Las palabras relevantes de Dios:
Buscar la verdad es lo más importante y practicarla es, de hecho, muy sencillo. Debes comenzar siendo una persona honesta y hablando sinceramente, y abriendo tu corazón a Dios. Si hay algo acerca de lo cual te sientas muy avergonzado como para hablarlo con tus hermanos y hermanas, entonces debes arrodillarte y decírselo a Dios por medio de la oración. Debes comenzar siendo honesto con Él. Dile a Dios lo que tienes en tu corazón; no des cumplidos vacíos ni intentes engañarlo. Si has sido débil, entonces di que has sido débil; si has sido malvado, entonces di que has sido malvado; si has sido mentiroso, entonces di que has sido mentiroso; si has tenido pensamientos viciosos e insidiosos, cuéntale a Dios sobre ellos. Si siempre estás compitiendo por obtener una posición, también díselo a Dios. Permite que Dios te discipline; permítele que Él disponga un ambiente para ti. Permite que Dios te ayude a superar todas tus dificultades y a resolver todos tus problemas. Debes abrir tu corazón a Dios; no lo dejes fuera. Aun si lo dejas fuera, Él puede ver lo que hay dentro de ti, pero si te abres a Él, puedes obtener la verdad. Así pues, ¿qué senda dirías que debes escoger? Si las personas desean obtener la verdad, deben comenzar siendo honestas y, por ningún motivo, montar una farsa … Tu corazón solo puede abrirse si practicas la honestidad, y solo una vez que tu corazón se ha abierto puede entrar la verdad en ti y, a su vez, puedes entenderla y obtenerla. Si tu corazón está siempre cerrado y nunca hablas sinceramente con nadie y siempre eres evasivo, entonces, al final, te arruinarás y serás incapaz de comprender u obtener cualquier verdad.
de ‘Seis indicadores de progreso en la vida’ en “Registros de las pláticas de Cristo”
Para ser honesto, primero debes desnudar tu corazón de modo que todos puedan verlo, ver todo lo que estás pensando y ver tu verdadero rostro; no debes fingir o tratar de cubrirte. Sólo entonces confiarán las personas en ti y te considerarán honesto. Esta es la práctica más fundamental y es el prerrequisito para ser honesto. Siempre estás fingiendo, aparentando santidad, virtud, grandeza y cualidades morales elevadas. No permites que nadie vea tu corrupción y tus defectos. Presentas una falsa imagen de ti a las personas, para que crean que eres recto, noble, abnegado, imparcial y desinteresado. Esto es engaño. No finjas y no te encubras; más bien, ponte al descubierto y desnuda tu corazón para que los demás lo vean. Si puedes abrir tu corazón para que otros lo vean; esto es, si puedes exponer todo lo que piensas y planeas hacer en tu corazón —sea positivo o negativo—, ¿no estarás siendo honesto? Si eres capaz de desnudarte para que otros vean, Dios también te verá y dirá: “Te has desnudado para que otros vean y, por tanto, no cabe duda de que también eres honesto delante de Mí”. Si sólo te desnudas delante de Dios, fuera de la vista de los demás, y siempre finges ser noble y virtuoso, o justo y desinteresado delante de ellos, entonces ¿qué pensará Dios? ¿Y qué dirá Dios? Dios dirá: “Eres auténticamente deshonesto; eres totalmente hipócrita y mezquino y no eres honesto”. Dios te condenará, por consiguiente. Si deseas ser honesto, entonces, independientemente de lo que hagas delante de Dios o de las personas, deberías poder abrirte y exponerte.
de ‘La práctica verdaderamente fundamental de ser una persona honesta’ en “Registros de las pláticas de Cristo”
Hoy en día, la mayoría de la gente siente demasiado temor en presentar sus acciones ante Dios y, aunque podrías engañar a Dios encarnado, no puedes engañar al Espíritu de Dios. Toda lo que no pueda soportar la observación de Dios no está acorde con la verdad y, por lo tanto, debe ser descartada o estarías pecando contra Dios. Así que, sin importar si lo haces cuando estás orando, cuando hablas y te comunicas con tus hermanos y hermanas, o cuando desempeñas tus deberes y cumples con tu trabajo, debes exponer siempre tu corazón ante Dios. Cuando cumples con tu deber, Dios está contigo y, mientras tu propósito sea correcto y esté a favor de la obra de la casa de Dios, Dios aceptará todo lo que hagas, por lo que debes dedicarte seriamente a cumplir con tu deber. Si cuando oras tienes amor por Dios en tu corazón y tu propósito es la búsqueda del cuidado de Dios, Su protección y Su observación, entonces tus oraciones serán efectivas.
de ‘Dios perfecciona a quienes siguen Su propio corazón’ en “La Palabra manifestada en carne”
Hoy, ninguna persona que no pueda aceptar la observación de Dios puede recibir la aprobación de Dios y quien no conozca a Dios encarnado no puede ser perfeccionado. Mírate y pregúntate si todo lo que haces puede ser presentado ante Dios. Si no puedes presentar todo lo que haces ante Dios, esto demuestra que eres malvado. ¿Pueden los malvados ser perfeccionados? Todo lo que haces, cada acción, cada intención y cada reacción, debe ser presentadas ante Dios. Incluso tu vida espiritual diaria: tus oraciones, tu cercanía con Dios, comer y beber de la Palabra de Dios, compartir con tus hermanos y hermanas, vivir la vida de la iglesia y tu servicio de manera coordinada, deben ser presentadas ante Dios y ser observadas por Él. Es este tipo de práctica la que te ayudará a madurar en la vida. El proceso de aceptar la observación de Dios es el proceso de purificación. Cuanto más aceptes la observación de Dios, más eres purificado y más estarás de acuerdo con la voluntad de Dios, de modo que no oirás el llamado del libertinaje y la disipación y tu corazón vivirá en la presencia de Dios; cuanto más aceptes la observación de Dios, más avergüenzas a Satanás y abandonas las tentaciones carnales. Por ende, la aceptación de la observación de Dios es un camino que la gente debe practicar. No importa lo que hagas, incluso cuando comunicas con tus hermanos y hermanas, si presentas tus actos ante Dios y buscas Su observación, y si tu propósito es obedecer a Dios mismo, lo que practicas será mucho más correcto. Solo si presentas todo lo que haces ante Dios y aceptas Su observación, podrás ser una persona que verdaderamente vive en la presencia de Dios.
de ‘Dios perfecciona a quienes siguen Su propio corazón’ en “La Palabra manifestada en carne”
Honestidad significa dar vuestro corazón a Dios; nunca le ser falso en nada a Él; ser abierto con Él en todas las cosas, nunca esconderle la verdad; nunca hacer cosas que engañen a los de arriba o a los de abajo y nunca hacer nada sólo para congraciarte con Dios. En pocas palabras, ser honesto es abstenerse de impurezas en vuestras acciones y palabras, y no engañar ni a Dios ni al hombre. […] Algunos se comportan mojigata y decentemente en presencia de Dios, y, particularmente, “con buenos modales”, pero se vuelven desafiantes y desenfrenados en presencia del Espíritu. ¿Contaríais a un hombre así en las filas de los honestos? Si eres un hipócrita y experto en socializar, entonces Yo te digo que definitivamente eres uno de los que juega con Dios. Si tus palabras están llenas de excusas y justificaciones que nada valen, entonces Yo te digo que eres alguien muy poco dispuesto a practicar la verdad. Si tienes muchas confidencias que eres reacio a compartir y estás muy poco dispuesto a dejar al descubierto tus secretos —es decir, tus dificultades— ante los demás con el fin de buscar el camino de la luz, entonces digo que eres alguien que no recibirá la salvación fácilmente y que no saldrá fácilmente de las tinieblas. Si buscar el camino de la verdad te causa placer, entonces eres alguien que vive siempre en la luz. Si te sientes muy contento de ser un hacedor de servicio en la casa de Dios, trabajando de forma diligente y concienzuda en la oscuridad, siempre dando y nunca quitando, entonces Yo te digo que eres un santo leal, porque no buscas ninguna recompensa y estás simplemente siendo un hombre honesto. Si estás dispuesto a ser franco, si estás dispuesto a esforzarte al máximo, si eres capaz de sacrificar tu vida por Dios y mantener el testimonio, si eres honesto hasta el punto en que sólo sabes satisfacer a Dios y no considerarte o tomar las cosas para ti mismo, entonces Yo digo que este tipo de persona es la que se alimenta en la luz y vivirá para siempre en el reino.
de ‘Tres advertencias’ en “La Palabra manifestada en carne”
Fragmentos de sermones y comunicaciones para referencia:
Si quieres cumplir con tu deber sin ser descuidado y engañar a Dios, entonces debes resolver el problema de ser una persona honesta. Mientras cumples con tu deber, debes aceptar la poda y trato, debes aceptar el escrutinio del Espíritu Santo y debes practicar estrictamente de acuerdo a los requerimientos de Dios. Si descubres que estás siendo descuidado en tu deber, entonces ora a Dios. Si te descubres tratando de engañar a Dios, entonces debes reconocer esta transgresión. No puedes ocultar esto y no puedes fingir, aún menos distorsionar los hechos para echarle la culpa a otros. Tienes que ser así de serio acerca de las cosas que haces y tratar cada palabra y acción tuyas en serio. Haz que tus palabras sean directas y centradas en los hechos, extrae la verdad de los hechos y no adornes tus palabras con ficción. Si descubres una transgresión, además de orar a Dios, también lo debes admitir abiertamente ante los demás. No te eches atrás por la preocupación de tu propia reputación. Debes enfrentar con valor los hechos. La práctica como esta es significativa y garantiza ser beneficiosa para ti. Primero, puede aumentar tu confianza en ser una persona honesta. Segundo, te puede enseñar a no tener miedo de la humillación y a abandonar tu vanidad y amor propio. Tercero, te puede dar valor para enfrentar los hechos y para respetar los hechos. Cuarto, puede desarrollar en ti la voluntad para ser serio en las cosas que haces. Después de practicar de esta manera por un tiempo, las personas serán mucho más honestas al cumplir con su deber, más reales al hacer las cosas y menos farsantes. En menos de unos pocos años se volverán personas honestas que toman lo que hacen sincera y seriamente y son responsables cuando manejan asuntos. Tales personas son comparativamente confiables al cumplir con su deber y al llevar a cabo su trabajo. Cuando la casa de Dios hace uso de tales personas, se puede garantizar que nada saldrá mal.
de ‘Sólo siendo una persona honesta es el verdadero arrepentimiento’ en “Sermones y comunión de lo de arriba (Selecciones)”
Justo ahora, estáis en el proceso de entrenamiento para convertiros en personas honestas. Durante el proceso de entrenamiento, ¿a qué debéis prestar más atención? Debéis prestar atención a conocer a Dios, a entender la verdad y debéis lograr una verdadera entrada desde el lado positivo. Si entráis desde el lado positivo, las cosas corruptas del lado negativo disminuirán de manera natural y esto es crucial. Por ejemplo, para ser una persona honesta, primero necesitáis equiparos con la realidad y la verdad de ser una persona honesta. Después de que hayáis hecho esto, vuestra parte honesta aumentará y las mentiras y astucia disminuirán de manera natural, ¿correcto? Al igual que una copa llena de agua sucia. No la podéis verter, así que, ¿qué harías? Debéis echar agua limpia y buena en la copa y el agua buena lavará de manera natural el agua sucia. Ahora os debéis equipar con la verdad y, una vez que la verdad entre en vosotros, las cosas negativas dentro de vosotros desaparecerán de manera natural.
de ‘Cómo solucionar el problema de mentir desde su raíz’ en “Sermones y enseñanzas sobre la entrada en la vida (I)”
“El amor de Dios se extiende como el agua de una fuente, y se te da a ti y a mí y a él y a todos los que verdaderamente buscan la verdad y esperan la aparición de Dios” Exacto de “La Palabra manifestada en carne”. Las declaraciones de Dios en los últimos días pueden hacer que disfrutes de una provisión sin fin de agua viva y encontrar el camino hacia la vida eterna. Que todos escuchemos las palabras que dice el Espíritu Santo a las iglesias y conozcamos la obra de Cristo en los últimos días y Sus declaraciones. Te invitamos a comunicarte y explorar con nosotros a través de WhatsApp. https://chat.whatsapp.com/IXW1j0fAQh5CZbrZd3XqpL
Comentarios
Publicar un comentario