Él te hablará incluso de las verdades que no entiendes. Él es tu puerta al reino y tu guía a la nueva era. […] La obra de Dios en los últimos días consiste en permitirle al hombre ver al Dios del cielo vivir entre los hombres sobre la tierra y permitirles que lo conozcan, obedezcan, reverencien y amen. Por esta razón, Él ha regresado a la carne por segunda vez. Aunque lo que el hombre ve hoy es un Dios igual a él, un Dios con una nariz y dos ojos, un Dios sin nada especial, al final Él os mostrará que sin la existencia de este hombre el cielo y la tierra pasarán por un cambio tremendo; sin la existencia de este hombre, el cielo se volverá sombrío, la tierra se convertirá en caos y toda la humanidad vivirá en hambruna y plagas. Él os mostrará que, sin la salvación del Dios encarnado en los últimos días, entonces Dios habría destruido a toda la humanidad hace mucho tiempo en el infierno; sin la existencia de esta carne, seríais para siempre los primeros entre los pecadores y cadáveres, eternamente. Deberíais saber que, sin la existencia de esta carne, toda la humanidad enfrentaría una calamidad inevitable y le resultaría difícil escapar del castigo más severo de Dios para la humanidad en los últimos días. Sin el nacimiento de esta carne corriente, todos vosotros estaríais en un estado en el que ni la vida ni la muerte vendrían por mucho que las buscarais; sin la existencia de esta carne no podríais recibir hoy la verdad y venir ante el trono de Dios. Más bien, Él os castigaría por vuestros graves pecados. ¿Sabéis? De no ser por el retorno de Dios a la carne, ninguno tendría oportunidad de salvarse; y de no ser por la venida de esta carne, Dios habría acabado hace mucho la era antigua. Así, ¿podéis todavía rechazar la segunda encarnación de Dios? Ya que os podéis beneficiar tan enormemente de este hombre corriente, entonces ¿por qué no lo aceptáis de inmediato?” (‘¿Sabes? Dios ha hecho algo grande entre los hombres’ en “La Palabra manifestada en carne”).
“Todo lo que tenéis hoy es gracias a esta carne. Tenéis la oportunidad de vivir porque Dios vive en la carne. Toda esta buena fortuna se ha obtenido gracias a este hombre corriente. Y no sólo esto, sino que al final toda nación adorará a este hombre corriente, así como dará gracias y obedecerá a este hombre insignificante. Eso se debe a que Él es quien ha traído la verdad, la vida y el camino para salvar a toda la humanidad, aliviar el conflicto entre Dios y el hombre, acercarlos a ambos y comunicar los pensamientos entre ellos. Él es también quien ha traído una gloria aún mayor a Dios. ¿Acaso no es un hombre corriente como este digno de tu confianza y adoración? ¿No es apta esa carne común y corriente para ser llamada Cristo? ¿No puede ser ese hombre corriente la expresión de Dios entre los hombres? ¿No es ese hombre, que ayuda a la humanidad a ser perdonada del desastre, digno de vuestro amor y de que vosotros lo conservéis? Si rechazáis las verdades pronunciadas por Su boca y también detestáis Su existencia entre vosotros, ¿cuál será, pues, vuestro destino?” (‘¿Sabes? Dios ha hecho algo grande entre los hombres’ en “La Palabra manifestada en carne”).
“Sin la obra de Jesús, la humanidad no podría haber bajado de la cruz, pero sin la encarnación de hoy, aquellos que bajan de la cruz no podrían nunca ser elogiados por Dios ni entrar en la nueva era. Sin la venida de este hombre corriente, nunca habríais tenido la oportunidad ni habríais sido elegibles para ver el rostro verdadero de Dios, porque todos vosotros sois los que deberíais haber sido destruidos hace mucho tiempo. Debido a la venida de la segunda encarnación de Dios, Él os ha perdonado y os ha mostrado misericordia. Independientemente de ello, las palabras con las que os debo dejar al final siguen siendo estas: este hombre corriente, que es Dios encarnado, es de una importancia vital para vosotros. Esta es la gran cosa que Dios ya ha llevado a cabo entre los hombres” (‘¿Sabes? Dios ha hecho algo grande entre los hombres’ en “La Palabra manifestada en carne”).
de “Preguntas y respuestas clásicas sobre el Evangelio del Reino Selecciones”
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